El Ministerio de Educación y Cultura (MEC) decidió intervenir el club de fútbol Villa Española, tras el reclamo de varios socios por entender que se estaba pronunciando políticamente y constatar algunas irregularidades en el cumplimiento del estatuto.

Entre algunos dirigentes políticos que apoyaron la intervención estuvo el director del Servicio de Comunicación Audiovisual Nacional, Gerardo Sotelo, quien en Twitter opinó: “Contra los que violan los estatutos, la ley. Contra la falta de transparencia, la ley. Contra el copamiento ideológico, la ley. Contra los adoctrinadores, la ley. Contra los cínicos y los cursis... no, el Estado de Derecho no tiene soluciones para todo”.

Ante las críticas que recibió, en particular en redes sociales con el hashtag #ApoyoAVillaEspañola, el titular del MEC, Pablo da Silveira, aseguró en su cuenta de Twitter que se está “montando” una “opereta” que “es vergonzosa” y pasó a relatar los hechos que llevaron al ministerio a tomar esta acción.

El ministro recordó que Villa Española, como otros clubes deportivos, se constituye como una asociación civil y por lo tanto el encargado de darles personería jurídica y controlar el cumplimiento de su estatuto es el MEC. Si algunos miembros de la asociación entienden que no se cumple con el estatuto pueden denunciarlo ante el ministerio, encargado de indagar en la situación: “El MEC no actúa si no hay denuncia”, recalcó el titular de la cartera.

Según el ministro, “hace algún tiempo, un grupo de socios de Villa Española presentaron una denuncia. Ante eso, el MEC está obligado a actuar. No se evalúan conflictos internos, ni intenciones, ni orientaciones políticas. Sólo se verifica si se está cumpliendo o no el estatuto”.

Para Da Silveira, la intervención derivó del hecho de que en el club hay “numerosos apartamientos” del estatuto: “elecciones que no se hacían, decisiones de asambleas que no se respetaban, ausencia de una Comisión Fiscal en funciones”.

En particular, el ministro mencionó que “el artículo 5 del estatuto de Villa Española obliga a la institución a mantener una ‘absoluta prescindencia en materia política o religiosa’. Los denunciantes aportaron evidencia de que esto no se cumplía. Si ese artículo no estuviera en el estatuto, la discusión no existía”.

En este sentido, Da Silveira insistió en que el ministerio hizo “lo que siempre hace en estos casos: recibió una denuncia, analizó sus fundamentos, dio vista, analizó la respuesta de la institución, entendió que no era satisfactoria. Entonces decidió la intervención”.

De todas formas, el jerarca apuntó que la decisión todavía no es firme, en tanto Villa Española puede “recurrir y puede asumir compromisos que hagan que la intervención no se concrete. Todo eso es normal y frecuente”, agregó, y subrayó: “Nada de esto tiene que ver con política. El MEC hubiera actuado del mismo modo cualquiera fuera la orientación de las autoridades”.

Para finalizar su descargo, expresó: “Presentar esto como un caso de persecución política es indefendible. Sólo la ignorancia o la mala fe pueden explicar algunas reacciones”.