Hace pocos días, el lunes 30 de mayo, el vicepresidente de la Administración de Ferrocarriles del Estado (AFE), Gustavo Osta, participó en una sesión del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del Partido Colorado, la colectividad política a la que pertenece. Allí planteó un panorama sombrío sobre cómo el Frente Amplio (FA) le había entregado la empresa de trenes al gobierno que asumió en 2020. Lo dicho por Osta se enmarca dentro de un proceso de revisión que viene efectuando el gobierno, que “trabaja” en una reestructuración del ente autónomo sin descartar de momento ningún escenario, incluida la “disolución” del organismo en su rama pública.

Según supo la diaria por participantes de la reunión del CEN colorado, Osta hizo una descripción “muy clara” del estado “crítico” en que el FA dejó AFE luego de 15 años de gobierno. A juicio del vicepresidente, no fue un “fracaso fortuito” sino que la anterior administración “intencionalmente tendió a vaciar” a la empresa, e hizo “una cosa muy diferente” a lo que realizó en otras empresas públicas, “donde intentó potenciar”.

El jerarca de AFE lo ejemplificó con dos bajas cuantitativas. Señaló que en 2004, un año antes de que asumiera el FA, la empresa ferroviaria transportó 1.220.000 toneladas de carga, mientras que en 2018 -previo a que se levantara la vía para el inicio de las obras del Ferrocarril Central- la cifra anual bajó a 412.000 toneladas, según los datos de la empresa Servicios Logísticos Ferroviarios (Self), una sociedad anónima creada a fines de 2011, durante el gobierno de José Mujica, que pertenece a AFE en 51% y el 49% restante a la Corporación Nacional para el Desarrollo (CND).

A su vez, Osta sostuvo que cuando el PC dejó el gobierno, en 2005, en AFE había cerca de 1.000 funcionarios, mientras que en la actualidad son 420. Además, en la reunión del CEN el jerarca aseguró que la empresa tiene dificultades para cumplir con “el mantenimiento de las vías, que es esencial, por temas de seguridad”. Por lo tanto, a su entender el FA “dejó AFE al borde de ser un ente fallido”, ya que en agregado el anterior gobierno ubicó el proyecto del Ferrocarril Central a cargo del Ministerio de Transporte y Obras Públicas (MTOP).

Es por esto que, según supo la diaria por fuentes del gobierno, esa cartera evalúa un “reperfilamiento de la estructura” de AFE, que se incluirá en el próximo proyecto de ley de Rendición de Cuentas, con el fin de “optimizar el funcionamiento del modelo ferroviario en el país”. Según distintas fuentes consultadas, el tema no está cerrado y conllevará varias negociaciones a nivel político.

la diaria consultó al titular del MTOP, José Luis Falero, quien confirmó que están “trabajando” en ese tema, pero se limitó a plantear que aún no terminaron, por lo que todavía no podía brindar detalles. De cualquier manera, según las fuentes oficiales, cambiar el diseño institucional de AFE no “necesariamente” significaría una “disolución” de la empresa, aunque hay jerarcas a los que “les parece que sí” sería ese el mejor camino, algo que “aún no está decidido”.

“AFE es un moribundo al que le cerraron el tubo de oxígeno”

Williams Kelland, director de AFE por el FA, dijo a la diaria que desde el MTOP se está armando una “reestructura” para el ente autónomo, pero “obviamente” se la han “ocultado” por ser de la oposición. “Estoy seguro de que van a tirar la reestructura arriba de la mesa cuando ya esté todo cocinado”, sostuvo. Además, opinó que los cambios se deberían hacer “desde adentro” de AFE, y criticó que no se “esté teniendo en cuenta a la gente” de la empresa de trenes.

La gestión del nuevo gobierno en AFE, durante estos más de dos años, para Kelland ha sido “lamentable”, ya que “no hay presupuesto”, porque la empresa cuenta con 700.000 dólares por año, “que para AFE es nada”. Además, sostuvo que “lo más insólito” es que cuando se envió el presupuesto al Parlamento en 2020, la Oficina de Planeamiento y Presupuesto “se olvidó de incluir la parte de inversiones”, algo que “no se lo cree absolutamente nadie”. “Entonces, cada vez que se precisa una inversión de urgencia, por ejemplo, porque se desmoronó un terraplén, hay que pedir una partida especial al Ministerio de Economía, hay que estar mendigando”, aseguró.

Según Kelland, en AFE “no se han provisto las vacantes” de funcionarios. “Sin presupuesto, sin gente, sin servicio de pasajeros, AFE es un moribundo al que le cerraron el tubo de oxígeno y está boqueando, en agonía”, ilustró. Por último, señaló que siente “preocupación” por que “todos estos procesos de desmantelamiento de AFE terminen en una privatización”.

A fines de octubre de 2021, el ministro Falero fue entrevistado por el semanario Búsqueda, que le consultó si creía necesario “que el Estado tenga una empresa de transporte ferroviario”. El jerarca contestó: “Self se maneja en el derecho público privado. Si es eficiente, no me parece mal. El tema es que tiene que demostrarlo. Hoy no lo tengo claro. Por eso estoy profundizando en el tema para presentar una propuesta seria y responsable que permita que el país no siga destinando dinero sin retorno”. Ante esas declaraciones, la Unión Ferroviaria se declaró en “alerta” y rechazó las declaraciones del ministro, “por su forma y contenido”, que generaron “molestia e intranquilidad en el conjunto de los trabajadores ferroviarios”.