Uruguay se dispone a importar “entre 20 millones y 25 millones de moscas cada semana” desde un laboratorio en Panamá, según anunció el ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca, Fernando Mattos, este lunes en rueda de prensa.

¿El motivo? La medida responde al Plan Nacional de Erradicación de la mosca de la bichera, un parásito que deposita huevos en las heridas de animales de sangre caliente y cuyas larvas se devoran, finalmente, la carne de estos animales. Según Mattos, “se estima en torno de 40 millones de dólares las pérdidas generadas anualmente por este parásito”, al que definió como “una plaga transfronteriza, que está presente en el ambiente desde siempre”.

Por esto, Mattos participó en una misión oficial en Panamá, donde visitó “una planta que aplica la técnica del insecto estéril”, es decir, “se aplica radiación sobre la mosca y a partir de ese momento no es viable desde el punto de vista reproductivo”.

Esta técnica, que según Mattos “tiene 60 años de desarrollo” y “ha sido exitosa en Estados Unidos, México y todos los países de Centroamérica”, implica que las moscas llegan en etapa de “pupas”, antes de convertirse en moscas adultas. “En baja temperatura, con eso se transporta por vía aérea al Uruguay y acá debe haber un laboratorio que las reanime y las pase a moscas adultas”.

Así, las moscas ya adultas serán “dispersadas por vía aérea en avionetas que van recorriendo toda la geografía del territorio” en “zonas de dispersión que están previamente definidas”.

“Nos hemos colocado el objetivo de avanzar con las gremiales de productores que serán las responsables de la financiación de este programa, como se asumió desde un principio”, explicó Mattos; a su vez, en los artículos 158 y 159 de la Rendición de Cuentas se establece un fideicomiso de 50 millones de Unidades Indexadas -en concreto, 50.450.000- que saldrán del Fondo para el Control de Enfermedades Prevalentes para financiar este proyecto.

“En setiembre de 2023 estaremos iniciando la etapa de dispersión, en una etapa avanzada del programa de erradicación”, añadió el ministro, y adelantó que también trabajarán para minimizar “el riesgo” de “la reintroducción en zonas endémicas”.

“Tendremos que mantener una barrera biológica de contención en la medida en que los países vecinos no se adhieran al programa, que es una posibilidad que vamos a trabajar con las autoridades sanitarias”, finalizó.