El pueblo chileno votó este domingo y por una mayoría de 62% determinó que el texto a consideración para reformar la Constitución no fuese aprobado, y por tanto el proceso de diálogo político y redacción deberá continuar. El resultado fue seguido de cerca por dirigentes políticos del oficialismo y la oposición en Uruguay, y tras conocerse las cifras los primeros celebraron y los segundos se lamentaron, principalmente por la amplia diferencia, que no era la señalada por las encuestas.

Desde el Frente Amplio (FA), donde se esperaba con expectativa un posible triunfo del Apruebo, el senador del Movimiento de Participación Popular (MPP) Daniel Caggiani, integrante de la Comisión de Asuntos Internacionales de la cámara alta, manifestó a la diaria que el resultado “fue una sorpresa”, sobre todo por “la distancia tan grande entre una opción y la otra”, ya que, a su entender, “ni los más optimistas ni los más pesimistas” la esperaban. Señaló que “la mayoría de los ciudadanos quieren una reforma de la Constitución”, porque así lo marcaron cuando se los convocó a decidir sobre ello, y por tanto “este no es un punto y aparte sino un punto y seguido”.

Con el objetivo de que se apruebe una reforma que reemplace la redactada durante la dictadura de Augusto Pinochet, para Caggiani son necesarios “consensos políticos y sociales más amplios” que los que tuvo el texto propuesto. A su vez, el senador dijo que para la amplia victoria del Rechazo “jugó el contexto económico que está viviendo Chile”, donde “todavía no se han concretado las grandes expectativas que generó el gobierno de [Gabriel] Boric”, lo que pudo haber impulsado una especie de “voto castigo”. También apuntó a “la gran campaña de desinformación” que se generó en el país trasandino.

Conceptos similares vertieron dos integrantes de la Comisión de Asuntos y Relaciones Internacionales del FA (Carifa). Sebastián Hagobian, dirigente de Asamblea Uruguay, consideró el resultado como “un gran trancazo” al proceso que había iniciado con masivas movilizaciones años atrás, en donde quedaron “por fuera” los partidos políticos, y ahora es necesaria “la rearticulación para llegar a grandes acuerdos” y así redactar un nuevo texto. Agregó que “este es un revés” electoral “propio de los procesos internos de los países”, y “no por eso el proceso” de giro a la izquierda que se vive en la región, según el FA, “va a quedar trancado”. “Este es un traspié importante”, reconoció, aunque “todavía Boric y los partidos de izquierda” tienen la chance de revertirlo.

Darío Mendiondo, integrante de la Carifa en representación del Nuevo Espacio, dijo a la diaria que en Chile hubo “un proceso de acumulación sociopolítica que permitió empezar a discutir algunas cosas que estaban vedadas”, y por tanto la derrota electoral del Apruebo no implica un fracaso. Apuntó que este es “un revés electoral” que “se enmarca dentro de un proceso que ha tenido muchas aristas positivas”, y “de lo que se trata ahora es de reagrupar las fuerzas, de generar las condiciones subjetivas y objetivas para la redacción de una nueva Constitución y que sea respaldada por el pueblo chileno”.

En cambio, legisladores de la coalición de gobierno vieron con buenos ojos los resultados y así lo expresaron el mismo domingo en su cuenta de Twitter. Uno de ellos fue el senador del Partido Nacional Sebastián da Silva, integrante de la Comisión de Asuntos Internacionales, quien escribió que “Chile recuperó el sentido común” aunque fue una “reacción tardía e insuficiente”. Consultado por la diaria, dijo que “la reforma propuesta adolecía de sentido común, incorporaba elementos incumplibles” ya que “los derechos eran infinitos y las obligaciones inexistentes, y por eso fracasó”. “La gente le tuvo miedo a entrar en un corral de ramas”, señaló.

“En Chile y en cualquier otra parte del mundo estoy del lado más estadounidense, casi que nunca tocar la Constitución”, expresó. Igualmente, opinó que si se analizara “la conveniencia” para Uruguay, “un resultado a favor del cambio constitucional incrementaría la llegada de chilenos” al país, que, según dijo, “desde que llegó Boric” se ha incrementado. “Ahora capaz que, al haber recuperado el sentido común, esa corriente de llegada de chilenos, que es muy importante, se suaviza un poco”, concluyó.

Mientras tanto, el diputado del Partido de la Gente, Daniel Peña, de la Comisión de Asuntos Internacionales de la cámara baja, dijo a la diaria que “si bien ya se sabía que no venía muy bien el apoyo a la reforma, el resultado fue demasiado contundente”. Apuntó que se trata de “una elección no cuestionada” en donde hubo “un resultado popular contundente en contra de la reforma constitucional”, lo que a su entender “va de la mano con el apoyo popular del presidente”, ya que “se embanderó bastante con esto”.