El Poder Ejecutivo elevó a través de un decreto la porción del valor del litro de gasoil que se destina al fideicomiso del boleto, es decir, la parte de la tarifa del combustible que va a subsidiar el transporte de pasajeros. Esto no modifica el precio al público, pero sí, por ejemplo, limitó la baja que tuvo en enero el gasoil -de seis pesos-, que podría haber sido mayor de no aplicarse la modificación del subsidio. El esquema de tasas que se aplica al gasoil es cuestionado desde el agro y para el presidente de la Asociación de Cultivadores de Arroz (ACA), Alfredo Lago, la reciente medida es una promesa incumplida por el gobierno.

“Se nos había dicho que no se iba a cambiar este valor y que se iba a mantener, que la búsqueda iba a ser lograr mayor eficiencia. Hay un problema que lo podemos aceptar y entender, que son los costos del transporte de pasajeros, pero nos dijeron que se buscaría otra forma y no ir a un esquema que es más de lo mismo, que no corrige las inequidades sino que por el contrario ahora las multiplica con este aumento”, dijo Lago en diálogo con la diaria.

¿Cómo funciona el subsidio? El economista Gonzalo Márquez, exdirector de Transporte de la Intendencia de Montevideo, indicó que es lo que explica que cada variación del combustible -hacia arriba o hacia abajo- no se traslade al valor del boleto, ya que las empresas de transporte tienen un precio fijo del insumo principal para su funcionamiento. Esto aplica para los ómnibus de la capital así como de larga y corta distancia, suburbano y urbano de los departamentos del interior.

“En el 2006 se creó el fideicomiso (fondo) cuya finalidad era abaratar el precio del boleto a nivel nacional para transporte de pasajeros. Cada vez que alguien consume gasoil, por cada litro está contribuyendo al fondo”, repasó en un hilo de Twitter. Esa contribución era de 3,48 pesos y ahora se elevó en 1,5 pesos hasta 4,98 pesos.

Con el total recaudado por el fideicomiso, que Lago estimó en unos 100 millones de dólares al año, hay un “reintegro a las empresas” por “la diferencia entre el precio del gasoil en surtidor y el precio de referencia fijado para cada subsector” del transporte de pasajeros, detalló Márquez. Entonces, el valor del gasoil para las empresas está fijo, sin importar lo que pase con la tarifa en el surtidor, que desde el nuevo sistema que aplica el gobierno desde mitad del 2021 tiene ajustes cada mes.

Para el transporte capitalino hace un año atrás, por ejemplo, se reintegraba 45,8 pesos por litro y entonces el gasoil valía 13,13 pesos para las compañías. El subsidio al transporte sale de Rentas Generales -la caja del Estado- con excepción de la parte que paga el consumidor final.

Precisamente, el subsecretario de Industria, Walter Verri, dijo a El Observador que la medida establecida vía decreto buscó contener lo que el Estado vuelca al transporte: “Ese fideicomiso [en referencia al subsidio total] gastaba más porque el precio del combustible aumentaba, pero recaudaba menos porque no había sido ajustado. En 2023 el déficit iba a ser muy grande para sacar de Rentas Generales, alrededor de 50 millones de pesos. Entonces se ajustó 1,5 pesos”. Según señaló, la variable no se ajustaba desde 2018.

Cuestionamientos

Tanto los arroceros como otros sectores del agro cuestionan la lógica detrás de este esquema de subsidio: “Hay cosas para mejorar a la interna del sistema de transporte [en pos de bajar costos]. Además, no es transparente la forma en que ese dinero se distribuye. Si bien hay una necesidad [de subsidiar el precio del boleto], entendemos que este no es un instrumento eficiente, más cuando se carga sólo a quien consume gasoil”, apuntó el presidente de la ACA.

Recordó que esta postura fue explicitada por la gremial empresarial a los candidatos presidenciales en 2019, y con la llegada al gobierno de Luis Lacalle Pou “teníamos expectativas de que iba a ir a fondo con este tema”, pero no fue así. “Primero vino la pandemia y había que ayudar al transporte. Lo entendimos, se generó una especie de tregua, pero pasó el tiempo y no se generaron esas adecuaciones, y ahora se aumenta el valor”, expresó Lago.

Por su parte, José Luis Alonso, director de Ancap por Cabildo Abierto, dijo a la diaria que la tasa que se aplica para subsidiar el boleto podría “asociarse al precio de la nafta”, porque este es el combustible que usan los autos, que de algún modo compiten con el transporte de pasajeros para la movilidad ciudadana. “Pero la nafta tiene un Imesi que es alto. La fiesta siempre alguien la paga, si no sale del precio en el surtidor [del gasoil] sale de Rentas Generales”, opinó sobre el subsidio, y planteó que “es atendible” la decisión del Ejecutivo de hacer un ajuste porque “tenemos inflación, entonces si mantenemos siempre el mismo valor va perdiendo” peso el monto que pagan los consumidores dentro del fideicomiso.