La organización Madres y Familiares de Uruguayos Detenidos Desaparecidos emitió un comunicado este lunes en el que exige que “se tomen todas las acciones necesarias” para identificar a las personas que dejaron una bolsa con huesos en la casa de una integrante del colectivo La Casa de Óscar, que recientemente logró que se designe el cuartel de San Ramón, en Canelones, como sitio de memoria. La organización pide que “se haga justicia conforme al debido proceso”.

El hecho ocurrió el sábado 28 de octubre. Además de la bolsa con huesos, dejaron una nota que decía: “Acá hay huesos. No en los cuarteles, sigan buscando, giles”, que tiene la firma de la Juventud Uruguaya de Pie (JUP).

“Estos acontecimientos nos retornaron a prácticas del pasado que buscan amedrentar a las compañeras y compañeros que dedican su tiempo a sentar las bases para que el ‘Nunca más terrorismo de Estado’ deje de ser un mero proyecto político y se materialice en la realidad de un país que debe ser democrático, justo y cargado de memoria”, sostiene el comunicado.

Asimismo, Familiares denuncia que a 50 años del golpe de Estado aún persisten “narrativas negacionistas que buscan destruir y detener una lucha sostenida desde los rincones más solidarios de nuestra sociedad” y que “reflejan la impunidad latente que no hemos logrado desterrar”.

“Hoy, como ayer, seguiremos luchando contra la impunidad y resistiremos ante las visiones negacionistas; porque no debemos ser indiferentes ante ningún tipo de acción que amenace el camino construido por verdad, memoria y justicia”, concluye el texto.

“No quedarán impunes”

Unas horas después del acontecimiento, el colectivo La Casa de Óscar expresó su rechazo a este “hecho violento, fascista y amenazante”, que “busca amedrentar la lucha por la memoria en San Ramón”.

En un comunicado difundido el sábado, el grupo afirma que “las amenazas no quedarán impunes” y que fueron realizadas las denuncias correspondientes. “Consideramos que estos sucesos no pueden quedar archivados, esta es una clara expresión de la impunidad y de la búsqueda de mantener el silencio de los sectores fascistas que aún persisten en nuestra sociedad”, agrega el texto.

Crysol, la asociación de ex presos políticos, también repudió el hecho, y considera que tiene “claras intenciones amedrentadoras”.