Toledo es una ciudad estrechamente vinculada con el pasado reciente. A sus afueras se ubica el Batallón de Infantería Paracaidista 14, en cuyo predio fueron encontrados, en 2011 y 2012, respectivamente, los restos del maestro y periodista Julio Castro y del dirigente de la Agrupación de Funcionarios de la UTE y militante del Partido Comunista Revolucionario Ricardo Blanco Valiente. Asimismo, este año fueron hallados los restos de una mujer detenida desaparecida, quien aún no ha podido ser identificada.

Con el paso del tiempo, varios puntos de la localidad canaria se resignificaron y dejaron espacio a la construcción de memoria mediante diferentes intervenciones. Entre ellas, se destacan un monumento en homenaje a las víctimas del terrorismo de Estado, situado en la plaza principal de la ciudad; la denominación de Julio Castro tanto al liceo como a la escuela técnica, y, quizás de mayor relevancia, un sitio de memoria ubicado al lado del batallón, donde este miércoles por la mañana la Comisión Nacional Honoraria de Sitios de Memoria (CNHSM) colocó una nueva placa conmemorativa.

El acto inaugural contó con la presencia de más de 50 personas, entre quienes se encontraban el exintendente de Canelones y principal impulsor de Ley 19.641, que reglamenta la creación de sitios de memoria, Marcos Carámbula; el intendente en funciones, Marcelo Metediera; la alcaldesa en funciones de Toledo, Olga Fernández; representantes del Colectivo Memoria de Toledo; las hijas de Blanco Valiente, así como diputados y senadores del Frente Amplio (FA), entre otros.

Todos ellos se congregaron en torno al sitio, que precede a la placa y se encuentra ornamentado por un tótem de madera que asemeja un rostro. El monumento carece de rasgos distintivos excepto por una gran boca abierta, como si estuviera desesperada por contar a los visitantes los hechos ocurridos metros detrás, donde el Grupo de Investigación en Antropología Forense (GIAF) continúa con la búsqueda de restos de detenidos desaparecidos.

“Formar a las nuevas generaciones en la cultura de los derechos humanos”

Es tan corta la distancia entre el sitio de memoria y el predio donde se hallaron enterramientos, que a lo largo del acto, que comenzó con un discurso de Aníbal Flores, integrante del Colectivo Memoria de Toledo, podía vislumbrarse a la distancia la retroexcavadora que el GIAF utiliza para limpiar el terreno. Su incesante ruido es un recuerdo de que aún queda trabajo por realizar.

Flores destacó el trabajo del colectivo “para hacer reconocer las prácticas del terrorismo de Estado” ocurridas en Toledo, que caracterizó como “intenso”. Según detalló, su propósito es el de “recuperar y valorizar” el sitio como “espacio para la memoria [...] que sirva como símbolo para el nunca más”.

Asimismo, recalcó diferentes trabajos conjuntos realizados junto con integrantes de la comunidad educativa, por ejemplo, con la Escuela de Artes y Oficios de la UTU y el Instituto Escuela Nacional de Bellas Artes, con quienes han desarrollado “espacios artísticos de reflexión”. Flores también agradeció la receptividad del gobierno departamental, del que reconoció “una gran identificación con nuestro proyecto de política cultural de desarrollo de la memoria histórica del pasado reciente”.

“El sitio de memoria nos ayuda a formar a las nuevas generaciones en la cultura de los derechos humanos, pues hay muchos jóvenes que no conocen lo que significó la dictadura en nuestro país”, explicó Flores. “Desarrollar y educar en la memoria del pasado reciente es crecer en valores democráticos, de participación ciudadana; comprometernos con el futuro de nuestro pueblo en la igualdad de oportunidades, en la justicia social, en la distribución de la riqueza, que fue en definitiva el origen de la lucha contra la dictadura militar”, concluyó.

La dictadura uruguaya se caracterizó por su “silencio y secretismo, que se mantienen al día de hoy”

Por su parte, el exintegrante del GIAF y actual colaborador del Museo de la Memoria Octavio Nadal explicó que los hechos del terrorismo de Estado llevaron a una interpelación que supera al período dictatorial, en el entendido de que visibilizó “marcos de referencia” que permiten comprender el “proceso de la violencia”, el Estado pasó a ser comprendido como “una organización que puede, por el poder que tiene, llegar a violentar derechos de otros colectivos en otras épocas”, como ocurrió, por ejemplo, con los pueblos indígenas luego de la independencia.

Nadal también recordó que los hechos de terrorismo de Estado excedieron a nuestro país, puesto que se aplicaron métodos que “se estaban aplicando en el resto de América Latina y con la misma expectativa: destruir a la oposición política”. Sin embargo, caracterizó el caso uruguayo como “paradójico”, ya que, a diferencia de los países vecinos, la dictadura uruguaya se caracterizó por su “silencio y secretismo, que se mantienen al día de hoy”.

También intervino el director de Derechos Humanos de la Intendencia de Canelones, Carlos Garolla, quien agradeció el trabajo “militante y honorario” realizado por la CNHSM a partir de la aprobación de la Ley de Sitios de Memoria. A lo largo de su discurso, Garolla recalcó el compromiso del gobierno departamental, el único en el país que cuenta con una Dirección de Derechos Humanos.

Así, Garolla utilizó la consigna “en Canelones elegimos tener memoria” para referirse a esta postura y explicó que parte de una decisión política que comenzó con el gobierno de Marcos Carámbula y fue continuada durante la administración de Yamandú Orsi.

Luego del acto, los representantes de la CNHSM se desplazaron hacia el edificio sede del Municipio de Toledo, donde sesionaron y anunciaron la aprobación del establecimiento de un sitio de memoria en el Regimiento 6 de Caballería Mecanizada de la ciudad de San Ramón. También se colocará una placa en la sede del Sindicato Único Nacional de la Construcción y Anexos, que fue apropiado y utilizado como centro de detención y tortura durante la dictadura.

En diálogo con la diaria, la representante de la CNHSM por la Institución Nacional de Derechos Humanos y Defensoría del Pueblo (INDDHH), Virginia Martínez, tildó a las actividades llevadas a cabo este miércoles como parte de “un día especial”. Martínez explicó que el Batallón 14 es un “sitio de enterramiento colectivo” que se encuentra “muy fuerte en la memoria” dados los últimos hallazgos, si bien recordó que “no es el primero y no será el último”.

Según detalló Martínez, “la amplitud del circuito de sitios de memoria también nos habla de la amplitud de la represión, que no fue solamente el asesinato y la cárcel, sino también fue la destitución, fue la censura”, y agregó que “la amplitud del reconocimiento” a dicha represión ya afectó “a toda la sociedad”.

Además, Martínez reivindicó el rol del organismo para con la sociedad. Según explicó, “el trabajo de memoria siempre está dirigido a la comunidad”, por lo que sesiones como la de este miércoles “devuelven el trabajo de memoria al lugar de donde nace, que es la sociedad y sus actores”. “Estamos donde tenemos que estar, que es en la sociedad”, concluyó.