En un rincón de la plaza Primero de Mayo, frente al Palacio Legislativo, quedó instalada este lunes una pequeña carpa de propaganda en contra de la reforma jubilatoria, y el acto fue acompañado por cientos de personas que asistieron a una nueva demostración del rechazo de la Intersocial al proyecto del gobierno. En principio, la carpa no se desarmará hasta el 27 o 28 de marzo, cuando, según el movimiento sindical y las demás organizaciones sociales, la Cámara de Diputados estaría votando y aprobando de manera definitiva la reforma.

En medio de canciones de Kuropa, Nacho Cáceres y Alejandro Balbis, el presidente de la Federación Uruguaya de Cooperativas de Vivienda por Ayuda Mutua (Fucvam), Enrique Cal, pronosticó que la votación de la reforma “se hará en el marco de una gran movilización popular”, en referencia al paro del PIT-CNT fijado para el 23 de marzo.Hasta entonces, la Intersocial organizará en “la carpa de la resistencia” debates sobre la reforma.

Según Cal, se trata de una “cruzada” en contra de un proyecto que tiene “un sesgo claramente clasista”, ya que “no toca a los que tienen más”. Señaló que en Uruguay, a diferencia de otros países, los trabajadores aportan “el doble de lo que aporta el sector patronal” y aseguró que, en caso de aprobarse la reforma, las futuras jubilaciones caerán “hasta un 30%”.

“Los que sostenemos al país, los que nos levantamos todas las mañanas para ir a laburar, tenemos derecho a una jubilación digna. Tenemos derecho a jubilarnos a una edad en la que podamos seguir disfrutando de nuestra vida”, expresó Cal.

Luego, carpeta en mano, habló Elbia Pereira, secretaria general del PIT-CNT: “De aquí en más cada persona que transite por esta emblemática Primero de Mayo verá instalada una carpa que tiene el objetivo de informar y acercar a la ciudadanía el contenido de esta reforma”.

Pereira reconoció que “hay que revisar” el actual sistema previsional, pero afirmó que “lo que está sobre la mesa no es una reforma de la seguridad social” sino “una reforma de jubilaciones y pensiones” que propone “un retroceso que recaerá exclusivamente en las espaldas de las y los trabajadores”. Por eso, manifestó: “Rechazamos este proyecto regresivo e injusto, pero además rechazamos enfáticamente la ausencia de propuestas para mejorar las fuentes de ingreso”.

“Que no hipotequen el futuro de los uruguayos”

En diálogo con la diaria, Gabriel Molina, presidente de Sutel y miembro del Secretariado Ejecutivo del PIT-CNT, afirmó que el proyecto del gobierno “te está invitando a trabajar más tiempo y cobrar menos”, y aseguró que en el proceso de la elaboración de la reforma “no hubo un diálogo con las organizaciones sociales y el movimiento sindical”. “Un grupo de notables”, continuó, “se sentó detrás de una mesa y resolvió el futuro de los uruguayos”.

Acerca de la estrategia de oposición a la reforma del PIT-CNT, Molina dijo que existe “un proceso de acumulación” que terminará en el paro y la movilización del 23 de marzo, cuando “le estaremos diciendo a la mayoría del Parlamento que no hipotequen el futuro de los uruguayos”. Consultado sobre la estrategia ante una eventual aprobación de la reforma, expresó: “Nos sentaremos para ver qué hacemos, no descartamos nada”.

Al respecto, Sergio Sommaruga, también miembro del Secretario Ejecutivo del PIT-CNT, aunque de una corriente minoritaria, dijo a la diaria que al movimiento sindical “le está faltando un plan B” en caso de que la reforma se apruebe. Por ahora, sostuvo, la central sindical “está siguiendo una hoja de ruta –que no siempre tuvo– para parar la reforma, pero si no logramos que ese objetivo se cumpla, no tenemos un plan para el día después”. En tal sentido, recordó cuando en la última Mesa Representativa de 2022 la mayoría de los sindicatos rechazaron avanzar “por el momento” en un plebiscito constitucional contra la reforma.

Por otra parte, Sommaruga sostuvo que “lo peor” del proyecto es que promueve un deterioro de “la responsabilidad del Estado en la solidaridad”. A su modo de ver, “la aplicación concreta de los contenidos de la reforma implica una degradación de la solidaridad social a través del Estado”, e identificó “un retroceso en un valor intangible, que tiene que ver con la solidaridad”.

En tanto, Carlos Clavijo, representante de los trabajadores en el Banco de Previsión Social, cuestionó lo dicho por la ministra de Economía y Finanzas, Azucena Arbeleche, quien ha asegurado que “en ningún caso va a haber una caída de las jubilaciones”. “Los números que hicimos nosotros son confiables, tienen un sustento técnico importante. Pero aparte, Cinve, que no es ni del gobierno ni de la oposición, tiene un informe muy parecido al nuestro, con dos escenarios: en uno pierde el 33% y en otro pierde el 67%”, es decir, “siempre pierde gente”, expresó a la diaria.

Acerca de los posicionamientos de Cabildo Abierto y el Partido Colorado, cuyos diputados en el último tiempo han expresado diferencias con el proyecto, Clavijo señaló que “el diputado es el que recibe el voto de su gente; si le dice una cosa y después hace otra, se le complica para las próximas elecciones”. Esto no ocurre con los senadores, que “no están cerca del pueblo”. “Ya está demostrado que acá la gran mayoría pierde. Lo más seguro es que podamos frenar esta reforma”, afirmó.