“Adentro se resuelve ‘blanco’ y ella afuera dice ‘gris’”, señaló a la diaria un legislador nacionalista para ejemplificar las discrepancias que varios senadores del Partido Nacional (PN) están teniendo con el accionar de su par Graciela Bianchi, que este año asumió como coordinadora de la bancada nacionalista de la cámara alta. Esto ha generado “molestia” y también trajo “falta de confianza” en algunos legisladores nacionalistas, según supo la diaria por varias fuentes blancas.

En el primer año de gobierno, 2020, el coordinador de la bancada fue Gustavo Penadés (lista 71, herrerismo), en 2021, Amin Niffouri (lista 404, el sector del presidente Luis Lacalle Pou), en 2022, Carlos Camy (Alianza Nacional), y este año le tocaba otra vez a un senador de la 404, y si bien algún legislador quería que fuera Carmen Asiaín, quedó Bianchi.

Un legislador del PN señaló que la coordinación está siendo “complicada” porque Bianchi está en actitud de “permanente confrontación”, además, “no es reservada, ventila todo lo que se habla” y a veces ha tomado decisiones “sin consultar”. Pero lo que más malestar genera es la “dualidad de criterio: se acuerda una cosa y después transmite otra”. La fuente agregó que Bianchi ha tenido choques con varios compañeros y que, con la vicepresidenta, Beatriz Argimón, mantiene “poco diálogo” y, cuando lo tiene, es “protocolar”. 

A su vez, la fuente subrayó que lo que queda de 2023 “será difícil” en el Parlamento para la coalición, por eso, buscar consensos será “muy importante”, pero Bianchi no es la que tiene mejor relación con el Frente Amplio (FA). Agregó que, ante la licencia de Penadés, a raíz de las varias denuncias de adolescentes en su contra por explotación sexual, el PN en el Senado “se quedó sin negociador”, por lo tanto, en vísperas de la Rendición de Cuentas, puede haber “grandes problemas” a la hora de negociar tanto con la oposición como con los demás partidos del oficialismo.

Un senador blanco señaló que el problema con la coordinación de Bianchi es que “es muy difícil confrontar temas si ella los está manejando” y “no se puede meter bocado”. Aclaró que “es brava, pero no lo hace mal” y que el problema radica en que estaban acostumbrados a “coordinaciones de otro tipo”. Señaló que el problema con Bianchi se da cuando modera las reuniones, ya que “hace ida y vuelta con cada uno de los que hablan, en lugar de moderar la reunión”. De este modo, “las reuniones se hacen desgastantes, porque tenés que estar esperando turno para discutir con ella, en lugar de esperar para plantear el tema y que siga el funcionamiento de todo”, subrayó el senador blanco.

Un alto dirigente nacionalista que no integra la bancada dijo a la diaria que hay “preocupación” porque sienten que en la coordinación “hay un poco de desorden” y subrayó que es un tema que deben hablar entre los senadores nacionalistas. Por ese motivo, la vicepresidenta Argimón está “colaborando un poco más” con la bancada. Por ejemplo, la semana pasada, la reunión entre los senadores blancos por las últimas denuncias contra el senador Penadés, en la que se trató su pedido de licencia, fue organizada por Bianchi pero se realizó en el despacho de la vicepresidenta, con Argimón presente, justamente a pedido de varios senadores.

Un ejemplo de las interferencias que se generan en la coordinación es reciente. El miércoles, el FA presentó una moción en el Senado para que se tratara con carácter “grave y urgente” una serie de medidas por el problema de la salinidad del agua de OSE, y el día anterior, la coordinadora del Senado de la oposición, Amanda Della Ventura, había mandado la minuta durante la reunión de coordinación; pero, según un senador nacionalista, Bianchi no se lo comentó a sus demás compañeros de bancada.

“Hay que entenderla”

A su vez, otro senador blanco le bajó el perfil al asunto. Dijo a la diaria que Bianchi “es muy particular”, por lo tanto, con ella “todo es complejo”, pero “hay que entenderla”, ya que “explica largo”, entonces, “todo es más largo”, pero es su “estilo”. Descartó que esto haya generado dificultades y subrayó que la eligieron coordinadora “sabiendo que esto era así”, entonces, no está “sorprendido” con cómo lleva la coordinación.

En tanto, consultada por la diaria sobre estas diferencias y críticas, Bianchi las negó rotundamente. Dijo que “nadie” le “cuestiona nada” en la bancada sino, “al contrario”, le comentan “qué suerte que nos llevamos bárbaro”, y agregó: “Si quieren abrir grietas, que se enfrenten a mí”. Insistió con que “de verdad” ella no percibe “absolutamente nada” sobre las discrepancias, y que el legislador que señaló que resuelven “blanco” y ella afuera dice “gris” en realidad “tiene problemas de daltonismo”. Bianchi aclaró que no es feminista pero piensa que estas críticas se deben a que “les revienta que una mujer sea la coordinadora”. “La verdad es que no percibo nada, pero topos siempre hay”, finalizó.