A las 23.47 del miércoles finalizó en el Senado la interpelación del Frente Amplio (FA) a los ministros de Salud Pública (MSP), Karina Rando, y Ambiente, Robert Bouvier, que estuvieron acompañados por los jerarcas de OSE. El tema fue la crisis hídrica; la sesión había comenzado cerca de las 11.00. A las 20.00, cuando los interpelados ya habían dado sus explicaciones, el oficialismo y la oposición ya tenían redactadas las resoluciones. La moción presentada por los legisladores de la coalición de gobierno obtuvo una mayoría de 17 votos, y por lo tanto la del FA no se llegó a votar, por ser contrapuesta.

Para la coalición, las explicaciones fueron “ampliamente satisfactorias”, y destacó “la respuesta a la totalidad de las preguntas presentadas por el miembro interpelante”. Además, reafirmaron, “como bien dijo la ministra de Salud Pública en sala”, que el agua distribuida por OSE “es segura para el consumo humano”. Por su parte, la oposición pidió, entre otras cosas, que el presidente Luis Lacalle Pou releve de su cargo al presidente y a la vicepresidenta de OSE, Raúl Montero y Susana Montaner, respectivamente.

El miembro interpelante fue el senador del FA Enrique Rubio. Al inicio de la sesión sostuvo que “el Parlamento no podía ser ajeno a la consideración de la crisis más grave en materia hídrica en el área metropolitana y otros lugares que se han registrado en nuestro país”, y que “desde ese punto de vista el objetivo de esta convocatoria por parte de la bancada del FA ha sido informarse sobre la situación, sobre la gestión de la crisis y evaluarla”, y “determinar responsabilidades en caso de que las hubiera”, así como “de intercambiar sobre el plan de contingencia, para un escenario que será muy adverso si no llueve”.

Rubio dedicó algunos minutos de su introducción a repasar las inversiones realizadas en OSE durante los 15 años de gobierno del FA. “En realidad, como se está mostrando [en una presentación de Power Point que proyectó en la sala], no sólo hay una enorme cobertura de OSE y del agua potable en la población de nuestro país, sino que hubo inversiones muy importantes durante los 15 años que gobernó el FA. Son 1.300 millones de dólares entre agua y saneamiento, de los cuales en la última década [corresponden a] 100 millones de dólares anuales”, aseguró.

Por otro lado, se refirió a los dichos de Bouvier, quien dijo en febrero que la situación por el agua potable estaba “controlada” y que, además, acusó al representante en OSE por el FA de ser “fatalista”: “¿La oposición dramatizó o el gobierno negó la realidad? En el día de hoy estamos en esta situación”, sostuvo Rubio.

El cuestionamiento es, dijo, a “cómo se llegó a la emergencia” por el “mal manejo del déficit hídrico y medidas del gobierno”, por ejemplo, al no haber avanzado en las obras de la represa de Casupá o en la reparación de cañerías. Asimismo, cuestionó las decisiones políticas “con falta de soluciones a futuro”. Entre ellas, mencionó que se haya priorizado el proyecto Neptuno, que tiene un elevado costo y que, a su entender, “no soluciona la falta de reservas de agua para potabilizar ni asegura el abastecimiento ante sequías y hacia 2045”.

La tabla de sodio, el agua potable y la definición de la RAE

Con comparaciones ilustrativas entre distintos productos ultraprocesados altos en sodio con vasos de agua en cantidades proporcionales al contenido de sodio, para probar que la mayor ingesta de sal se produce a través de los alimentos y no del agua, Rando llevó adelante su defensa de la decisión de permitir que se eleven los parámetros de sodio y cloruro en el agua que sale de la canilla.

En un principio, la jerarca señaló que el déficit hídrico es “un evento sin precedentes” en Uruguay y que es consecuencia del cambio climático que impacta a nivel global, y se refirió al concepto de “agua potable”, algo cuestionado por la oposición luego de que Bouvier dijera que el agua que sale de la canilla “no es potable pero sí bebible”.

Según expuso en sesión, la RAE define “agua potable” como “agua apta para consumo humano”. “Desde una mirada poblacional y de enfoque de la salud pública el MSP trabaja teniendo siempre presente la necesidad de cumplir y preservar las necesidades de la población asegurando el recurso hídrico y la higiene”, añadió.

Por otro lado, sostuvo que las concentraciones de cloruro son las que “dan el sabor salado al agua” y expresó que la Organización Mundial de la Salud “no establece valores de referencia basados en efectos sobre la salud para el cloruro de sodio en el agua para uso y consumo humano”, sino que los valores máximos permitidos “se basan en umbrales sensoriales, no de salud”.

¿Es viable Casupá?

Ante las críticas de la oposición por la no construcción de la represa de Casupá, que ya estaba financiada, Bouvier dijo que “tampoco resuelve el problema” de mantener una sola fuente de abastecimiento de agua, que es el río Santa Lucía, porque “ya está bastante estresado por problemas ambientales y con una problemática diversa que se está atacando mediante planes para mitigar su contaminación y para la protección y restauración de ecosistema”.

Según el ministro de Ambiente, se trata de un río “al que hay que cuidar y darle un respiro para poder llevar a cabo una gestión ambiental sostenible”. Asimismo, estableció que “un accidente o un evento de contaminación” sobre la cuenca afectaría el agua bruta y las reservas utilizadas en la usina de Aguas Corrientes, “creando un problema cuya dimensión resulta difícil de imaginar”.

Sobre la financiación, dijo que “no estaba todo pronto”, como se señaló desde la oposición. “Simplemente había una comunicación de aceptación de condiciones, era una posibilidad de financiamiento [a la] que le faltaban bastantes etapas”, expresó.

Botana, las barras y Sánchez

El nacionalista Sergio Botana fue el senador encargo de defender al gobierno, y por eso fue el primero de los legisladores del oficialismo en hablar en sala. Dijo que fue una “lástima que no se siguieron los avisos, que no fueron pocos, que hizo el exministro [Eleuterio] Fernández Huidobro”, que advirtieron “permanentemente las cuestiones vinculadas a los volúmenes de agua bruta disponible”. Luego, el senador dijo que Casupá “es una solución”, pero en realidad “no existe en la ilusión de nadie la posibilidad de que Casupá estuviera pronta a la fecha de hoy”. “Para empezar, no sé si tengo recuerdo de alguna obra en este país que haya terminado antes del cronograma de obra previsto. Parece que en este caso se iba a dar esa posibilidad”, ironizó.

Luego Botana citó una nota del diario El País del 19 de febrero de 2009, cuyo título era “Para mantener el nivel de la reserva de agua, los técnicos resolvieron continuar con el rebombeo aguas abajo para no perder líquido”, y el senador resaltó que “no es esta película sino la que ya vivimos”. Además, leyó que, en aquel momento, luego de una reunión de técnicos de OSE y autoridades del MSP, aseguraron que, “a pesar de que aumenten los registros de cloruro, no hay riesgos para la salud humana”. Por lo tanto, Botana subrayó que “no lo tenía que decir la doctora Rando”, porque ya lo habían señalado los jerarcas de los gobiernos del FA.

Botana preguntó si se sabe “en cuántas localidades tenemos arsénico en exceso en Uruguay”, ya que “el gobierno del FA convivió con esto sin haber hecho absolutamente nada, con riesgo para la salud humana”. Se contestó que “en 163 localidades del país”, y subrayó que “ya empezó el proceso de inversión para revertir este daño”. “En 163 localidades de Uruguay se está envenenando; muy de a poquito, es cierto, pero esto es envenenar a la gente. Que la gente tenga problemas sensoriales con el agua no es envenenar a nadie”, aseguró. En ese instante, la gente que estaba en las barras se agitó y la vicepresidenta Beatriz Argimón pidió silencio, y acto seguido pasó a desalojarlas. Luego pidió un cuarto intermedio.

Por su parte, el senador de la oposición Alejandro Sánchez dijo que habían escuchado “pocas” explicaciones de los jerarcas y “cero autocrítica”, por lo tanto, “parecería ser que el gobierno no es absolutamente responsable de nada”. Agregó que las intervenciones de los legisladores oficialistas deslizaban “que la culpa es del FA”, y criticó que es un discurso ya repetido. “Transitando el cuarto año de gobierno, tiene que llegar el día de hacerse cargo de algo”, subrayó.

El FA pide “un comité de crisis, integrado por todos los partidos políticos”

Luego de una breve conferencia de la bancada de la coalición, en la que básicamente dijeron lo que luego redactaron en la resolución, los senadores del FA también dieron una conferencia de prensa. Rubio dijo que en lo expuesto por los jerarcas del gobierno no encuentran “explicaciones claras”, tampoco “un desarrollo de los escenarios posibles” ni “una explicación de en qué consiste el plan de contingencia”. Agregó que, en realidad, el gobierno “no actuó” ante la crisis del agua, y pasaron muchas semanas “sin comunicación” para que la población controlara el gasto de agua; es decir, “se ignoró la participación ciudadana hasta que se llegó a la situación límite”.

Así las cosas, el FA resolvió “exhortar” al presidente Lacalle Pou “a relevar de su cargo al presidente y a la vicepresidenta de OSE”. En segundo lugar, añadió Rubio, la oposición insta a que se conforme “un comité de crisis, integrado por todos los partidos políticos, que colabore en propuestas para los diferentes escenarios posibles, así como también a los actores sociales y académicos”. Y, finalmente, solicitan que se inicie “un necesario proceso de diálogo y acuerdo nacional para realizar grandes obras con perspectiva hacia 2045”.

Por su parte, la senadora del FA Liliam Kechichian subrayó que “desde octubre se tiene clara conciencia de la situación de crisis hídrica”, pero en ese momento se determinó la emergencia agropecuaria y el gobierno no se detuvo en que “también eso impactaba en el consumo humano”. Subrayó “la gravedad que estamos viviendo”, ya que “se dejó de hablar de agua potable” para hablar de “agua apta para el consumo humano”.

Por último, Rubio dijo que Lacalle Pou “ha desaparecido del escenario” y esa es una de las “preocupaciones fundamentales” de la oposición. Resaltó que “así como en otros momentos de crisis estuvo enfrentándola, en esta situación de crisis hídrica no lo ha hecho”. Y agregó que el pedido de renuncia de los dos jerarcas de OSE es “por ineptitud, por no haber tenido competencia para adoptar medidas cuando meses antes ya se veía esta situación”.

A las 23.30 Rubio cerró su intervención como miembro interpelante y dijo que “esta crisis con la sequía se podría haber manejado de otra manera. Debemos reconocer que no hubo autocrítica alguna y no se asumieron responsabilidades. Es hora de hacerse cargo de las decisiones y de la falta de decisiones del gobierno nacional. Hacemos las críticas pero también hacemos propuestas que esperamos que Presidencia las tome”.

Para el senador de la Vertiente Artiguista, hubo tres puntos que no quedaron claros: “por qué no se bajaron los niveles de presión del flujo de agua durante un tiempo prolongado, y no nos hagan la película mañana [por hoy] de que hablamos de cortes”, “desconocemos si hay un plan de contingencia y si lo hay en qué consiste”, y “no quedo claro cómo van a hacer para mantener el agua que están entregando actualmente con el mismo nivel de calidad si no llueve y Paso Severino deja de volcar agua a Aguas Corrientes”.

Bouvier cerró diciendo que entendió que había contestado todas las preguntas que le hicieron y “por qué optaron por una solución y no por otra”, y a su turno Rando hizo un racconto de los puntos que “había decidido expresar” para que “quede redondeada la idea de lo que se ha hecho”.