El comunicador Sergio Puglia fue uno de los primeros en llegar. Varias señoras le pidieron sacarse una foto, a lo que accedió amablemente, y luego se dispuso a hablar con el histórico dirigente blanco Alberto Volonté. En un salón de eventos de la Colectividad Helénica del Uruguay, en el Prado, el lunes de noche tuvo lugar el lanzamiento de la lista 422, impulsada por jóvenes del Partido Nacional (PN), dentro de Aire Fresco, el sector fundado por el presidente Luis Lacalle Pou.

El evento contó con la presencia -y el discurso- del secretario de Presidencia, Álvaro Delgado, que si bien aún no se oficializó, casi todos los blancos saben que será uno de los precandidatos en la interna del PN. Lo del lunes fue una prueba más para escuchar cómo rugen los motores de la campaña blanca, y uno de los primeros actos de Delgado (a la misma hora, en el Centro de Montevideo, la precandidata Laura Raffo también encabezó un evento -viene con ventaja en cuanto a actos se refiere dentro del PN-, en la Casa de los Lamas, junto al Movimiento Nacional de Rocha).

“Yo, que me conecto con la política a través de los sentimientos, tengo que querer, tengo que tener admiración por mis líderes. Yo soy luisista, pero ahora voy a ser alvarista y martinista [por el ministro Martín Lema, también de Aire Fresco]”, dijo la senadora Graciela Bianchi en el evento de Aire Fresco. La legisladora habló muy brevemente y subrayó las ganas que tienen “de seguir trabajando y de hacer todo para que el país cambie, más de lo que ya ha cambiado, pero ya se nota que vivimos en otro clima”.

Acto seguido, habló Delgado -largo y tendido, cerca de media hora, a diferencia de Bianchi- para cerrar el evento. Luego de comentarios de rigor sobre la lista recién creada y la importancia de que esté encabezada por jóvenes, el secretario de Presidencia fue directo al grano. Dijo que es un momento “de inflexión” porque es el penúltimo año del gobierno, “donde empiezan ya a concretarse una cantidad de cosas”.

Subrayó que el gobierno tuvo “tres características fundamentales”. La primera es “la transparencia, dar la cara y decir la verdad, lo bueno y lo malo”. “Y lo hicimos en los peores momentos, siempre dando información y transparencia”, agregó. “Lo segundo: es un gobierno que tuvo la obsesión por el hacer, y vaya si en el medio no hubo dificultades. La pandemia nos acorraló a todos, al mundo y al Uruguay; teníamos miedo e incertidumbre y, sin embargo, salimos a dar la cara y dimos amparo”, sostuvo.

Destacó que, “en un concepto muy blanco”, pusieron “al individuo y a la libertad en el centro de las políticas públicas”. Dijo que “aquello de la libertad responsable tenía mucho que ver con una concepción intrínseca a la historia del PN”, y “la gente confió, y la gente se cuidó, y después la gente se vacunó y le puso el hombro para sacar el país adelante”.

Preguntas y respuestas

“¿Hay cosas para mejorar? Muchas. ¿Todo está bien? No. Pero todo está mucho mejor, y eso lo tenemos que grabar a fuego, porque tiene que ser lo que vamos a transmitir a la gente. Este es un gobierno que, a pesar de las dificultades, terminó el año pasado con un crecimiento económico que se despegó de América Latina, y el doble a nivel mundial. El año pasado se crearon 40.000 puestos de trabajo, y hay menos desempleo que como recibimos el Uruguay, con dos puntos y pico menos”, aseguró.

Delgado destacó la Rendición de Cuentas que acaba de entrar a la Cámara de Diputados, la última de este período en la que puede haber gasto, que el lunes el equipo económico, encabezado por la ministra Azucena Arbeleche, presentó en el Parlamento. Subrayó que “hay que cambiar algunos paradigmas”, como que el PN “estaba alejado de las políticas sociales o de lo cultural, o tenía otras sensibilidades”.

El jerarca dijo que “cuando uno mira las gráficas de los recursos asignados a la Rendición de Cuentas”, en cada año de este gobierno, desde 2020 hasta 2024, “todos son superiores a la Rendición de Cuentas de 2019, el último año del Frente Amplio” (FA). “Y en eso tenemos que poner que nosotros nos comprometimos a no tocar los impuestos. Y no lo cumplimos... los bajamos, bajamos los impuestos”, acotó, y se ganó uno de los tantos aplausos de la noche. Subrayó que “el manejo responsable, sin despilfarrar”, les permitió “generar un crecimiento económico” que les permitió anunciar una rebaja del IRPF y del IASS, “que es histórica”.

Además, Delgado dijo que el gobierno “no tiene cinco años químicamente puros porque los primeros dos fueron condicionados por la pandemia”, o sea que “está todo corrido”. Por lo tanto, sostuvo que “en realidad” pudieron hacer lo que habían “calculado” a partir del tercer año de gobierno -es decir, 2022-. Aclaró que en los primeros dos años “la prioridad era la salud de la gente, y está bien”. “Y cumplimos, y ahora sí, ahora le cambiamos el paradigma, empezamos a hacer aquello que todo el mundo sabía que había que hacer pero no lo hacía”, dijo, y puso como ejemplo la llamada “transformación educativa”, que era “un debe que tenía el Uruguay” porque “se estaba pauperizando la educación”.

El agua “es apta para consumo humano”

Luego, Delgado se refirió a la crisis hídrica. Subrayó que el gobierno iniciará proyectos “que tienen que ver con un viejo tema, que en los últimos días, algunos con mucha honestidad intelectual han reconocido que les quedó en el debe, porque priorizaron otras cosas”. “No voy a entrar en la polémica para atrás, no vale la pena. La gente espera de nosotros que miremos para adelante y que no nos andemos pasando factura. La gente es sabia, y después decide”, sostuvo. Luego se refirió a los últimos dichos del expresidente José Mujica, que habló “con mucha autocrítica de algunas cosas que se podrían haber hecho en materia de obras impostergables que no se hicieron”, relacionadas con el agua.

“Pero es verdad: si el FA, durante 15 años, con bonanza económica y mayoría propia, hubiera hecho las obras de una fuente alternativa de agua para suministro de la zona metropolitana, hoy no estaríamos viviendo esta situación. Y este gobierno, no de ahora, de hace un año y pico, apenas terminó la pandemia, encaró el proyecto Arazatí para darle una fuente segura alternativa de agua a la zona metropolitana, para que nunca se quede sin agua. Y eso es hacer lo que se debe hacer”, subrayó.

A su vez, Delgado aseguró que la calidad del agua que suministra OSE en la zona metropolitana “tiene un poquito más de cloruro y un poquito más de sodio, pero es apta para consumo humano” y “así está establecido por la excepción otorgada por el Ministerio de Salud Pública”. Señaló que harán “lo imposible” para que esa calidad del agua “pueda permanecer, para que la gente pueda tener agua para tomar, para bañarse, cocinar y saneamiento”. No obstante, aclaró que el gobierno hizo un esfuerzo, “que le está costando decenas de millones de dólares”, repartiendo dos litros de agua mineral por día, por persona, a la población vulnerable.

“Dentro de un año y pico la gente va a tener que elegir, y va a tener que elegir entre un rumbo que representa el FA, que lo único en que ha sido consistente es en la crítica, nunca en la propuesta. Además, vemos un FA egoísta, que siempre piensa en el rédito electoral chiquito, propio, y está más radicalizado, y eso lo único que nos asegura es incertidumbre sobre el futuro. Y como contracara de eso, vemos un gobierno que, con errores, aciertos, compromiso, mucho esfuerzo y trabajo, a pesar de haber tenido sólo tres años de los cinco para poder operar como quería, por lo menos le dice a la gente que este es el camino”, sostuvo, y al final djio que podrán “mirar a la gente a los ojos y pedirle de nuevo la confianza, por otros cinco años”. “Como dijimos en 2019, y lo demostramos en los hechos, no la vamos a defraudar”, finalizó.