El resultado de las elecciones primarias abiertas, simultáneas y obligatorias (PASO) en Argentina, en las que el triunfador fue el economista ultraderechista Javier Milei, repercutió en el ámbito económico apenas comenzada la mañana de este lunes. Tal es así, que al cierre de esta nota el dólar oficial estaba a 365 pesos, mientras que el blue –el clandestino– ascendía a 685 pesos.

Marcos Soto, decano de la Escuela de Negocios de la Universidad Católica del Uruguay (UCU), expresó que “fue una sorpresa” la devaluación, porque “fue algo que no estaba en los planes y no estaba siendo visualizado como una opción real por los mercados”.

De hecho, el contador dijo que los mercados habían descontado un triunfo de la postulante de Juntos por el Cambio Patricia Bullrich, “que era la opción preferida incluso por el establishment financiero” porque, por un lado, mostraría “cierta disciplina fiscal” y, por otro, “no dejaría de asegurar cierto funcionamiento tradicional de lo que es la política y la economía argentina”.

Para Soto, el “gran problema” que genera Milei es su discurso “muy radicalizado en algunos aspectos muy puntuales”. Por ejemplo, desde el punto de vista económico, propone la dolarización, por lo que “hay que ver hasta qué punto eso es real”. “Por supuesto, con la dolarización aparece la potencial eliminación del Banco Central, porque no tendría sentido tenerlo. Aparecen también en el horizonte frases bastante elocuentes vinculadas a lo que son los impuestos y lo que es el alcance del Estado”, dijo a la diaria.

En tanto, señaló que todas las propuestas que ha hecho Milei “no reducen el riesgo de default”, sino, por el contrario, podrían incluso aumentarlo. “No hay ningún elemento que genere tranquilidad en ese sentido. Obviamente, la respuesta del gobierno argentino es una devaluación, que creo que es un acuerdo que ya tenía con el Fondo Monetario”.

La devaluación argentina lo que hace es, de algún modo, “encarecer formalmente” las importaciones y de esa manera “vuelve a alejar a Argentina del mundo, sumado a las medidas de las últimas semanas, con impuestos adicionales al comercio internacional de bienes y de servicios”, analizó. “Para el productor y el exportador uruguayo va a ser una dificultad adicional esta devaluación para lograr ser competitivo en el mercado argentino”, vaticinó.

Por su parte, Giuliano Cantisani, economista de CPA Ferrere, indicó que el resultado de las PASO deja un escenario “incierto” hacia adelante. En conversación con la diaria dijo que este “escenario de sorpresa e incertidumbre” es propicio para continuar “profundizando la depreciación del peso argentino y es probable que se den episodios de gran volatilidad”.

“El gobierno argentino anunció una devaluación del tipo de cambio oficial del orden del 20%. Esto, a su vez, puede generar un repunte inflacionario, por lo que no es claro que la depreciación de los tipos de cambio paralelos se traduzca en un abaratamiento adicional significativo de Argentina”, apuntó.

No obstante, cree que Argentina continuará siendo “significativamente” más barata que Uruguay. En ese sentido, citó la última medición del Índice de Precios Fronterizos llevada a cabo por la UCU, que concluye que Uruguay es un 126% más caro que Argentina y que esa diferencia “se mantendría”.

El principal impacto de esta situación es una “fuga de consumo”, expresó, y agregó que si bien el consumo de los hogares está creciendo de la mano de la recuperación salarial y el aumento del empleo, “este consumo no se está volcando al mercado interno, sino que gran parte se realiza fuera de fronteras, principalmente en Argentina”.

En tanto, la politóloga argentina Lara Goyburu opinó que la promesa de dolarizar la economía argentina “es técnicamente impracticable”, y apuntó que “hay que ver” qué hace Milei con esa propuesta, porque desde el establishment económico “siempre se ha desestimado esa propuesta”: “Habrá que ver si él la sostiene de cara a las generales o si comienza también a moderar su discurso técnico económico para volverlo más realista y profundizar sus otros discursos que no tienen que ver con lo económico y que abonan en el descontento de la población”, apuntó a la diaria.

Un golpe

Como consecuencia de la devaluación se puede ver afectado el turismo en Uruguay. Según Soto, Argentina “provoca un encarecimiento oficial relativo a Uruguay, y esto obviamente va a implicar un encarecimiento para los turistas que lleguen a nuestro país”.

Atado a esto, señaló que esto “profundiza” algunos aspectos en Uruguay, aunque pueden ser alineados “por otros”. Por ejemplo, la devaluación oficial, entre otras cosas, va a acelerar la inflación interna, por lo tanto, las importaciones se van a tener que pagar a un tipo de cambio 22% “más caro”. Por ende, los productos importados, en general, “se van a encarecer en el mercado doméstico argentino, y si eso no es compensado con un alza del dólar blue, vamos a ver un proceso inflacionario acelerado en Argentina”.

Si la inflación se acelera, hay que ver qué productos y cuándo “se acelera”: “Puede pasar que haya un encarecimiento de algunos rubros y eso vuelva menos atractivos algunos sectores de actividad. En definitiva, no creo que haya un cambio sustancial en la situación de abaratamiento relativo que tenemos en el día de hoy”.

Por su lado, Cantisani aludió que los datos de turismo emisivo del segundo trimestre revelaron un importante aumento de viajes de uruguayos hacia Argentina, “mientras que el saldo entre turismo emisivo y receptivo fue el más negativo desde que el Ministerio de Turismo realiza dicha medición”. “Si esta tendencia continúa, este año podría ser el primero en cerrar con un saldo turístico global negativo. Esto sería un hecho inédito, dado que el turismo suele ser fuente de ingreso de divisas para nuestro país”, concluyó.