Este miércoles se presentó un informe sobre el estado nutricional de los usuarios del Programa de Apoyo Alimentario del Plan ABC, que desarrolla la Intendencia de Montevideo(IM) desde 2022, para mejorar la situación alimentaria de mujeres embarazadas, niñas y niños menores de tres años con malnutrición. De acuerdo a lo expuesto por un documento enfocado en la población infantil, al que accedió la diaria, a partir de los datos de 256 niños y niñas, se observó que cuando ingresaron al programa, 73% de ellos tenía “afectación de la talla o longitud para la edad”, 90% “afectación del peso para la edad” y 62% “afectación del peso para la talla o longitud”.

La investigación, elaborada por el Núcleo Interdisciplinario de Alimentación y Bienestar de la Universidad de la República (Udelar), establece que, al inicio, más de la mitad de los menores (54%) presentaba riesgo de bajo peso y que 42% tenía riesgo de emaciación, que Unicef define como “la forma de malnutrición más inmediata, visible y mortífera”.

Luego de un año, a partir de la información de 154 de los niños que permanecieron en el programa del gobierno municipal, se generó “una tendencia a la reducción en el porcentaje de niños y niñas con afectación en el peso para la edad y el peso para la talla o longitud”, plantea el texto. Esta reducción fue mayor en quienes formaron parte del plan entre 12 y 18 meses, con relación a los que estuvieron durante más tiempo.

“A pesar de esta tendencia, luego del período evaluado se observaron altas prevalencias de desnutrición”, alerta el informe. Entre los niños que formaron parte durante menos de un año y medio, 66% tenía una afectación de la talla o longitud para la edad, tanto al inicio como al final del período. Sí se observaron descensos en las afectaciones del peso para la edad y del peso para la talla y la longitud. El primer caso abarcaba a 86% al momento de entrar, mientras que al egresar, sólo a 52%. Por otro lado, el segundo, pasó de verse en 66% a 34%.

A la vez, “31% mejoró su talla o longitud, el 45% su peso para la edad y una cifra similar (46%) la relación peso o longitud para la talla”; y “17% empeoró su situación en relación a la talla o longitud para la edad con respecto al ingreso, un 4% el peso para la edad y un 7% la relación peso para la talla o longitud”.

Si bien los investigadores aclaran que “el tipo de estudio llevado a cabo no permite estimar el impacto del programa en la salud y el estado nutricional” de sus usuarios, es posible concluir que “la totalidad de los niños y niñas al ingreso presentaban un deterioro en su crecimiento y que el 90% de ellos presentaba más de un indicador antropométrico afectado”.

Entre los puntos críticos de la situación, se destaca la longitud de los niños, que “requiere un análisis más profundo tanto a la hora del diagnóstico como de las causas que lo originan”. Respecto de las razones, no sólo de los problemas más complejos, sino de todos los índices de la malnutrición, que es “particularmente grave en estos sectores de la sociedad en donde la pobreza se concentra”, los expertos señalan al “acceso limitado a alimentos de calidad y seguros”, y al modo en que el desempleo y “otras condiciones de vida negativas”, como la violencia y el estrés, pueden incidir sobre los medios de subsistencia.