Los jóvenes que participaron este martes en el evento “Diálogos sobre el futuro”, coordinado por Unicef y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, en la sala Magnolio, manifestaron que tienen preocupación por la seguridad, la educación y el cambio climático. En suma, les interesa “la realidad del país”.

Con un preámbulo de cómo ingresaron a militar en sus respectivas fuerzas políticas, la mayoría desde la adolescencia, los jóvenes indicaron que, más que “participar”, deben “incidir” en el tejido de las futuras políticas. Ema Wilkins, militante del Frente Amplio (FA), dijo que los jóvenes están presentes en la identificación de los problemas públicos. A modo de ejemplo, citó las marchas “multitudinarias”, como las del 8 de Marzo, las marchas del Silencio o la Diversidad, donde ven “actores jóvenes”.

“Quiere decir que los jóvenes están en el proceso de identificación de los problemas públicos, se dan cuenta y quieren participar de la discusión. Pero si [después] seguimos las etapas que hacen a la construcción de las políticas públicas, ahí no vemos jóvenes. Entonces, vemos un embudo. Tenemos ideas, pensamientos, posturas sobre el tema y, sin embargo, a la hora de tomar decisiones e incidir se empieza a complicar un poco más la cuestión”, criticó.

En ese sentido, dijo que los partidos tienen “un conjunto de reglas de juego” que están para “modificarse, cambiarse, mejorarse”. “Los jóvenes tienen que estar en ese lavado de cara que les tenemos que hacer a los partidos políticos”, acotó.

En la misma línea opinó el militante colorado Diego Riveiro, quien señaló que “hay que dejar de hablar de participación y empezar a hablar de incidencia”. Señaló que “lo importante es la incidencia que tengamos como jóvenes en las decisiones” del partido.

Por su parte, Pilar Simón, del Partido Nacional (PN), señaló que a los jóvenes les “cuesta horrores” y les “genera conflictos” hacerse “escuchar”. A su vez, Simón fue crítica con lo establecido en la Constitución para poder ser representante público. Por ejemplo, dijo que para ser diputado se necesita tener 25 años, para ser senador o intendente, 30 años, y para ser presidente, 35. “No estamos hablando de una representación generacional adecuada, ahí hay cambios [que se deben hacer] que desgraciadamente están en nuestra Constitución. Los cambios que vamos a tener que hacer son muy grandes”, aludió.

Por su lado, Mauro Ortuño, del FA, expuso que hay jóvenes que quieren hacer política pero “no están encontrando el cómo o por dónde”. “Hay que hacer una autocrítica como partidos políticos, empezar a percibirnos como jóvenes y tender la mano, abrir el diálogo, empezar a hablar”, expresó.

Gonzalo Gómez, del PN, agregó que los jóvenes no ingresan a la política para “imitar” a los políticos tradicionales, sino por el contrario. “Somos jóvenes que queremos mostrar nuestra impronta en política. Capaz que estamos de camisa los jóvenes blancos, el starter pack -bromeó-, pero no queremos ser como los grandes”, insistió. Asimismo, expresó que tienen “conflictos” y un “diálogo tenso” con los mayores en las estructuras partidarias, “pero es porque queremos plantear la visión de los jóvenes”.

En tanto, el militante colorado Diego Riveiro señaló que “hay que dejar de hablar de participación y empezar a hablar de incidencia”.

Por último, Sebastián Muniz, militante de Cabildo Abierto, dijo que el mayor reto es quitar el “estigma” a las juventudes políticas. En ese sentido, llamó a “despertar la curiosidad” de los jóvenes. “Si ven en la política partidaria un camino para poder ser escuchados en las diferentes ramas que estén trabajando, entren sin miedo. Tenemos el mismo objetivo, que es un mejor Uruguay, unos con más matices que otros”, concluyó.