El presidente de la República, Yamandú Orsi, se encuentra en una misión oficial en Italia, acompañado por el ministro de Relaciones Exteriores, Mario Lubetkin. Su agenda en Europa comenzó con un discurso frente a líderes internacionales en el 80° aniversario de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), enmarcado en la ceremonia por el Día Mundial de la Alimentación.

Tras los saludos protocolares a jerarcas y autoridades, Orsi también saludó “a todos los que en este momento no deben tener ni idea de que es el Día de la Alimentación, pero trabajan la tierra como todos los días, con callos en sus manos y soportando las inclemencias del tiempo”. También invocó el lema en latín de la institución, Fiat panis (“Que haya pan”), e instó a que “deje de ser una aspiración y se transforme en realidad”, porque “quienes pasan hambre no nos son ajenos, son nuestros hermanos”.

El derecho a la alimentación “es un pilar imprescindible en el camino para alcanzar una vida digna y plena”, valoró el mandatario, quien reafirmó “el convencimiento y compromiso de las naciones para poner fin al hambre de una vez por todas y lograr la seguridad alimentaria global”, condición indispensable “para un desarrollo sostenible y una paz duradera”.

Sin embargo, alertó que los objetivos internacionales que asumieron los países miembros “distan de ser alcanzados” debido a “los impactos negativos del cambio climático, los fenómenos climáticos extremos y la propagación de plagas y enfermedades a través de fronteras”. No obstante, Orsi se centró en los conflictos internacionales porque su nivel de intensidad “ha crecido en los últimos cinco años” y continúan siendo “la principal causa de inseguridad alimentaria y hambre, porque generan desplazamientos de personas y socavan las capacidades de producir, transformar y distribuir alimentos”.

“Hoy, frente a la crisis compleja y acumulativa, la acción conjunta es un imperativo”, definió Orsi, el único presidente latinoamericano presente en el evento. En este sentido, dijo que América Latina y el Caribe, pero en especial Uruguay, “pueden y deben ser parte de la solución y responder por una seguridad alimentaria y nutricional humana”, porque el país produce “alimentos de calidad y cantidad suficiente como para abastecer comunidades que trascienden nuestras fronteras”.

“Nuestra vocación natural como proveedores confiables de alimentos de calidad se traduce en la capacidad de suministrar a 30 millones de personas más de ocho veces lo que necesita nuestra propia población. Es un activo estratégico que debe ser aprovechado para avanzar hacia la erradicación del hambre”, comentó Orsi.

Así, anunció que “de más está decir” que el país adhiere a la “iniciativa de cooperación y de colaboración con alimentos para la Franja de Gaza”, y exhortó a “no descuidar la colaboración entre pueblos”, sino “continuar tendiendo puentes”. “Es relevante subrayar la actualización del Plan de Seguridad Alimentaria, Nutricional y Erradicación del Hambre de la Celac, aprobado por unanimidad de nuestros 33 países latinoamericanos y caribeños en 2024, y que representa la constatación de un consenso regional para la lucha contra el hambre y la malnutrición”, acotó.

Se espera que la agenda de Orsi en Italia se extienda hasta el viernes y continúe con reuniones bilaterales con el presidente de la República Italiana, Sergio Mattarella; el papa León XIV; el alcalde de Roma, Roberto Gualtieri, y el secretario de Estado del Vaticano, Pietro Parolin.