Dos semanas después de su discurso en la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), el presidente de la República, Yamandú Orsi, recibió este miércoles en la Torre Ejecutiva a la expresidenta de Chile Michelle Bachelet (2006-2010 y 2014-2018).

Al término de la reunión, Bachelet, que se encuentra en Uruguay para participar en una actividad con mujeres políticas de América Latina organizada por el Club de Madrid, contó que días atrás mantuvo un encuentro personal con Orsi en Nueva York, en el marco de la Asamblea General de la ONU. “Le conté que venía a esto y quedamos en que yo viniera a saludarlo”, señaló en una rueda de prensa.

Durante su intervención en la Asamblea General de la ONU, el actual presidente de Chile, Gabriel Boric, oficializó la candidatura de Bachelet a la secretaría general del organismo, cargo que ocupa desde 2017 el portugués António Guterres.

Bachelet reconoció que su candidatura estuvo sobre la mesa en la reunión de este miércoles con el presidente uruguayo. “Hemos tenido una conversación muy interesante, muy cordial, por supuesto, sobre la importancia de trabajar unidos frente a los desafíos globales, sobre el unilateralismo, sobre Naciones Unidas, y también, por cierto, sobre la necesidad de que el futuro o la futura secretaria general de Naciones Unidas sea de la región de América Latina, como ya la región se ha manifestado, y que idealmente sea una mujer”, expresó.

Consultada sobre si Orsi ya le confirmó el respaldo de Uruguay a su postulación, la expresidenta de Chile respondió: “No me corresponde a mí decir eso, pregúntele a él mejor”.

Bachelet comentó que, en una primera instancia, tuvo algunas dudas sobre postularse a la secretaría general de la ONU. “Hasta que decidí ser candidata. Consideré que, dada mi historia personal, habiendo sido presidenta dos veces, habiendo sido ministra muchas veces, habiendo sido directora de ONU Mujeres y habiendo sido alta comisionada para los Derechos Humanos, tengo experiencia política, tengo experiencia de gestión y tengo experiencia de Naciones Unidas, entonces, yo no me podía restar a ese desafío”.