El Banco de Previsión Social (BPS) presentó oficialmente este martes el Observatorio de Vejez, Envejecimiento y Seguridad Social, un espacio virtual disponible en la página web del ente.

En la presentación, el presidente del BPS, Alfredo Cabrera, apuntó que el observatorio es el “último producto” de la administración “a nivel de información y de transparencia en la gestión”. “Para nosotros es un producto y el fin de una etapa muy importante que ha sido llevado con mucho entusiasmo por parte de la Asesoría General de la Seguridad Social, por proveedores que nos han dado una mano en este lanzamiento, y que pone sobre la mesa para las futuras autoridades información relevante y de calidad respecto al fenómeno del envejecimiento”, subrayó.

En ese sentido, Cabrera explicó que la iniciativa es un “complemento” de BPS en Cifras, el Sistema de Indicadores de la Seguridad Social, que “tiene una visión cuantitativa muy transparente con muchísima información de todo lo que se paga, se da, se brinda”. Según destacó el presidente en rueda de prensa, el observatorio le agrega a esta información estadística, análisis y tablas dinámicas, que “nos van a enriquecer como sociedad” y también a las autoridades futuras “para analizar el tema”.

Detalló que el complemento se ve reflejado en perfiles y análisis cualitativos, así como un análisis del envejecimiento como “fenómeno”, y se incorporan “estudios, encuestas, focus group”, cuya información es “relevante” para la toma de decisiones.

En ese marco, remarcó que el envejecimiento “es un fenómeno que llegó a nuestro país, que es una realidad”, y señaló que más del 15% de la población tiene 65 años o más, y que la estimación para 2100 es del 30%. “Tenemos más de 800 personas centenarias que cobran prestaciones en el BPS, confirmado por el censo”, indicó.

“El fenómeno del envejecimiento está arriba de la mesa, eso vinculado a seguridad social es fundamental, porque en definitiva cualquier debate que nos demos y cualquier política que definamos sobre la seguridad social tienen que partir de la base de esta realidad demográfica y de esta realidad social que tenemos”, sostuvo.

La gerenta del área Asesoría de la Seguridad Social, Mariella Lazo, expuso en la presentación, y también lo indica el sitio web del BPS, que el observatorio se va a organizar en cuatro ejes temáticos: demografía del envejecimiento, situación social y económica de las personas mayores, vejez y seguridad social, y representaciones sociales de la vejez.

Asimismo, el observatorio cuenta con “un repositorio de investigaciones en el que se pueden consultar estudios vinculados a la vejez y el envejecimiento y que cubren temáticas como la soledad, el bienestar y los cuidados de las personas mayores”.

Percepción sobre la vejez, la influencia del entorno físico, dejar de trabajar y la soledad

En el eje de representaciones sociales de la vejez, hay cuatro apartados que muestran los resultados de una investigación cualitativa sobre vejez y envejecimiento realizada en octubre de 2024 por Opción Consultores a personas de 65 años y más que fuesen usuarios de prestaciones sociales del BPS. La investigación “buscó conocer las representaciones sociales de la vejez y los satisfactores clave de esta etapa vital”.

Sobre la vejez, el estudio indica que hay una tendencia “hacia una percepción positiva del envejecimiento, con un énfasis en la salud mental y las conexiones sociales como factores clave para sentirse ‘cerca’ del ideal”.

Se señala allí que las mujeres “pueden mantener una vida social más activa y tienden a cuidar más de su salud”, mientras que los hombres “a menudo no buscan atención médica hasta que es demasiado tarde”. Además, “las mujeres perciben que asumen múltiples responsabilidades en el hogar y el trabajo, lo que puede llevar a un desgaste físico mayor en la vejez”.

A su vez, revelan que desde Montevideo “se percibe que las personas del interior parecen envejecer de manera más saludable”, y los participantes del interior “encuentran que se enfrentan a un acceso más limitado a recursos y servicios”.

En cuanto a la influencia del entorno físico en el bienestar, el estudio demostró que los participantes, en general, encuentran “satisfacción” y “comodidad” en las viviendas donde residen, y que esta percepción “se encuentra mayormente entre los beneficiarios y beneficiarias del subsidio de alquiler y complejos habitacionales”.

Además, resaltan que vivir en un lugar que permita la actividad física, ya sea caminatas en el barrio o en espacios verdes, “es fundamental”, y que la accesibilidad a servicios, como supermercados o centros de salud, “también juega un papel importante”.

Como visión positiva al dejar de trabajar, las personas mayores encuentran “una nueva libertad” y un disfrute de actividades que antes no podían hacer por el trabajo. “La práctica de hobbies, como el arte, se vuelve posible, lo que les permite redescubrir pasiones y disfrutar de un tiempo que antes era inexistente”, menciona.

Por otro lado, sobre la visión negativa ante la jubilación, el estudio apunta que la reorganización de la vida al retirarse “incluye tanto el duelo por la pérdida de la rutina laboral como la exploración de nuevas actividades y la reconexión con intereses personales”. “La nostalgia por el trabajo y la rutina es un sentimiento común entre quienes sentían dar aportes a la sociedad a través de sus trabajos”, plantea el estudio.

En último lugar, las personas mayores perciben la soledad como “un problema que puede llevar al aislamiento social, afectando la calidad de vida y la salud emocional de las personas mayores”, y que se “vincula con problemas de salud mental como la depresión y la ansiedad”.

Por su parte, los participantes de Montevideo diferencian entre la soledad “elegida” y la impuesta: “Cuando es decisión propia, mantiene una connotación positiva”, y “cuando se trata de una soledad impuesta, se entiende como un problema”.

En ese sentido, el estudio afirma que “todas” las ideas para paliar la soledad en las personas mayores “tienen que ver con la asociación y el contacto con otros”, debido a que “se entiende que la falta de interacción social puede llevar a un deterioro en el estado de ánimo”. Es por eso que la participación en actividades comunitarias y poder establecer redes de apoyo “son vitales para contrarrestar la soledad y mejorar el bienestar general”.