Este miércoles, el ministro de Economía y Finanzas, Gabriel Oddone, y su equipo asumieron formalmente como responsables de la cartera. Con la presencia del presidente de la República, Yamandú Orsi, y la vicepresidenta, Carolina Cosse, la instancia formal se desarrolló a sala llena y con presencia de los más diversos actores en el edificio ministerial. A la asistencia de la totalidad del gabinete de gobierno se le sumaron varios legisladores –oficialistas y opositores–, representantes sindicales, empresariales y del mundo académico.
Con el comienzo retrasado por la demora en la llegada de Orsi, se abrió un espacio para que Oddone mantuviera un diálogo con Cosse en el que, según reconoció minutos después, le dejó en claro que su gestión tendrá una “fuerte vocación por la articulación con el Parlamento”. Esa articulación y búsqueda de consensos marcó la apertura de su primera oratoria como ministro de Economía y Finanzas. En referencia a la presencia de actores de otros partidos y de la pasada administración, definió el gesto como una “reafirmación de lo que es Uruguay” y del “compromiso” que la sociedad tiene con “navegar y construir cosas juntos”.
En cuanto a la articulación con el Poder Legislativo, Oddone dejó claro que “por diversas razones” en este período “es indispensable” promover “un conjunto de leyes” que “signifiquen cambios estructurales para la economía”. “Eso supone generar las mayorías necesarias para poder hacer que esos cambios sean poco reversibles; esa es nuestra vocación”, aseguró. También detalló que habrá un trabajo “absolutamente integrado” de su cartera con la Oficina de Planeamiento y Presupuesto.
Por otra parte, en la primera parte de su discurso Oddone recordó a tres personas a las que definió como “muy significativas” en su carrera profesional. El primero, Danilo Astori, al que valoró como “muy importante” para él y para el país. “La historia le va a dejar un lugar muy destacado cuando haya transcurrido el tiempo suficiente”, dijo sobre el fallecido economista. También mencionó al economista Martín Rama, sobre quien marcó la influencia que tuvo en su generación. Por último, habló de su “amigo” Fernando Lorenzo, exministro de Economía.
La agenda común
En línea con lo que ha repetido el presidente Orsi, Oddone aseguró que las decisiones irán orientadas hacia acelerar el crecimiento económico, fortalecer la matriz de protección social y mejorar la seguridad pública. Para el economista, un mayor crecimiento “es indispensable” para “generar los niveles de cohesión y de prosperidad que el país necesita”.
Por otra parte, Oddone reconoció que la protección social del país es “potente”, pero “no es inclusiva a todos los uruguayos”. En el marco del reciente anuncio realizado en relación con el diálogo social sobre protección social, el ministro dijo que se debe ir hacia modificaciones que tengan como “propósito” lograr un sistema “más abarcativo”. Por último, el jefe de la cartera reconoció que la necesidad de mejorar el sistema de seguridad pública significa “un desafío para la política económica” que deberá “encontrar los espacios fiscales” para poder “destinar más recursos”.
Oddone definió todas estas líneas de trabajo como la búsqueda de “desarrollo sostenible con justicia social”. “Ese es el mandato que recibimos de la población y es lo que va a guiar todo nuestro accionar a lo largo de nuestra función”, concluyó.
La agenda económica
Para concretar el cumplimiento de la agenda de desafíos, Oddone definió tres “prioridades” para su gestión económica: fortalecer la estabilidad macroeconómica, aumentar la competitividad del país y crear “espacios fiscales” para el cumplimiento de las políticas sociales prometidas por el gobierno.
En primera instancia, sostuvo que la situación de estabilidad macroeconómica es clave para mantener “los niveles de cohesión y de protección social”. Reconoció el avance en esta área del país en los últimos 25 años, pero apuntó a que se debe “seguir avanzando”. Recordó que “la política fiscal en un país como Uruguay es el ancla de estabilidad del sistema” y, en ese sentido, agregó que para mejorar el ingreso de las personas se requerirá recurrir a “un fuerte compromiso con reducir la inflación”.
Asimismo, explicó que por más que se reciba una “economía potente”, hay “enormes oportunidades para mejorar su competitividad”. En ese sentido, subrayó que se tiene en agenda “transformaciones importantes” de naturaleza microeconómica. Adelantó que estas tienen que ver con “estimular la inversión, la innovación y la incorporación de tecnología”. Por otra parte, también hizo referencia a “mejorar la eficiencia del sector público, simplificar trámites, mejorar los procedimientos y eliminar regulaciones redundantes”.
Por último, destacó que “encontrar espacios fiscales” será necesario no sólo para el trabajo en la seguridad pública, sino también para “fortalecer los esquemas de transferencia para la protección de la infancia y la adolescencia”, así como otras políticas, como el incentivo a la creación de empleo y las becas para asegurar la permanencia de los estudiantes en el sistema educativo.
Los desafíos globales
Oddone detalló que todo esto deberá suceder en paralelo con tres “tendencias globales” que, a su entender, definen el escenario internacional. Una de ellas, explicó, es el cambio climático. Adelantó que este fenómeno implicará el trabajo en “formas de financiamiento” para la realización de inversiones que le den al país la posibilidad de “defenderse y enfrentar” los problemas aparejados. En la misma línea, indicó que también se deberá hacer foco en el “estímulo” para el avance privado en relación con este fenómeno, lo que representará desafíos en materia de política tributaria y fiscal.
En segundo lugar, el economista hizo referencia a una sucesión de “derivadas geopolíticas a nivel global” que, desde su punto de vista, marcan el fin de una era. “Todos los días nos despertamos y observamos una nueva noticia que desafía la agenda política-económica, la agenda política-comercial, la agenda de atracción de inversiones de Uruguay. Es algo que no podemos dejar de trabajar”, expresó. Aseguró que en conjunto con el canciller Mario Lubetkin se va a estar “siguiendo de cerca este tipo de situaciones”.
Como tercer y último elemento, el ministro se detuvo en la “aceleración” en el cambio tecnológico que atraviesa el mundo, algo que trae “implicancias relevantes” en el “mundo del trabajo”. Puntualmente, Oddone se refirió a la dificultad que esto genera para “poder garantizar condiciones laborales razonables”.