A 66 años de su fallecimiento, el Partido Nacional (PN) homenajeó a Luis Alberto de Herrera esta mañana en el Cementerio Central, con la presencia de dirigentes de esa fuerza política, entre ellos los expresidentes Luis Lacalle Pou y Luis Lacalle Herrera; el único senador del herrerismo, Luis Alberto Heber; y el candidato a la Intendencia de Montevideo, Martín Lema.

“Los que conocimos físicamente al doctor Herrera nos estamos terminando”, afirmó al inicio de su oratoria Lacalle Herrera, al recordar que cuando su abuelo murió él tenía 17 años, por lo que posee “el testimonio directo, personal, de contacto físico, de haberlo visto y oído”.

A los pies de la tumba de Herrera, Lacalle valoró “el milagro de la permanencia” de las nuevas generaciones. “La verdadera muerte es el olvido”, dijo el expresidente, y agregó que “hay tumbas y tumbas; en algunas tumbas se termina todo: lo físico y lo que puede haber dejado el muerto en recuerdos”. Sin embargo, en el caso de Herrera, “sigue siendo un manantial”, afirmó.

El expresidente se refirió luego a que se vive una “crisis internacional preocupante, sobre todo para la soberanía de los países pequeños”. “Tenemos que darnos cuenta de que vivimos una época de una enorme crisis”, dijo a los presentes, y agregó que el mundo está “de nuevo viendo desatadas las fuerzas de las grandes potencias, disponiendo para aquí y para allá”, en referencia a la guerra comercial que desató los aranceles impuestos por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump.

Al respecto, Heber afirmó en una rueda de prensa que es un mundo que “preocupa”. “Fíjense ustedes que Estados Unidos, que era el adalid del libre comercio, hoy es quien cierra su economía, con una peligrosa consecuencia sobre las economías del mundo”, sostuvo, y reiteró que “es un mundo que está cambiando”, impactado por una guerra comercial “que nos preocupa muchísimo, porque las guerras comerciales son guerras”.

Para Lacalle, el contexto actual “nos tiene que hacer pensar mucho en nuestra identidad, en lo que tenemos que tener como base de nuestra vida”. En cuanto a la situación nacional, afirmó que “también estamos en una circunstancia peculiar”.

Para Lacalle Herrera, hay “prácticas del ejercicio del gobierno que nos tienen que preocupar”

“Tenemos un gobierno legítimo, por supuesto, legitimado en la elección, pero también tenemos algunos rasgos dentro de ese gobierno y algunas prácticas del ejercicio del gobierno que nos tienen que preocupar”, principalmente “en materia de los derechos, en materia del ejercicio del Poder Judicial, en materia de las libertades, de las acusaciones y de las consecuencias que ellas tienen”, sostuvo el expresidente.

Lacalle afirmó que, “viendo ese panorama”, Uruguay debería “volver a un concepto que nos va a abrigar y nos va a dar muy buena raíz”, que es el “nacionalismo”. Dijo que, aunque no son sólo nacionalistas los integrantes del PN y del herrerismo, “no hay duda de que en la figura del doctor Herrera es donde hay una acabada descripción de lo que es el amor por esta tierra”, y llamó a refugiarse “en ese concepto, ampliarlo y profundizarlo”.

El líder herrerista explicó que el nacionalismo uruguayo es “incluyente” y contrario al europeo, porque “el nuestro es un país de aluvión inmigratorio”: “Es un país donde quedan algunos vestigios de las poblaciones aborígenes, pero luego hemos sido todos hijos de las olas inmigratorias, más tarde, más temprano”, afirmó Lacalle.

“Nosotros somos nacionalistas orientales, como dice tantas veces Herrera; tantas cosas pudimos ser y no fuimos. Pudimos ser españoles, portugueses, ingleses, franceses, brasileños o argentinos, pero una sola cosa quisimos ser: orientales”, aseveró, y llamó a defender, “quizá más que nunca”, “el concepto de la identidad nacional”, porque las grandes potencias “desprecian o dejan de lado el concepto de las patrias” y ejemplificó: “O se invade Ucrania o se pide quedarse con un pedazo de Groenlandia”.

“Estamos en el ejercicio descarnado del poder por parte de los poderosos, y en eso tenemos que ser muy claros. Tenemos que ser muy claros en que ni Brasil ni Argentina son orientales. Ni [Javier] Milei ni Lula [da Silva] son orientales. Tenemos que marcar al gobierno actual muy claramente en eso”, apuntó Lacalle Herrera.

El expresidente sostuvo que estarán “vigilantes” en la política internacional del gobierno del presidente Yamandú Orsi. “No nos podemos atar ni al foro de San Pablo, ni a la Unión Soviética, ni a Rusia, ni a China, ni a Estados Unidos; nosotros tenemos que ser orientales”, consideró, y moderó, “por supuesto que en convivencia con las naciones, pero reglados por el derecho internacional que hoy parece haberse olvidado”.

“Tenemos que vigilar, tenemos que estar atentos, porque el estado de derecho es parte de nuestro nacionalismo”, agregó.

El Directorio del PN “tiene que ser la conducción del partido”

Lacalle Herrera también se refirió a las autoridades partidarias que la fuerza política elegirá en mayo y consideró que el directorio “tiene que ser la conducción del partido, no la conducción en el concepto electoral”, porque para esto último están los sectores.

“En la conducción de las grandes líneas, un directorio fuerte, un directorio integrado por las principales figuras del partido, para que nos sintamos parte de ese poder partidario que tantas cosas tiene que hacer”, afirmó.

“En nuestro país necesitamos un revisionismo de la historia inmediata”

Hacia el final de su oratoria, el expresidente habló del carácter de “iniciador del revisionismo histórico” y consideró que “en nuestro país necesitamos un revisionismo de la historia inmediata”, porque la historia “se está mayormente escribiendo sesgada hacia un lugar”.

“Tenemos que saber y escribir, sin pasión pero sin olvido, lo que pasó en el país del 63 al 73 y lo que pasó del 73 al 84”, dijo, y apuntó contra la Ley 18.596, que reconoce la actuación ilegítima del Estado en el período comprendido entre el 13 de junio de 1968 y el 28 de febrero de 1985.

“Hay una ley vigente que dice que la dictadura empezó en el 68. ¿Para qué? Para que entraran dentro de la lucha quienes no estuvieron en la lucha”, aseveró Lacalle, e insistió: “Tenemos que preocuparnos de volver a escribir la historia. La historia no es así. La dictadura empezó el 27 de junio del 73”.