A menos de una semana de las elecciones departamentales, la casa central de Cabildo Abierto (CA) se llenó de gente este lunes para el lanzamiento de la lista 1977, que lleva como candidato a la Intendencia de Montevideo (IM) a Roque García y postula a la Junta Departamental a Pablo Hernández y Andrea Lerena, bajo el lema común de la Coalición Republicana (CR).

El acto contó con la participación de los exsenadores cabildantes Irene Moreira y Guillermo Domenech, quienes fueron presentados como los “cimientos” de CA. Micrófono en mano, Moreira aseguró que si CA consigue tener representación en la Junta Departamental no pondrá “palos en la rueda”, porque “el cabildante quiere lo mejor para el uruguayo de a pie”.

No obstante, Moreira, que vota en el departamento de Artigas, afirmó que existirá “un contralor del dinero que se maneja, [para] que se maneje bien”. Dicho esto, la exministra de Vivienda y Ordenamiento Territorial criticó la gestión de la exintendenta Carolina Cosse, a quien se refirió como “una faraona”, y fue dura con las bicisendas.

“Roque, tú que has viajado por el mundo [vive en Ginebra, Suiza] me vas a decir que en el mundo hoy en día se están ensanchando las calles, las avenidas, [porque] cada vez hay más autos, pues en Montevideo somos al contrario, achicamos cada vez más, achicamos 18 de Julio, achicamos San José y ahora, la frutilla de la torta, achicamos la rambla de Montevideo”, cuestionó Moreira, y lamentó “las trancaderas que hay porque se le antojó a una persona hacer una ciclovía”.

A su turno, Domenech confesó sentir envidia por García, quien sí puede postularse dentro del lema común de la CR por no haber participado en las elecciones internas por el lema de CA. “Yo desearía estar en el último lugar de esta lista, como creo que muchos de ustedes, que le prestaron su nombre a CA y no pueden participar en esta elección como candidatos porque aquí en CA hay decenas de compatriotas con coraje para levantar muy altas las banderas de CA de patria, familia y, por qué no –tengo que ser sincero y que me perdonen los no creyentes–, de Dios”, expresó Domenech, entre aplausos.

En diálogo con la diaria, García dijo que su balance de este momento de la campaña “es muy optimista”. A pesar de que ninguna encuesta le otorga dos dígitos, el candidato cabildante a la IM sostuvo que actualmente “la gente decide más a último momento”. “Hay que respetar al votante y las nuevas tendencias de la política nacional”, expresó.

Acerca de la campaña electoral, el coronel retirado señaló que el principal tema de preocupación que le ha transmitido la población es la seguridad, “pero aparte seguridad visceral”. En tal sentido, sostuvo que, si bien en este ámbito el rol de la IM “no es decisivo”, “hay un montón de cosas” que pueden hacerse desde la comuna capitalina, tales como mejorar la iluminación y arreglar las calles, porque “cuando asfaltás ahí ya entran varias seguridades, te puede entrar una [ambulancia de] emergencia, te puede entrar un taxi y además te puede entrar un patrullero”.

Luego, existen “medidas más concretas”, apuntó García, como, por ejemplo, “atacar directamente el tema de las personas en situación de calle”. Esto, sostuvo, “hay que atacarlo de una vez por todas”. El candidato cabildante indicó que, “según la ley de 1935”, la IM “tiene un rol fundamental, porque es la policía de la higiene de los centros urbanos; es lo que dice la ley de hace casi 100 años y es lo que nosotros vamos a empezar a atacar directamente una vez que lleguemos al sillón”.

El líder de CA, Guido Manini Ríos, quien también estuvo presente en el acto, dijo a la diaria que en Montevideo la campaña electoral ha sido “bastante aburrida” y sin “debates serios” entre los distintos candidatos. “Me parece que esto, en definitiva, se va a procesar como se viene procesando desde hace muchos años, tipo barra brava de cuadros de fútbol: cada uno vota a su cuadro, juegue como juegue. No les importa si juega bien o si juega mal, siguen hinchando por el cuadro”, expresó.

Sin embargo, para el exsenador de CA esto no será eterno. “Creo que esas ataduras, que llevan a actuar como hinchada y no como analistas, a la larga se van aflojando, en la medida en que [Montevideo] realmente se va a quedando atrás como ciudad”, afirmó.