Luis Pedernera fue presidente del Comité de los Derechos del Niño de Naciones Unidas (CDN) entre 2019 y 2021. En 2024 formó parte del grupo de ese organismo que examinó y formuló recomendaciones a Israel. En setiembre de ese año ya había 15.000 niños y niñas muertos por los ataques de Israel en Gaza. Pedernera aclara que las cifras son propias de los informantes de Naciones Unidas en el terreno. En las recomendaciones del año pasado del CDN a Israel, se preguntó “cómo evaluaban el riesgo y la proporcionalidad cuando había niños buscando cosas entre los escombros, niños chiquitos jugando, y drones o francotiradores les apuntaban a la cabeza o al corazón y disparaban”.

Para Pedernera, que actualmente es asesor de Unicef en El Salvador e integra el Consejo de Administración de la Oficina Internacional por los Derechos del Niño, esta situación “tiene que llamar a conmover a cualquier persona”. La situación en Gaza, sumada a que la Corte Internacional de Justicia dispuso medidas cautelares que incluyen la obligación de Israel de permitir el acceso de ayuda humanitaria a Gaza y no lo está haciendo, deberían haber llevado a la cancillería uruguaya a adoptar una posición más firme, según el especialista.

Pedernera mencionó que le llamaron “mucho la atención”, durante el gobierno anterior, las abstenciones de Uruguay en las resoluciones de Naciones Unidas que reclamaban un cese de los ataques a Gaza, porque “cortaban con una línea diplomática que caracterizó a Uruguay”. Agregó que su impresión es que en el último período la imagen de Uruguay como “país amigo de los derechos del niño” se ha “venido deteriorando”.

Luis Pedernera (archivo).

Luis Pedernera (archivo).

Foto: Camilo dos Santos

Dijo que tiene la “expectativa” de que el nuevo gobierno de Yamandú Orsi comience a “recuperar” su imagen en este sentido, pero acotó que para eso debe ser “firme” en defender el sistema de Naciones Unidas y el multilateralismo “como forma de avanzar en la paz y la solución de controversias”, porque a este sistema “lo están tirando abajo de todas formas”.

En este sentido, evaluó que el comunicado de la cancillería uruguaya sobre la situación en Gaza fue “muy timorato”. En el texto se instaba a Israel “a garantizar el acceso seguro y sin restricciones de la ayuda humanitaria para la población de Gaza a través de las Naciones Unidas”, y se expresaba “seria preocupación ante la grave situación humanitaria” que se vive en esa zona, “donde decenas de miles de personas han perdido la vida y muchos podrían seguir el mismo camino”.

Consideró que Uruguay debería haber exigido que Israel cumpla con las medidas cautelares de la Corte Internacional de Justicia, que también incluían garantizar que su ejército no cometa ningún acto genocida. “Por lo menos no hay duda de que los países en el mundo han aceptado la jurisdicción de la Corte Internacional de Justicia. Y eso hay que exigir que se cumpla, porque, si no, ¿a dónde vamos como humanidad?”, reclamó.

Afirmó que las Naciones Unidas “no crean estructuras burocráticas para colocar amigos, las crean para que la frase de ‘que impere el derecho’ sea una realidad. Y acá no está imperando el derecho. Hay una potencia ocupante que está exterminando a niños y mujeres –los números de muertes de niños y niñas son terribles–, que está usando el hambre como arma de guerra, que está atacando instalaciones de Naciones Unidas, que está atacando hospitales y escuelas –lo que está prohibido por los convenios de Ginebra–, entonces ahí Uruguay debería ser una voz moral fuerte y decir: ‘Defendemos la forma de organización que la humanidad se dio desde 1948 a la fecha’”, reafirmó.

Remarcó que Israel “es una potencia ocupante, y como potencia ocupante tiene obligaciones bajo la Convención de los Derechos del Niño, y no las cumple”. Dijo que según los informantes de Naciones Unidas en el terreno, en Gaza nacen 5.000 niños por mes en las condiciones actuales, “sin infraestructura, las cesáreas se han disparado por el estrés que viven las mujeres embarazadas y no hay insumos, no hay nada”.

Concluyó que “no se está respetando el orden internacional, se está violando la Convención de los Derechos del Niño y se está desplazando forzadamente a la población de sus tierras”. “¿Qué más es necesario para promover una posición firme contra algo que estamos viendo diariamente y que es intolerable?”, reclamó.