Como hace ya más de diez años, el grupo de investigación integrante del Programa de Psicología de las Organizaciones y el Trabajo (POT) del Instituto de Psicología Social (IPS) de la Facultad de Psicología de la Universidad de la República (Udelar), junto con el Instituto Cuesta Duarte del PIT-CNT, realiza una caracterización de las y los delegados del XV Congreso.

A partir de una encuesta aplicada en formato digital y autoadministrada, en las instancias del Congreso,1 se pudo hacer una aproximación sociodemográfica, así como un análisis y comprensión acerca de los temas en discusión, las preocupaciones y perspectivas subjetivas de las y los delegados. Estos refieren a los impactos de la militancia en la vida personal, la articulación de los temas de género y sindicalismo, los logros y desafíos de este, y temas referidos a la salud y el ambiente.

Se presentan aquí algunos de los hallazgos preliminares. El 46% de las respuestas recibidas en el Congreso son de mujeres y se mantienen en el rango alcanzado en el congreso de 2021, en el que se había logrado un similar nivel récord de participación, que en anteriores congresos no había superado el 30%.

Hay que señalar que, según los datos del registro en el sistema de acreditación en el Congreso por parte de las y los delegados, en las diferentes jornadas en que se desarrolló, la participación efectiva de las mujeres osciló entre el 41% y el 44%.

Durante la elección de la Mesa Representativa, en la última jornada, 15 de los 41 cargos electos son ocupados por mujeres. Aún lejos de la paridad, esto da cuenta de un proceso que se va acercando a una integración más equilibrada en términos de género en los organismos de dirección, aunque es de rigor señalar que el aporte de las diferentes listas fue dispar.

El 50% de los delegados vive en Montevideo y el 55% trabaja en la capital. La representación del resto del país se ajustó a los desarrollos del mercado de trabajo en cada región.

Casi la mitad de los delegados asistieron al Congreso de 2021 y el 24% lo había hecho en 2015. En el transcurso de esos diez años, sólo 160 personas estuvieron en todos los congresos, lo que indica una renovación importante en cuanto a los participantes en las instancias del Congreso. Esto se debe, sin duda, al menos en parte, a la mayor participación de las mujeres en estos años, aunque deberían explorarse también otras variables detrás de estas importantes rotaciones.

Peso de los sindicatos en el Congreso

Existe en todo el mundo una tendencia generalizada a que crezcan o se mantengan los sindicatos en los sectores públicos y, en contraposición, decaigan fuertemente en el mundo del trabajo privado. En Uruguay la tendencia es inversa.

Los 20 sindicatos con más peso en el Congreso nuclean al 91% del total de delegados. De estos, un poco más del 50% representa a delegados del sector privado, con una representación equilibrada en relación con los sindicatos del sector estatal.

El peso de los mayores sindicatos se equilibra en la conformación de la Mesa Representativa, máximo órgano de dirección del sindicalismo entre congresos. Esta quedó compuesta por 41 sindicatos que cuentan con un voto cada uno, independientemente de la cantidad de afiliados, equilibrando el peso relativo de los sindicatos de mayor membresía.

Función de los delegados en su lugar de trabajo

Respecto del XII congreso, realizado diez años atrás, se manifiesta la consolidación de una tendencia a la reducción de la presencia de quienes se autodefinen como “obreros”, cayendo del 25% al 17%. Vale recordar que en la década de 1990 esa presencia obrera era del 35%. Mientras tanto, crece del 40% al 50% el porcentaje de quienes se definen como empleados, funcionarios o administrativos. Es posible que esto guarde relación con la tendencia al crecimiento de los sectores de servicios en el conjunto de la economía de nuestro país.

Composición por edad y género

En cuanto a los procesos en curso, a la vez que se mantiene la relevante presencia de la mujer en el total de delegados ya expresada en el XIV Congreso, con un 46%, esta es ahora mayoritaria en el tramo de 25 a 34 años, tendencia que se invierte en los siguientes tramos.

Entre aquel 29% de presencia de las mujeres en el XII Congreso de 2015 y la casi paridad que se mantiene, hay, entonces, en estos diez años una evolución muy importante. Esa mayoría de mujeres que se presenta en la franja de entre 25 y 34 años puede estar indicando que la evolución hacia la paridad sigue desarrollándose.

Por otra parte, se mantiene el rango de la edad promedio, que en este caso es de 46 años.

Años de trabajo en la rama de actividad, tiempo de afiliado al sindicato y años de delegado

Un 80% hace más de diez años que trabaja en la misma rama de actividad. Se mantiene la tendencia a que los delegados sindicales tengan importante antigüedad en la afiliación a su sindicato. El 68% tiene más de diez años de afiliado. Asimismo, se constata un promedio de 11 años como delegados en su trabajo. Como se ha señalado en anteriores análisis de los congresos, estos datos se corresponden con organizaciones maduras, con un grado de institucionalización relevante, en las que se necesita una prolongada acumulación de aprendizajes para ejercer cargos de representación, tanto sea en el lugar de trabajo como en las direcciones sindicales.

Foto del artículo 'Delegados en el XV Congreso del PIT-CNT: 46% fueron mujeres, y mayoría en el tramo entre 25 y 34 años, 26% delegados de base y casi la mitad estuvo en congreso anterior'

Responsabilidades en su sindicato de los delegados al Congreso

Mientras que el 57% de los delegados ocupa cargos en la directiva de su sindicato, se sigue manteniendo, como en los congresos anteriores, una importante participación (26%) de delegados de base, lo que puede leerse como expresión de un sindicalismo que mantiene una fuerte vinculación con su organización en el lugar de trabajo. El 54% de los delegados participa en mesas de negociación colectiva en diferentes niveles (empresa, tripartita o rama) y, de ese grupo, una mayoría de 58% son mujeres. Como decíamos con relación a las y los delegados más jóvenes, se podría advertir una tendencia a que las mujeres ocupen más lugares de representación en diferentes niveles de las organizaciones sindicales.

El 70% ha realizado cursos de formación sindical, en los que se destacan las temáticas de negociación colectiva y salud laboral.

Violencia y género

El 65% declara que existen protocolos de violencia y género en su sindicato, y el 70% menciona la existencia de cláusulas de género en los convenios colectivos del sector.

En cuanto a la constatación de situaciones de violencia de género, en una respuesta que admitía más de una opción, son numerosas aquellas que mencionan la violencia física y la violencia política, simbólica y sexual. En su enorme mayoría, estas menciones están referidas a los espacios de trabajo, pero en algunos casos esas referencias tienen que ver con situaciones de violencia en el mismo sindicato.

Importancia de la militancia en otros aspectos de la vida

De las 468 respuestas válidas a la pregunta “¿Su militancia sindical ha sido determinante en otros aspectos de su vida?”, se destaca el impacto en la vida familiar y vincular de los delegados. Algunos expresan preocupación por cómo el tiempo dedicado a la militancia desestructura rutinas y afecta la convivencia familiar. Otros relatan cómo esta práctica genera o rompe relaciones personales, según afinidades o diferencias ideológicas.

También se menciona la construcción de redes sociales a partir de la militancia, que funcionan como facilitadoras de nuevas oportunidades. Varios delegados destacan estos espacios como ámbitos de socialización, integración y pertenencia, más allá de lo estrictamente instrumental. Se valora además la formación, tanto en cuestiones sindicales como en capacitaciones técnicas ajenas a lo gremial, y se reconoce a la militancia como vía de acceso a estudios formales e informales.

Otro eje importante es el crecimiento personal, mencionado casi con la misma frecuencia que la formación. Se describe la militancia como proyecto de vida, fuente de identidad y conciencia de clase y espacio de desarrollo humano. Es significativo el uso frecuente de la palabra todo, lo que sugiere una incidencia profunda y totalizante de la experiencia sindical en la vida de muchos delegados.

Por otro lado, aunque en menor medida, algunas respuestas advierten sobre el impacto de la militancia en la salud mental, incluyendo menciones al “estrés”, pero también a su potencial como “factor protector”.

Esta constelación de significados puede leerse desde los planteos de Félix Guattari sobre la subjetividad en el capitalismo mundial integrado (CMI), entendido como un poder que actúa no sólo en la economía visible, sino también en la subjetividad. En este contexto, la militancia puede leerse como una forma de resistencia a la fragmentación y el individualismo promovidos por el CMI, al reconfigurar vínculos afectivos, fomentar la identidad colectiva y abrir espacios de reapropiación subjetiva por fuera de las lógicas capitalistas

Foto del artículo 'Delegados en el XV Congreso del PIT-CNT: 46% fueron mujeres, y mayoría en el tramo entre 25 y 34 años, 26% delegados de base y casi la mitad estuvo en congreso anterior'

Logros de la acción sindical

En relación con los logros, se constata una enumeración de logros que, en general, remiten al período anterior a 2020. En cuanto a los últimos cinco años, se señala sobre todo la capacidad de lucha para resistir o defender las conquistas y los derechos en el marco de una organización sindical que se mantiene unida. En particular aparecen con un peso relevante las iniciativas llevadas adelante para enfrentar la LUC y la que se intentó con relación a la reforma de la seguridad social. Más allá de los resultados adversos, se valora la capacidad de dar batalla y marcar agenda, así como los respaldos obtenidos.

Desafíos a la acción sindical

Merecen destaque las respuestas que se pueden ordenar dentro de la categoría amplia de “trabajo” como parte de los desafíos que, en opinión de los delegados, enfrenta el sindicalismo. Esta genera una cantidad de respuestas relevantes, con una relación fuerte con “puestos de trabajo”, “salario” y “reducción de la jornada”, así como con “condiciones de trabajo”. El salario vuelve a estar presente de forma importante. Se podría adelantar que, salvo en lo que refiere a la mención a la reducción de la jornada laboral, el resto denota una postura preocupada y defensiva con este tema.

Asimismo, entre los desafíos se mantiene la importante presencia de respuestas orientadas a preservar la unidad del sindicalismo como expresión de clase, enmarcada en su capacidad de lucha en defensa de sus conquistas.

Salud y ambiente

Es de destacar que este módulo se introduce por primera vez en el formulario. Ante la pregunta “En su trabajo o en los territorios en donde usted trabaja, ¿cuáles son los principales problemas de salud y ambiente?”. Aparece un altísimo porcentaje de quienes detallan estos impactos con un 78% sobre el total de respuestas.

Se mencionan como principales problemas de salud: la salud mental en general, el burnout-estrés, la depresión, las adicciones (incluye drogas, alcohol, ludopatías), problemas psicológicos, psicofísicos, físicos (afecciones de columna, contracturas, extremidades, anomalías, cefaleas, auditiva, respiratorios), psiquiátricos, autoeliminación. Cabe anotar que en las respuestas parece haberse tomado como asunto a responder lo que refiere a salud y ambiente en los espacios de trabajo.

Una segunda pregunta de este módulo se orientaba a relevar la opinión de los delegados sobre las problemáticas ambientales por sector de actividad (las externalidades de procesos productivos). Dio lugar a una importante cantidad de respuestas afirmativas junto con la especificación de sus características, lo que contrasta con la escasa relevancia que tuvo este tema en la pregunta sobre los desafíos al sindicalismo.

Se detalla en 270 respuestas cuáles entendían que eran esos desafíos. En una primera aproximación, por su recurrencia, merecen destacarse los que refieren a contaminación ambiental en diversos aspectos, el problema de los residuos que se generan, el reciclaje, el uso excesivo de los recursos, la contaminación sonora, los impactos sobre el agua y el paisaje, y un largo etcétera. A la vez, cabe señalar que se reiteran las referencias a las exigencias normativas y de control, así como las que mencionan la necesidad de participación social en la temática. Estos contenidos constituyen aportes para la construcción de una agenda ambiental del sindicalismo, asunto que se podría sostener que se encuentra aún en proceso de gestación.

En general, vale recordar que todas estas aproximaciones remiten a conocer quiénes son y qué opinan las y los delegados al Congreso del PIT-CNT y no pretenden constituir un análisis del conjunto del movimiento sindical.

A partir de esa precisión, se podría anotar que estamos en presencia de un numeroso plantel de delegadas y delegados que, en este 2025, con una representación de género próxima a la paridad, presentan una lectura preocupada de la realidad del mundo del trabajo, con asuntos que ocupan un amplio espectro, desde las condiciones laborales en cuanto a salarios y puestos de trabajo hasta las emergentes en problemas como los relativos a la salud mental. Por otro lado, las preguntas específicas sobre género y violencia, así como las que refieren a temas ambientales, encuentran, cuando se desagregan, un amplio eco y en las respuestas se aportan valiosos insumos para el diseño de la agenda de la acción sindical.

Aclaraciones

  • El formulario de encuesta fue elaborado en conjunto entre el Instituto Cuesta Duarte y el equipo mencionado de la Facultad de Psicología.
  • El procesamiento de las encuestas respondidas es de entera responsabilidad del equipo universitario, así como las reflexiones que se realizan sobre los datos recogidos.

Jorge Peloche, Héctor Seco, Melanie Machado, Camila Otero, José Adrián Benavídez, equipo de trabajo de la Facultad de Psicología, IPS, Udelar.


  1. Se cuenta con un N de 853 respuestas, de un total de 1.173 delegados acreditados.