Desde su lanzamiento oficial, el diálogo sobre protección y seguridad social impulsado por el gobierno ya está próximo a cumplir tres semanas. El proceso, que concluirá el 30 de abril de 2026, está anclado en cuatro ejes: protección a la infancia, sistema de cuidados, protección a las personas activas y régimen de jubilaciones y pensiones.

“Es una agenda bastante ambiciosa porque, a diferencia de lo que fue el proceso anterior en el que, en general, la conversación estuvo muy centrada en lo que era el régimen de jubilaciones y pensiones, nosotros pretendemos tener una mirada bastante más amplia, más integral de lo que es la matriz de protección social, y por eso integramos temas que nos parecen fundamentales”, sostuvo este lunes Hugo Bai, coordinador de la Comisión Ejecutiva del diálogo social y asesor de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto (OPP), en entrevista con la diaria Radio.

Bai consideró que la agenda de protección a la infancia y la consolidación del Sistema Nacional Integrado de Cuidados es “tan o más importante” que “los cambios en el sistema de jubilaciones y pensiones que el país debería procesar”, ya que son “dos ejes absolutamente centrales para el desarrollo económico y social del país a futuro”. Además, teniendo en cuenta los pocos nacimientos en el país por año y “el dato bastante alarmante y doloroso en cuanto a que cerca de un tercio de los niños, niñas y adolescentes viven en hogares que están por debajo de la línea de pobreza”, señaló.

Sobre la realidad de la pobreza infantil, el asesor de la OPP sostuvo que, además de la cuestión ética, por la que “precisamos darles otras oportunidades y resolver su situación”, también existe una vinculación al sistema de jubilaciones y pensiones en el futuro: “Porque esos niños que hoy están naciendo en esas situaciones de vulnerabilidad extrema es sobre quienes, en última instancia, va a recaer el financiamiento del sistema dentro de 30 o dentro de 50 años”.

“Es fundamental que esa población, que son los futuros trabajadores y trabajadoras del mañana, estén en las mejores condiciones para que, con el mayor capital humano posible y con la mayor productividad posible, puedan hacer frente a un financiamiento que va a ser desafiante, no sólo desde el punto de vista de las jubilaciones y pensiones, sino también del sistema de salud, del sistema de cuidados en un contexto de población más envejecida”, expresó Bai; y acotó que “las capacidades que tengan las cohortes futuras van a ser determinantes para mantener nuestro esquema de bienestar social”.

En este marco, el coordinador del diálogo social afirmó que el financiamiento “forma parte de la discusión” y, en ese sentido, la propuestas del PIT-CNT –uno de los actores sociales dentro de la Comisión Ejecutiva– entorno a gravar al 1% más rico de la sociedad uruguaya para mitigar la pobreza infantil, asi como “cualquier propuesta que, en cierta forma, incorpore cambios al esquema de financiamiento de la Matriz de Protección y Seguridad Social”, son bienvenidas como “insumo para conversar”.

No obstante, señaló que “no es la etapa donde hoy el gobierno, por lo pronto, está tratando de marcar la cancha y mostrar sus propuestas”. Bai recordó que el proceso del diálogo tiene una serie de etapas que, pretenden, “se cumplan de manera relativamente ordenada”. Hasta noviembre, la etapa en la que se trabajará es la de recopilación de insumos, “para nutrir y enriquecer el proceso a través de los aportes y de las propuestas que surjan de la sociedad, de las personas y de las organizaciones sociales que quieran hacerlo”. A través de: conversaciones en el territorio, audiencias con delegaciones, seminarios y aportes de la ciudadanía.

“Una vez que tengamos más avanzada la etapa de recopilación de insumos, empezaremos allí a dar una discusión donde naturalmente el gobierno va a comenzar a volcar algunas propuestas en relación a esos ejes. Y, por supuesto, esperamos que tanto los actores políticos partidarios como los actores sociales también vuelquen su visión”, explicó, y agregó que, allí, probablemente, surja el aspecto de cambios en la matriz de financiamiento.

El resultado final que se pretende del proceso es la presentación, ante el Poder Ejecutivo, de un documento que dé cuenta de los resultados y propuestas surgidas en el marco del diálogo, y que recogerá “aspectos de cada una de las visiones” para “construir una síntesis”. Bai aclaró que la Comisión Ejecutiva “no tiene carácter resolutivo”, en cambio “es un espacio que busca generar un acuerdo” que se convierta en un insumo para el Poder Ejecutivo.

“No hay una lógica de resolver por mayoría. No va a haber votaciones”, señaló. Bajo esa lógica de funcionamiento, el coordinador consideró que los cuestionamientos de los partidos políticos que decidieron no participar, en torno a la representatividad otorgada en la Comisión, “no tienen demasiado sentido”.

El financiamiento “es una dimensión transversal” a los cuatro ejes del diálogo

Consultado sobre su visión sobre el uso de herramientas tributarias para atender problemáticas específicas, como la pobreza infantil, tal como propone la central sindical con el impuesto a los ricos, Bai consideró que la inversión en primera infancia “es un aspecto absolutamente imprescindible” y se debe “buscar el espacio fiscal para poder avanzar con una agenda –lo más rápida posible– para atender esa emergencia social”.

En ese sentido, continuó, “lo que se puede discutir es de dónde salen los recursos para atender esa situación”. Como parte de la discusión del diálogo social, se abordarán las “oportunidades de mejora” que puede haber en el diseño del esquema de prestaciones no contributivas del Ministerio de Desarrollo Social para “unificar algunas prestaciones, mejorar la cobertura, mejorar la suficiencia, discutir las contraprestaciones que muchas veces existen, y si tiene sentido eliminar la prestación en hogares donde pasan determinadas circunstancias o para eso se requieren otro tipo de instrumentos”.

Por otro lado, señaló que la pobreza infantil también tiene que ver con aspectos vinculados a la vivienda, a la educación, y a “un conjunto de temas que escapan al diálogo, que no van a formar parte directamente de la conversación y que, sin embargo, el gobierno tiene definido algunas líneas de acción muy claras para avanzar en políticas que reviertan esa situación”.

Sobre la definición del gobierno de no crear más impuestos en este período, por la cual, algunos dirigentes –principalmente, el presidente Yamandú Orsi– han descartado la propuesta del PIT-CNT, el coordinador consideró que “no hay que apresurarse o no hay que anticiparse a la conversación” y “hay que generar el espacio como para dar ese intercambio”.

Reconoció que “el gobierno viene con compromisos asumidos en términos de lo que es la situación tributaria” y que, entre ellos, no está “el hecho de incorporar nuevos impuestos o aumentar significativamente la presión tributaria”. Pero, por otro lado, “también hay una serie de compromisos asumidos en relación con avanzar en los ejes que están planteados en el diálogo social”, señaló.

En ese sentido, se tiene que evaluar cómo hacer frente a ambos compromisos. “De eso se trata, de buscar los equilibrios”, consideró, y acotó que, además de la discusión sobre el financiamiento, también está presente el tema de “remover algunas inequidades”. Señaló que el sistema de seguridad social actual “tiene un conjunto de regímenes que hoy tributan su aporte patronal en función de un régimen relativamente más beneficioso que el de otro. Discutamos si eso se justifica. Me parece que son temas que quedaron pendientes de discusiones que no se dieron en el proceso anterior”, afirmó.

“El financiamiento es una dimensión transversal a cada uno de esos cuatro ejes de los que hablábamos y por lo tanto va a estar en la conversación. Ahora, ¿cuánto se avanza? ¿Hasta dónde se avanza? ¿Con qué flexibilidad? Son aspectos que van a ir surgiendo del intercambio y de la posibilidad de construir esos acuerdos”, agregó.

En el primer seminario del diálogo social, el PIT-CNT también planteó vincular el aporte patronal a las ganancias de las empresas. Para Bai, el planteo es “de recibo” y tiene que ver con “el esquema de financiamiento de la seguridad social”. No obstante, consideró que “hay que ver con más detalle cuál es la propuesta concreta”, ya que “determinar las ganancias de las empresas es algo complejo. Habría que ver mediante qué tipo de instrumento ellos están pensando en eso”, agregó.

“Hay algún conjunto de cosas para conversar sobre en qué está pensando de manera más concreta, en este caso la central sindical, pero yo creo que son propuestas de recibo y habrá que estudiarlas”, señaló, en el marco de que el esquema actual centrado en aportes sobre la nómina, consideró, “tiene oportunidades de mejora”.