La seguridad del personal de la salud está sobre la mesa desde el episodio de violencia vivido hace algunas semanas en el hospital Pasteur, pero es un reclamo de los sindicatos desde hace tiempo. El fiscal de Corte, Jorge Díaz, recibió ayer a representantes del Sindicato Médico del Uruguay (SMU), la Federación de Funcionarios de Salud Pública (FFSP) y la Federación Médica del Interior (Femi), para compartir impresiones sobre la situación y evaluar futuras medidas. Gustavo Grecco, presidente del SMU, comentó a la diaria que la reunión “fue muy buena” y que Díaz se comprometió a trabajar en “un protocolo de actuación” que atienda estas “situaciones de vulnerabilidad”, en el ámbito de evaluación permanente del nuevo Código del Proceso Penal [CPP].
Según explicó Grecco, cuando una persona que comete un delito resulta herida y requiere asistencia u hospitalización, no tiene custodia policial inmediatamente, sino que “hay un período legal, antes de la formalización como detenido, en el cual la custodia policial no se asigna o depende del criterio del fiscal”. Señaló que ese período es identificado por el Ministerio del Interior (MI) y el personal de salud como “un momento de extrema vulnerabilidad de los trabajadores”, y que los sindicatos piden buscar mecanismos en el marco del CPP que permitan resolver esa situación. “No estamos tratando de dejar de asistir: al contrario, es para seguir haciéndolo, pero en condiciones de seguridad. No queremos vulnerar derechos, queremos proteger los nuestros”, aclaró.
El equipo que se encarga de la evaluación del CPP, formado por la Fiscalía, la Suprema Corte de Justicia y el MI, trabajará en un protocolo de acción, y los sindicatos se pusieron a disposición para ser consultados, apuntó Grecco. La idea es que “se resuelva ese ‘período ventana’ con seguridad para los equipos asistenciales”, pero esto no va a ser “una solución mágica para los problemas que tenemos; es una línea de trabajo más, que nos permitirá mejorar las condiciones de seguridad de los colegas”, advirtió.
En la reunión de ayer, además de conversar sobre el protocolo, se habló de la inseguridad en general y las posibles alternativas que se pueden recorrer: esto incluye la custodia policial, pero también “la prevención, las medidas de seguridad de cada centro hospitalario, tecnología y medidas de barrera, y saber responder ante la situación de agresión”. Sobre esto último, el presidente del SMU aclaró que no siempre son personas privadas de libertad quienes agreden al personal de la salud. Por otra parte, resaltó que no hay estadísticas certeras sobre la cantidad de situaciones de violencia a las que se deben enfrentar los médicos, pero que por las denuncias que pueden hacer los profesionales mediante internet se sabe que las agresiones son “muy frecuentes”, y que por eso es preciso trabajar en este tema con celeridad.