“Si por algún dato negativo sobre la salud de la persona el carné de salud fuera un filtro para no ingresar al trabajo, uno podría pensar que es una exigencia que de alguna forma impide el derecho laboral de alguna gente”, planteó a la diaria el director nacional de Trabajo, Jorge Mesa. Asimismo, presentó el ángulo opuesto: “También cuida la salud, la seguridad y el trabajo de una persona, porque el carné puede arrojarle un dato de salud que tiene que corregir o cuidar”.

La problematización sobre la existencia y requisito del carné de salud para ingresar a un puesto de trabajo se generó el sábado, cuando el diario El País informó sobre el despido de 35 empleados de la empresa Transamerican que trabajaban de forma tercerizada en el hospital Pasteur. 25 de ellos desempeñaban tareas de mantenimiento y diez o 12 eran camilleros. A estos últimos no sólo se los desvinculó de la firma sino que además debieron retirarse de un llamado público que los presupuestaría como camilleros. La razón de los despidos fue la falsificación de sus carnés de salud.

Los hechos se originaron luego de que autoridades del Pasteur realizaran un pedido a la empresa de que revisara su plantilla, como también lo hicieron a otras dos empresas que brindan al hospital el servicio de mensajería y de limpieza. Ambas están en proceso de evaluación y, según afirmó a El País Federico Martiarena, director del centro, las empresas dijeron que podría haber algún caso más.

Como consecuencia, el Pasteur se dispuso a revisar su propia plantilla de trabajadores. Martiarena, a su vez, afirmó que los 35 carnés de salud de las personas despedidas fueron emitidos en laboratorios clínicos de Montevideo. Asimismo, desde la Federación de Funcionarios de la Salud Pública (FFSP) aseguraron a El País que el caso entró en evaluación después de que un médico propietario de un laboratorio clínico declarara ante la Justicia haber firmado carnés, sin los estudios clínicos.

“Es injusto decir que es una falsificación; que un médico prescriba un carné de salud sin tener los análisis clínicos es totalmente legal”, dijo a la diaria Ana Rosengurtt, integrante de Libertad Sanitaria Uruguay (LSU), grupo que se presenta como anti carné de salud y antivacunas. El argumento de Rosengurtt es similar al que publicó LSU en un comunicado publicado en su página web el domingo: “La ley de ética médica, vigente en Uruguay desde 2014, obliga a los médicos a respetar los derechos humanos y la libre decisión de la gente: si dijeron que no querían hacerse el análisis clínico, el médico debe aceptar la decisión”. Si bien reconoció que la negación a los estudios no necesariamente fue la razón, enfatizó que la cuestión radica en la obligatoriedad del estudio, que según Rosengurtt, debería ser “abolido”.

En cuestión

Según se puede leer en la página de la Administración de los Servicios de Salud del Estado (ASSE), el carné de salud es un examen de aptitud laboral obligatorio para todos los ciudadanos que ingresen en la actividad laboral. A su vez, lo plantean como una herramienta para el diagnóstico precoz de patologías. Para obtenerlo en ASSE se necesitan determinados requisitos: el certificado de vacuna antitetánica vigente; lentes, si la persona los utiliza; los resultados de exámenes de laboratorio con vigencia de seis meses (de orina, colesterol total, glicemia y VDRL –análisis de enfermedades venéreas y también de sífilis–) y, en caso de las mujeres de entre 21 y 65 años, el PAP con una vigencia de hasta 30 meses.

“El carné de salud condiciona el derecho al trabajo y además es eugenésico”, planteó a la diaria Rosengurtt. “Condiciona por el peso, por la edad y porque las mujeres con 21 años tienen que hacerse el PAP y las mayores de 50 tienen que sumarle la mamografía”, justificó. A su vez, recordó que la creación del carné como decreto fue en 1937, durante el período dictatorial de Gabriel Terra. En ese momento “para casarse se exigía el certificado médico de que no se tenía enfermedades hereditarias que pudieran ser trasladadas a los hijos”, dijo.

La integrante de LSU planteó a su vez que la Organización Internacional del Trabajo (OIT) indica en su recomendación número 200: “No se pueden hacer tests de VIH a los trabajadores por razones de empleo”. Por este motivo, dice, ese análisis es opcional en el carné de salud. Pero “si la OIT supiera todo lo que nos condicionan el derecho al trabajo los requisitos del carné, cuando son cosas que ni siquiera son contagiosas, como el cáncer, la hipertensión y la diabetes, nos agregarían a la lista negra”, aseguró.

Al respecto, el director nacional de Trabajo afirmó que “no es sólo por el contacto con otras personas; puede que haya algún riesgo especial dependiendo del trabajo”. Para ejemplificar, se refirió a la construcción, trabajo en el que “si vos tenés un problema cardíaco o epiléptico tendrías que cuidarte de cierta manera, y estos son elementos que pueden surgir con el carné de salud”.

Sobre la exigencia del carné, Mesa dijo que ha sido obligatorio en algunos momentos y en otros no. “Me consta que hay una exigencia mayor, como desde Salud Pública para algunos trabajos concretos, pero en otros es una exigencia más liviana”, aseguró. Si bien dio cuenta de que es necesario que el carné de salud esté al día a la hora del ingreso laboral, afirmó que “no es algo que se exprese en la Dirección Nacional de Trabajo. Es una exigencia del patrón a los empleados”.

la diaria intentó comunicarse con las autoridades del Ministerio de Salud Pública pero estas prefirieron no hacer declaraciones porque consideran que “validan” los cuestionamientos de las personas en contra de las vacunas y los controles, como LSU.

Según Rosengurtt, la historia clínica es el único documento válido respecto de los derechos del usuario de salud, porque además acumula la información médica de toda la vida del paciente, al contrario que el carné de salud, que hace divisiones por edad.

Sin embargo, para Mónica Pujadas, secretaria general de la Asociación Uruguaya de Pediatría, el carné es un “documento mucho más práctico para poder tener ahí los registros, los controles, las indicaciones de cuándo volver y qué vamos buscando en cada control”.