“En invierno la demanda al sistema de salud por infecciones respiratorias suele superar el 1% de la población, haciendo colapsar la oferta del sistema sanitario, que llega en los meses invernales a sus niveles máximos de saturación. La libre circulación del coronavirus enfermaría al 17% de la población (extrapolando datos de China), número de pacientes que sería inmanejable para el sistema sanitario”, expresa el editorial que publicó ayer el Departamento de Medicina Preventiva y Social de la Facultad de Medicina de la Universidad de la República. Por eso es que se insiste en estos momentos en tratar de disminuir lo más posible la propagación del virus porque, aun en los mejores escenarios, aunque “no se llegara” a ese 17%, “sumado a la gripe estacional, de todas formas, se produciría un absoluto desborde del sistema de salud”.

Integración

El Departamento de Medicina Preventiva y Social de la Facultad de Medicina de la Universidad de la República forma a epidemiólogos, especialistas en salud pública y en administración de servicios de salud.

El editorial se titula “Utilizar un enfoque integral” y comienza comparando la tasa de infección uruguaya por el SARS-Cov-2 con otros países de la región. Se denomina “tasa de ataque” a un caso particular de la tasa de incidencia, explican, que corresponde al número de personas que presentan una enfermedad en relación al número de personas expuestas a sufrirla en un período limitado y en condiciones especiales, como una epidemia.

Escribieron el editorial con los datos de afectados difundidos el martes 17: 50 casos. De esa forma, calcularon que la tasa de ataque en Uruguay es de 1,45 casos cada 100.000 habitantes, una proporción mayor que presentan hasta ahora Argentina y Brasil (0,16 casos cada 100.000 habitantes), menor que China (5,81 cada 100.000), que Italia (46,27) y que España (24,4). Pero la comparación es relativa, advierten, porque las diferencias pueden responder a la cantidad de pruebas que están haciendo los países, y no es adecuado comparar la tasa uruguaya –donde la epidemia recién comienza y no llegó al pico de la curva epidémica– con la de China, donde la epidemia está prácticamente extendida.

Precauciones en casa

Los docentes comentan que Uruguay recomienda aislar en el hogar a las personas con enfermedad leve, pero advierten los cuidados que deben tenerse. Así, dan recomendaciones para ellos y para quienes conviven (que pasan a estar en cuarentena). Tanto a quienes están en cuarentena como aislados, le recomiendan no recibir visitas, no salir del domicilio, la higiene frecuente de manos y ventilar ambientes. Además, las personas con el virus tienen que utilizar un dormitorio exclusivo para ellos y mantener la puerta cerrada; al salir de la habitación tiene que usar tapabocas e higienizarse las manos; si comparten artículos, desinfectarlos con alcohol; nunca debe compartir utensilios ni el teléfono; los utensilios y la ropa tienen que ser lavados aparte y con agua caliente (con agua hirviendo los de cocina); hay que desinfectar el baño con hipoclorito después de que lo use y con alcohol las superficies. Se recomienda que el cuidado se centralice en una única persona de la familia y que se lave las manos inmediatamente luego del contacto. Los pañuelos desechables deben tirarse en una papelera con tapa y luego descartar la bolsa cerrada. El paciente y el cuidador deben usar barbijo al estar juntos. Aclaran que las personas pueden infectar después de dejar de sentirse enfermas y que por eso “estas medidas deben continuar durante al menos dos semanas después de que desaparezcan los síntomas” y no recibir visitas hasta el final del período.

Por eso plantean que “el mejor comparativo es con nosotros mismos a través del tiempo”, y dicen que analizar las curvas de aceleración o desaceleración –si no hay grandes variaciones en la realización de pruebas– “es de valor para evaluar la efectividad de las medidas”, más que el aumento de cifras absolutas que se espera que salgan cada día, y que si son analizadas fuera de contexto al ser transmitidas por los medios de comunicación pueden generar “pánico con efectos secundarios más trágicos que la propia epidemia”.

Cómo frenar la expansión

Los autores afirman que “las medidas de distanciamiento social, cuarentena poblacional y protocolo de aislamiento (cierre de escuelas, cancelación de eventos masivos y reuniones, cierre de fronteras, exhortación a quedarse en domicilio, etcétera) ayudan a reducir la transmisión” así como “reducir el riesgo individual y colectivo con el lavado de manos y toser en el pliegue del codo”. Con eso, se logrará “aplanar la curva epidémica” y “diluir la cantidad de consultas por un tiempo, reduciendo el problema de la escasez de equipos, medicamentos, médicos y enfermeros”. Pero aclaran que las medidas de aislamiento y cuarentena “no son suficientes para extinguir la pandemia”, sino que “se requiere un enfoque integral”, y que las medidas “deben complementarse con las acciones de vigilancia en salud dirigidas a la realización rápida y oportuna de pruebas de confirmación de casos”. En concreto, dicen que “se debe realizar la prueba a cada caso sospechoso” y aislarlo si da positivo, y ubicar a sus contactos cercanos hasta dos días antes de desarrollar los síntomas para aplicarle luego las pruebas.

SMU insiste en declarar la cuarentena general

Hoy se desarrollará la segunda reunión del Comité Intersectorial de Crisis, que se formó el lunes y en el que participan autoridades de los ministerios de Salud Pública, Trabajo y Seguridad Social, del Banco de Previsión Social, los gremios de funcionarios médicos y no médicos.

El martes el Sindicato Médico del Uruguay (SMU) pidió declarar cuarentena general y una serie de medidas asistenciales. Salinas les respondió que formularan el planteo por escrito y que el ámbito indicado era el comité que sesionará hoy.

En diálogo con la diaria, Gustavo Grecco, presidente del SMU, dijo que “es una eternidad de tiempo” el transcurrido entre el lunes y el viernes en medio de esta epidemia y reafirmó que es imperioso extremar las medidas y reducir al máximo la circulación de la población”. Expresó que los trabajadores médicos y no médicos plantearon el martes en la Junta Nacional de Salud que debe haber “directivas firmes para que todos los prestadores sean mandatados a cumplir estrictamente el protocolo de protección”.

Por otra parte, Grecco sostuvo que “los tests diagnósticos tienen que generalizarse, hacerse a todos los casos sospechosos, a todo paciente con sintomatología respiratoria, y prodigarlo particularmente en los trabajadores de la salud” porque “ya hay decenas de trabajadores de la salud certificados por asistir pacientes positivos o por contacto”.

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