“La pauta presupuestal fue uno de los principales motivos por los cuales presenté mi renuncia en diciembre”, contó a la diaria la oftalmóloga Sandra Medina, exdirectora del Hospital de Ojos José Martí. Medina se desempeñaba como funcionaria del hospital desde 2008, aunque a la dirección llegó en 2011.

En 2009 se desempeñó como jefa de los estudiantes residentes de la Administración de los Servicios de Salud del Estado (ASSE), lo cual califica como “uno de sus mayores logros”, indicó Medina. “Era un debe, yo consideraba necesario que los residentes pudieran pasar por cirugía durante sus prácticas; con mucho trabajo y mucho apoyo de mis colegas se pudo cumplir”, agregó la especialista. Medina aseguró que desde 2009 hasta hace diez días pasaron por el Hospital de Ojos alrededor de 60 estudiantes que pudieron tener su práctica quirúrgica y que “una vez finalizada muchos de ellos concursaron para poder prestar servicios en el hospital”.

Sobre el momento en que le ofrecieron tomar la dirección del hospital, recordó que “no fue nada fácil, pero que implicaba poder avanzar y hacer realidad un montón de otros proyectos”, por eso aceptó. Además, destacó algunos de los logros durante los casi 11 años frente a la dirección de la dependencia, como la incorporación de más de 30 equipos para diagnóstico y procedimiento, haber acortado la brecha generacional de la no formación quirúrgica de los residentes, haber convertido al hospital en un centro de referencia nacional con atención a todas las patologías y con la mejor tecnología y los mejores insumos.

Medina recordó como un hito de su dirección haber ido al interior del país a hacer consultas resolutivas. “Una vez equipado el hospital, se comenzaron a adquirir algunos aparatos de diagnóstico para ir al interior; “íbamos y si había algo que no se podía resolver en el momento le dábamos fecha y hora al paciente para que fuera al hospital”, acotó Medina. “El 30 de setiembre de 2021 trasladamos a más de medio bloc quirúrgico al departamento de Artigas, atendimos a 1.000 usuarios y captamos 27 pacientes para cirugía”, contó y calificó el procedimiento como “acciones que iban camino a la mayor descentralización posible de la atención”.

Para Medina, el 15 de enero de 2021 ocurrió el quiebre que marcó el inicio de una serie de acontecimientos que la llevaron a presentar su renuncia el 28 de diciembre. En ese momento, con el cambio de autoridades en el gobierno y con el nuevo presupuesto quinquenal, el Centro Hospitalario del Norte Saint Bois pasó a ser una dependencia y el Hospital de Ojos otra. Hasta ese momento funcionaban juntas, aunque, según la especialista, “eran dos unidades de atención muy distintas”.

Medina recuerda ese momento “con gran alegría, ya que sintió un gran apoyo de las nuevas autoridades”.

“Con ese presupuesto no era posible”

Pero el problema surgió más adelante, ya que “nunca se entendió que la división tenía que ser equitativa entre los hospitales que dejaban de ser dependientes”, recordó. “Lo que sucedió fue que Saint Bois no nos tenía que ceder los espacios, el tema del presupuesto se volvió algo muy difícil y no vi un gran compromiso de la gerencia administrativo-financiera de ASSE”, dijo la ahora exdirectora. Sobre el presupuesto, explicó que “de los 278 millones de pesos totales, la división terminó en 210 millones para el Hospital Saint Bois y 68 millones para el Hospital de Ojos”, lo que iba a afectar la capacidad de funcionamiento del centro, porque “con ese presupuesto no era posible, porque además ya estaba con siete millones de pesos en rojo”.

Como intento de resolución, y luego de que el presidente de ASSE, Leonardo Cipriani, la contactara para tratar sobre el funcionamiento de un equipo del hospital, la exjerarca aprovechó la ocasión y solicitó una reunión con él. “En ese momento, luego de conversar, él me manifiesta que le dará al hospital el apoyo económico”, dijo, y luego la contactó con el gerente administrativo de la cartera, Juan Behrend. “El gerente me dijo que se tomaría unos días para hacer números y que luego se contactaría conmigo, pero eso no sucedió, así que me contacté yo”, relató Medina. Al no recibir respuesta, la exdirectora esperó unos días más y presentó su renuncia por escrito. “Luego de esa instancia, me comuniqué con el gerente y me dijo que no había podido tocar el tema porque estaba con Casa de Galicia, pero a mi consideración los tiempos no eran exactamente los mismos”, agregó.

Finalmente, el 29 de diciembre Medina presentó su renuncia y dejó el cargo en el Hospital de Ojos. “Las manifestaciones de que el presupuesto no alcanzaba y que era difícil con esos recursos empezaron en mayo”, contó, ya que entiende que, sobre todo el último tiempo, “daba un paso para adelante y dos para atrás”, porque si bien siempre fue dificultoso, “a lo que se aspiraba al ser una unidad independiente es que los problemas se fueran resolviendo”, lamentó la especialista. Por último, dijo que sintió tener de parte de ASSE “apoyo verbal pero nunca real” y consideró que haber dejado el cargo “fue la mejor decisión, antes de que la gestión se volviera insostenible”. De quien tampoco sintió apoyo, luego de su renuncia, fue de la Federación de Funcionarios de Salud Pública.

Consultado sobre la renuncia de Medina y la ocupación de su puesto, que aún está vacante, Mario Torales, adjunto a la presidencia de ASSE, dijo a la diaria que “el directorio aún no se reunió, pero la ocupación del cargo se decidirá en los próximos días, con los profesionales que hay disponibles”.