Durante el verano es usual que aumente la cantidad de ahogamientos, la cuarta causa más importante de mortalidad por traumatismo no intencional en niños de uno a cuatro años y la tercera entre los niños de cinco a 14 años, según el último informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
En diálogo con la diaria, Sebastián Geymonat, integrante de la Mesa Nacional de Guardavidas y coordinador de guardavidas de Canelones, explicó que una de las principales causas del ahogamiento es que “no se respetan las señalizaciones”, incluso en zonas con servicio de guardavidas. De todas maneras, aclaró que, según las últimas investigaciones, el 95% de los ahogamientos en Uruguay se producen en zonas sin guardavidas, por ejemplo, ríos, arroyos y canteras.
A esto se suma que hay quienes subestiman el manejo dentro de zonas de agua y los riesgos del lugar, por lo que no toman precauciones, la escasa supervisión a los niños más pequeños y que estamos en un país sin adaptación al medio acuático, es decir, que no se practica natación ni se adquieren habilidades que permitan, entre otras cosas, mantenerse a flote.
Según el Ministerio de Salud Pública, a pesar de concentrar un gran porcentaje en niños, los ahogamientos pueden ocurrir a cualquier edad; de hecho, causaron más de 2,5 millones de muertes en la última década.
Sobre esto, Geymonat agregó que los adolescentes también son un grupo de riesgo porque “son menos precavidos” dentro del agua, aunque en muchos casos buscan ayudar a personas que se están ahogando, pero no tienen el entrenamiento requerido.
Para las situaciones en las que una persona se esté ahogando, sobre todo en los lugares en los que no hay servicio de guardavidas, Geymonat recomendó tratar de ayudar desde la orilla tirando una piola, rama u objeto flotante para que la persona agarre, y llamar al 911. Por el contrario, no aconsejó tirarse al agua sin entrenamiento y conocimientos, tampoco realizar “cadenas humanas”.
La necesidad de una ley que regule el trabajo de los guardavidas
Ante una realidad laboral que “es diferente en cada servicio” y que, aunque los guardavidas están capacitados para brindar “reanimación cardiopulmonar de alta calidad y primeros auxilios”, los equipamientos de reanimación con los que cuenta cada puesto dependen de los recursos del departamento, Geymonat consideró necesario crear una ley nacional que establezca por lo menos condiciones laborales básicas que igualen los servicios.
“Falta mucho a nivel nacional respecto a los servicios”; en algunos lugares hay contratos anuales por 12 horas diarias, en otros lugares por cuatro horas menos; otros son acuerdos “zafrales y mediocres” que generan condiciones de trabajo muy dispares, entre funcionarios y en las distintas épocas del año.