Tras un mes del inicio de la campaña de vacunación para embarazadas contra el virus sincicial respiratorio en recién nacidos, el director del hospital Pereira Rossell, Álvaro Galiana, manifestó en diálogo con la diaria que por el momento la adhesión a la inoculación es baja.
“En abril comenzaremos a tener los primeros casos” de un virus respiratorio que es el que “más problemas genera”, a pesar de que disponemos de una vacuna para embarazadas que se aplica entre las 32 y 36 semanas de gestación, explicó el director. “Si bien es difícil pensar en ese escenario durante el verano, es necesario prevenir una enfermedad que puede ser mortal”, sobre todo en los niños más pequeños, agregó.
La sustancia protege al recién nacido durante sus primeros seis meses de vida al transferir anticuerpos de la madre al bebé; por esto es que se recomienda que la vacuna se administre al final del embarazo. Los efectos adversos esperables “suelen ser leves”, como dolor de cabeza y muscular y náuseas.
Según Galiana, desde que comenzó la campaña se administraron unas 1.200 dosis, aunque no está claro a qué grupos y a cuántas embarazadas. De todas maneras, se observó en campañas anteriores que las personas que más se vacunan se atienden en el sector privado.
La campaña de 2024, que se extendió entre agosto y setiembre, abarcó a pocos usuarios de la Administración de los Servicios de Salud del Estado, acotó.
Durante los meses de invierno suelen incrementarse los casos. La mayoría requieren oxígeno y un porcentaje importante, sobre todo niños menores de cinco años, ingresan a CTI.