“Colocar este tema desde el Estado es muy relevante, mucho más allá de lo que hagamos las propias instituciones, porque los temas de salud mental no son temas de los individuos exclusivamente”, dijo el ministro de Desarrollo Social, Gonzalo Civila, en la apertura de la jornada organizada por la cartera para reflexionar sobre la problemática en el marco del Día Mundial para la Prevención del Suicidio.
Ante una sala repleta, Civila afirmó que recuperar esa mirada “es fundamental”. “A veces depositamos en las trayectorias de cada una de las personas o en las familias toda la responsabilidad o el foco en este tipo de situaciones, en situaciones críticas, situaciones difíciles, vinculadas a la salud mental, y los problemas de salud mental son problemas que tienen fundamentos sociales también”, destacó.
En ese sentido, señaló que el mundo actual “produce continuamente marginación, pérdida de sentido de la vida, de las relaciones, entornos violentos que también llevan a introyectar la violencia como forma de pensar la resolución de los conflictos”. “Muchas veces nos encontramos con personas y con comunidades que no tienen demasiadas alternativas para resolver aspectos esenciales de su vida, de su convivencia, y eso indudablemente impacta sobre la salud mental”.
A su vez, afirmó que el Ministerio de Desarrollo Social (Mides) asume un rol protagónico en este tema debido a que están “convencidos” de que “las determinantes sociales de la salud y de la salud mental son fundamentales”. Además, destacó que desde la cartera se aspira a trabajar de forma interinstitucional en la materia.
Reconoció que como Estado hay “muchas deudas” con la sociedad en lo que tiene que ver con el acceso a servicios de salud mental para quienes lo necesitan. “No tener acceso a un servicio de salud mental puede ser definitorio de lo que pase con la vida de alguien”, afirmó, aunque matizó: “Solamente el Sistema Nacional Integrado de Salud [SNIS] o el sector salud no puede con el tema. Requiere acción interinstitucional, en conjunto, de la sociedad, mucha conciencia por parte de todas y de todos, y un abordaje profundo de los problemas sociales, materiales, de construcción de convivencia, de construcción de las relaciones humanas”.
“Creo que estamos atravesando un momento de crisis en materia de salud mental, esto lo vemos en todos los ámbitos donde nos movemos. La prevención del suicidio es un capítulo urgente del abordaje de este tema”, enfatizó.
Gabriela Rak, responsable del área de Formación en Educación del Ministerio de Educación y Cultura, Nicolas Lasa, director nacional de Promoción Sociocultural del Mides, Julia Garcia, coordinadora del área de Salud Mental del Ministerio de Salud Pública y Graciela Ceschi referente sanidad policial del Ministerio del Interior.
Foto: Alessandro Maradei
En esa línea, el subsecretario de Salud Pública, Leonel Briozzo, aseveró que Uruguay tiene “un gravísimo problema sociosanitario con el suicidio” y que se trata de un problema “viejo y arrastrado”. “Yo, que tengo la posibilidad de repetir en esta función, 15 años después [noto que] no se ha avanzado en este tema, a pesar de los múltiples esfuerzos que se han hecho”, lamentó.
Si se discrimina por género, son más los hombres que se suicidan que las mujeres, apuntó Briozzo; a su vez, las tasas de suicidio son mayores en las personas que se atienden en el sector público y que están en los quintiles de ingreso más bajos. “Es un dato muy nuevo y que tenemos que manejar con cautela, pero sabiendo que hay una discriminación no solamente de género sino también socioeconómica en este grave problema de salud”, remarcó.
Coincidió con Civila en que es necesario un abordaje interinstitucional, pero dijo también que “hay responsabilidades intransferibles del sistema sanitario, del SNIS”, que “tiene un déficit muy importante en el tema de la salud mental”. Por esta razón, señaló que ese es el “tema eje” de la Ley de Presupuesto “con respecto al desarrollo de la estrategia de salud mental en el Ministerio de Salud Pública”. En ese marco, “el plan de prevención específico del suicidio forma parte de la columna vertebral de las prestaciones que tenemos que tener”, sostuvo.
El director nacional de Desarrollo Social del Mides, Nicolás Lasa, quien también forma parte de la Comisión Nacional Honoraria de Prevención del Suicidio, expresó: “No estamos ante problemas particulares” sino “ante problemas sociales que hacen síntoma en personas concretas”. “Estamos bombardeados para responder a un conjunto de mandatos: el mandato de ser feliz, el mandato de ser fuerte, todas fábricas de infelicidad de nuestro tiempo”, afirmó.
Lasa aseguró que “hay algunos elementos que, por lo general, quedan fuera desde una mirada más sanitaria vinculada a la salud, en la que las únicas respuestas son el acceso a tratamientos o el acceso a medicación o a dispositivos terapéuticos”. En este sentido, reconoció que “la correlación entre los departamentos con mayores niveles de desempleo y mayores tasas de suicidio” es un dato que “nosotros no podemos negar”.
“Entendemos que también una forma de afirmar la vida es construir y mejorar las políticas salariales para que la gente no se sienta ahogada”, afirmó. “Está bien hablar de salud mental, pero es un problema psicologizar todos los problemas sociales. A veces los problemas que tiene la gente se deben a cómo tramita internamente su vida cotidiana”, sostuvo.