El Comité de Estabilidad Financiera se reunió el martes 8 e identificó “varios” factores globales y regionales que potencialmente podrían impactar la estabilidad financiera local. Más allá de eso, concluyó que el sistema financiero, al encontrarse “estable” y “operando con normalidad”, es capaz de “facilitar el desempeño presente y futuro de la economía, al tiempo que cuenta con capacidades para gestionar los riesgos a los que se encuentra expuesto”.

Algunos de los factores identificados son el “desacoplamiento” de las bolsas de todo el mundo respecto de las de las economías avanzadas, el aumento de la volatilidad financiera y de la “sensibilidad” de los agentes de mercado, y la elevada “incertidumbre” a nivel geopolítico –“de la política económica en general y, en particular, de la política comercial”–.

Por otro lado, y más allá de los impactos, el comité celebró el avance del proceso de normalización de la política monetaria estadounidense, estancado desde hace diez años. En este sentido, se advirtió que podrían ocurrir episodios de mayor volatilidad que la anticipada en los mercados financieros globales a la vez que las “vulnerabilidades macrofinancieras” de algunas de las principales economías emergentes podrían determinar “un menor dinamismo económico de las mismas” y, por tanto, una “fuerte” repercusión en el resto del mundo.

En el plano regional –el más crítico–, sostienen que existe una “modesta” recuperación, aunque no exenta de riesgos. Por un lado, llaman la atención sobre la “creciente incertidumbre en el plano político-electoral” en Brasil que “dificulta la concreción de reformas críticas”. En tanto, en relación con Argentina advierten por la “fuerte” depreciación del peso en un contexto de “elevada inflación y persistentes presiones en el plano fiscal”.

En Uruguay, los jerarcas observan que la economía “continúa creciendo” y proyectan que lo siga haciendo a “un ritmo similar” al actual. A su parecer, los riesgos “se mantienen acotados” y redujeron su intensidad recientemente. En particular, consideran que los indicadores de los usuarios de crédito y del sector bancario se mantienen en niveles “adecuados” y que los de solvencia, liquidez y morosidad del sector bancario son “buenos”. En cuanto a la morosidad en particular, más allá de la situación crítica de algunos sectores –que advierten que podrían “desmejorar”–, sostienen que la probabilidad de una potencial incobrabilidad es “adecuada” y aseguran que las partes involucradas “cuentan con herramientas financieras para manejar este riesgo”.

En definitiva, y más allá de la alerta en la región, el comité concluye que la “solidez” del sector financiero local, su “baja” exposición a los riesgos y a las “capacidades” de la economía uruguaya para su gestión la alejan de esas “señales” complejas, ya que, “por su naturaleza, probabilidad de ocurrencia, impacto potencial y capacidades de gestión, podrían ser procesadas por el propio sistema financiero sin ocasionar perturbaciones de carácter sistémico”.

La próxima reunión del comité integrado por el ministro de Economía y Finanzas, Danilo Astori, el presidente del Banco Central, Mario Bergara, el superintendente de Servicios Financieros, Juan Pedro Cantera, y el presidente de la Corporación de Protección del Ahorro Bancario, Daniel Dominioni, será en cinco meses.