Los motociclistas y ciclistas, junto con los peatones, constituyen el grupo “más vulnerable” para la Unidad Nacional de Seguridad Vial. Según datos de este organismo, 40% de las víctimas fatales en los primeros cinco meses del año fueron motociclistas, muchos de ellos durante su jornada laboral. Por este motivo, surgió hace dos años, de un acuerdo tripartito e interinstitucional, la iniciativa de registro y capacitación profesional de los deliveries mediante un carné identificado con un código QR que permitirá a los inspectores identificar al trabajador. Un decreto de mayo del año pasado estableció que a partir de enero pasado el carné sería obligatorio, y otorgó al Instituto Nacional de Empleo y Formación Profesional (Inefop) la potestad de certificación para circulación.

Con las 203 personas que recibieron su certificado ayer, ya suman 800 los capacitados en Montevideo, Las Piedras, Pando, Ciudad de la Costa, Maldonado y Salto. En los próximos días iniciarán en Montevideo y Canelones otros 40 grupos mientras que las inscripciones siguen abiertas en la web de Inefop, con posibilidad de repetir cursos en cada localidad donde se genere una demanda mayor a 20 personas. Se estima que con los 800 en lista de espera se estaría cubriendo la mitad del total: unos 3.000 deliveries en todo el país.

El curso tiene una carga horaria total de 12 horas distribuidas en seis de clases teóricas y seis prácticas. En las primeras se aborda la salud ocupacional, describiendo el perfil del repartidor, la constitución de los accidentes de trabajo, los riesgos psicosociales, como el consumo de sustancias y el uso de celular, y la prevención de estos. También el proceso de toma de decisiones y los tiempos de reacción, primeros auxilios y las consecuencias del siniestro de tránsito a nivel personal, familiar y económico. Un capítulo sobre ingeniería incluye la inspección técnica vehicular, el mantenimiento del vehículo y los elementos de protección, y en cuanto a lo jurídico, lo relativo a la función de las normas de tránsito. En las seis horas de prácticas –con simulador o situaciones reales con motos– se aborda la postura, comportamiento y puntos ciegos en la conducción, las técnicas según los tipos de pavimento y en distintas circunstancias, el manejo defensivo, los tiempos de reacción, la distancia de seguridad y actitud adecuada del conductor.

La capacitación también incluye dos enfoques transversales: de seguridad laboral y prevención integral, sobre los derechos y obligaciones del trabajador y el empleador y las normas laborales que aplican al sector; y de género, donde se tratan conductas en el tránsito, ideales de género y la moto como significante de poder en el modelo de varón hegemónico.

Además, mediante un acuerdo con la Intendencia de Montevideo, si se suman dos horas extras de capacitación, los trabajadores estarán habilitados también a manipular alimentos.

“Hay empresas que están haciendo las cosas bien y otras que no. Esperemos que esto sea un incentivo para que reviertan su postura”, cerró ayer, durante el acto de entrega de diplomas en la Torre Ejecutiva, el ministro de Trabajo y Seguridad Social, Ernesto Murro.