Con la presencia del ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca, Enzo Benech, y del ministro de Trabajo y Seguridad Social, Ernesto Murro, el martes 24 se llevó a cabo la 34ª Asamblea Anual de Cooperativas Agrarias Federadas (CAF), entidad que aglutina a cooperativas vinculadas a la producción agrícola-ganadera, lechería, granja y floricultura. En la actividad el comité ejecutivo presentó la Memoria Anual, el presupuesto para el próximo ejercicio, se eligió a los integrantes del consejo directivo y se brindaron charlas sobre seguros agrícolas, el rol de las cooperativas agrarias en el proyecto Conciencia Agropecuaria y los desafíos del sector agrícola en materia de herramientas financieras.

Finalmente la presidenta de CAF, Virginia San Martín, dio un discurso en el que destacó la movilización del 23 de enero en Durazno como “el día en que los productores y ciudadanos decidieron adueñarse de reivindicar su propio malestar, y de manera disruptiva lograron hacer visibles los problemas del día a día de todo el sector productivo”, y reafirmó que las gremiales rurales “necesitan este tipo de movilizaciones para sensibilizar, movilizar y dar visibilidad a los reclamos del agro”. San Martín agregó que juntas, las gremiales lograron ser recibidas por el presidente Tabaré Vázquez y su equipo, lo que significó “un hecho destacable”. Sin embargo, opinó que “las medidas implementadas por el Poder Ejecutivo en ese momento fueron rápidas sí, pero insuficientes, por ser limitado el universo de beneficiarios, y de compleja implementación”. La presidenta de CAF dijo que “nunca se comprendió que fuimos a construir, y que no hacía falta ponerse a la defensiva”, y que el gobierno “no considera que lo más importante que tenemos son los recursos naturales”.

Luego se refirió al déficit hídrico. Expresó que “fue heterogéneo y afectó fundamentalmente la zona agrícola”, generando “una zafra histórica negativa, una zafra que decimos que fue ‘para el olvido’, pero debería haber sido ‘para el recuerdo’”, y agregó que “se han profundizado los problemas sistémicos externos de competitividad”, haciendo hincapié en que “el tipo de cambio no está acorde a las necesidades competitivas del país, así como aumenta nuestra preocupación por el déficit fiscal y el creciente endeudamiento del país”.

“Hoy más que nunca resulta importante decir que somos empresas con un diferencial. Dirigidas por sus propios dueños, damos servicios integrales, apoyo a los productores, tenemos controles y auditorías, somos nacionales y no nos vamos con las crisis, las pasamos”, enfatizó más adelante, y añadió que siente que “hay apremio de que se comprenda mejor la herramienta cooperativa como una vía fundamental para la sostenibilidad de productores agropecuarios y de gran importancia para el país”.

“Resulta trascendente reforzar la defensa y promoción del modelo cooperativo como alternativa a la sostenida tendencia de la concentración de la tenencia de la tierra y otros eslabones de la cadena de valor, que terminan expulsando a las familias de productores del negocio agropecuario”, destacó.

Según datos de CAF, las cooperativas lecheras industrializan y comercializan la producción de 2.000 productores lecheros nucleados principalmente en la Cooperativa Nacional de Productores de Leche (Conaprole), lo que representa 80% de la producción nacional de leche y derivados; las cooperativas agrarias manejan 30% de la producción de trigo, 20% de la producción de soja y 30% de la producción de cebada, y la Central Lanera Uruguaya comercializa e industrializa cerca de 15% de la producción nacional de lana.