La cooperativa Molino Florida firmó la semana pasada el compromiso de compra de la planta industrial ubicada en la ciudad de Florida, que incluye la adquisición de todo el edificio y la maquinaria por un costo de 940.000 dólares. Para financiar la compra, los 35 cooperativistas renunciaron al subsidio por desempleo que les correspondía y lo volcaron al proyecto en una primera entrega de 250.000 dólares. El resto será financiado por el Banco República y el Fondo para el Desarrollo, que administra el Instituto Nacional del Cooperativismo, con un plazo de diez años para su devolución. Con esta adquisición culmina el proceso de recuperación de la empresa por parte de los trabajadores, a casi tres años de que la sociedad anónima se presentara a concurso de acreedores.
“El 1º de abril de 2017, luego de tres tentativas, la empresa finalmente pudo presentarse a concurso. Esto, a nosotros, como empleados en ese momento, nos cayó como un balde de agua fría”, contó a la diaria el presidente de la cooperativa, Nelson Mas. Al enterarse de la situación, los trabajadores solicitaron una reunión con el síndico, que en ese momento era el director de la Asociación Uruguaya de Peritos, Gabriel Ferreira, y le transmitieron la intención de iniciar un proyecto cooperativo. Ferreira “hizo confianza en nosotros, los trabajadores, y nos dio la potestad de manejar la empresa”, afirmó Mas, y destacó que el molino no frenó la producción en todo el proceso.
El 23 de marzo de 2018 se fundó la cooperativa, por intermedio de la Federación de Cooperativas de Producción del Uruguay, y el 1º de junio de ese año, por orden judicial, le fue entregada la planta industrial en régimen de usufructo precario. En junio de este año, el presidente Tabaré Vázquez aprobó una resolución que declaró de interés el proyecto, y la etapa culminante del proceso fue la firma del compromiso de compra de la planta industrial. “La Ley 18.407, de cooperativismo, establece que si los trabajadores gestionan una empresa en quiebra que no pagó despidos, les corresponden seis meses de seguro de paro. Nosotros decidimos que lo que recibiéramos por este subsidio se volcaría íntegramente a pagar deudas”, afirmó Mas, quien subrayó la ayuda “fundamental” del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS) durante todo el proceso.
El titular del MTSS, Ernesto Murro, se reunió con los cooperativistas tras la concreción de la firma y manifestó su satisfacción por los resultados del emprendimiento y de la actuación de la Justicia. “Esto se logra cuando la gente se organiza y busca sus objetivos, y desde el gobierno confiamos en ellos: en las organizaciones sociales, en las cooperativas, en los trabajadores. Las cosas que se logran así no tienen precio”, afirmó, según consignó el portal oficial del ministerio. “Fue una linda oportunidad para que nosotros, los cooperativistas, pudiéramos agradecer. Siempre nos sentimos apoyados por el gobierno y por la cantidad de herramientas cooperativas que hay hoy, que si son bien utilizadas son fundamentales para cualquier proyecto”, aseguró Mas.
Según informó el dirigente, la producción se está desarrollando con “total normalidad”, aunque conseguirlo costó recuperar la confianza de clientes y proveedores, con muchos de los cuales la empresa mantiene deudas. Hoy, Molino Florida vende sus productos a todo el país, excepto al departamento de Artigas, por problemas de logística. El primer objetivo, que era consolidar la cooperativa, está superado. A futuro, el desafío está en la actualización de la tecnología de un molino “muy atrasado”, afirmó Mas. “Es un molino de principios de 1900 que se mantiene original, con maquinarias de la época. Son maquinarias con un costo altísimo de manutención, porque no hay repuestos y se tiene que hacer todo manualmente; la parte de informática no existe”, describió el dirigente. La cooperativa hizo sendas inversiones en tecnología con fondos propios, un aspecto que también destacó Murro.