Después de constatar un caso de Encefalopatía Espongiforme Bovina -lo que se conoce como “mal de la vaca loca”- en un bovino proveniente de Brasil, China decidió suspender la importación de carne vacuna desde dicho país. Mientras tanto, el gobierno brasileño aseguró que se aplicó el protocolo correspondiente y que “todo riesgo está descartado”. 

Tras la divulgación de la noticia, el Ministerio de Agricultura y Ganadería de Brasil emitió un comunicado en el que notifica que el animal infectado, de 17 años, provenía de un establecimiento del estado de Mato Grosso y que contrajo la enfermedad “de forma espontánea y no por el consumo de alimento”, y que “se trata de un caso atípico”. A su vez, la secretaría de Estado aseguró que se aplicó el protocolo correspondiente “de inmediato” -lo que implica que el animal fue sacrificado e incinerado, para descartar que su carne fuera industrializada-, y que todos los cargamentos de carne bovina expedidos después del 31 de mayo deberán regresar al país, descartando así todo riesgo.

Además, el ministerio brasileño asegura que le comunicó el problema a la Organización Mundial de Sanidad Animal, y que esta mantuvo a Brasil en la condición de “país con riesgo insignificante” para “el mal de la vaca loca”. 

En tanto, otros países como Corea del Sur, Japón, Arabia Saudita y Taiwán, además de algunos del sur africano, también devolvieron sus importaciones a Brasil. Asimismo, Perú decidió cancelar el comercio con el país vecino por al menos tres meses.

El ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca, Enzo Benech, admitió que en su cartera hay “preocupación” por el tema, que se está “siguiendo de cerca”.