El Ministerio de Relaciones Exteriores convocó ayer a una conferencia de prensa para presentar los detalles del acuerdo de libre comercio firmado el viernes, en Buenos Aires, entre el Mercosur y la Asociación Europea de Libre Comercio (EFTA, por sus siglas en inglés), bloque integrado por Islandia, Liechtenstein, Noruega y Suiza, países que no integran la Unión Europea (UE). El canciller Rodolfo Nin Novoa destacó la firma de este tratado tras haberse concretado en junio el acuerdo de asociación estratégica con la UE, después de 20 años de negociaciones.
El canciller señaló que los países que conforman la EFTA representan un mercado de 14 millones de habitantes y tres de ellos (Islandia, Noruega y Suiza) “tienen de los ingresos per cápita más altos del mundo”. “Es un mercado que se complementa fluidamente con el acuerdo de la UE, porque nos permite decir que 97% de la oferta exportable de Uruguay va a ingresar a toda Europa con preferencias arancelarias”, agregó Nin.
Este acuerdo cubre temas de “aranceles, servicios, inversiones, obstáculos técnicos al comercio, compras gubernamentales, facilitación de comercio, cooperación aduanera, medidas sanitarias, desarrollo sostenible, competencia, defensa comercial y propiedad intelectual”, explicó el canciller.
El acuerdo se cerró tras diez rondas de negociación que comenzaron en enero de 2017 y entrará en vigencia de forma “bilateral”, señaló Nin, es decir, “en la medida en que un país de la EFTA lo haga entrar en vigor y otro del Mercosur haga lo mismo, entra bilateralmente entre ambos” y “no hay una dependencia de aprobación conjunta”. El canciller descartó que se haya desacelerado la aprobación del acuerdo debido a las tensiones del gobierno de Brasil con algunos países europeos. “Estaba previsto”, dijo Nin al respecto. “Quizá la prueba de esto es que entre los países de la EFTA está Noruega, que ha sido un firme crítico de las políticas ambientales de Brasil”.
En materia de compras públicas, el canciller explicó que se determinó que ambos bloques den preferencia a la mano de obra local. “Esto es algo por lo que Uruguay siempre ha peleado y que ha querido, porque es parte de la estrategia de desarrollo”, planteó. En tanto, en relación con la propiedad intelectual “no hay ninguna disposición que vaya más allá de la legislación nacional” y “no obliga en lo absoluto a que Uruguay asuma nuevos compromisos, sobre todo en patentes o en datos de prueba”, sostuvo.
A su vez, el titular de la cancillería apuntó que este acuerdo se inscribe en el marco de otras negociaciones que impulsa el gobierno uruguayo para “mejorar las condiciones de acceso de los bienes” del país. Por ejemplo, con Canadá, Corea del Sur, Singapur, México y Perú.
La directora general para Asuntos de Integración y Mercosur de la cancillería, Valeria Csukasi, sostuvo que si bien el acuerdo es con la EFTA, Suiza, Noruega e Islandia hacen concesiones diferentes de los productos al Mercosur. No obstante, destacó que tanto en Suiza como en Noruega “el principal proveedor dentro del Mercosur es Uruguay”. Csukasi sostuvo que 80% de las importaciones de Noruega proviene del Mercosur y que de ese total 70% es de Uruguay. “Nuestro país es el que queda en mejores condiciones, por lejos, debido al reconocimiento del estándar y la calidad del producto, y al posicionamiento de Uruguay en esos mercados”, afirmó.