La Oficina de Planeamiento y Presupuesto (OPP) inauguró ayer en Florida su ciclo de encuentros titulado “La descentralización como política de bienestar”, que se presenta como una instancia “para valorizar el impacto de las políticas de descentralización en el territorio”.

Como los Consejos de Ministros que caracterizaron a las gestiones de Tabaré Vázquez, este tipo de encuentros pueden enmarcarse también en el concepto de “gobierno de cercanía”, admitió a la diaria el director de la OPP, Álvaro García. “Sin dudas. La concepción de la descentralización y el gobierno de cercanía son dos señas de identidad fuertísimas del gobierno, y diría que del Uruguay, porque hace años que se vienen configurando y esperemos que sigan”. Entiende que, al igual los encuentros que Vázquez tenía en pueblos y ciudades durante los Consejos de Ministros, estas “son instancias muy buenas”. El intendente de Florida, Guillermo López, que estuvo sentado en la primera fila del público, comentó a la diaria que si bien una actividad así puede enmarcarse en el período electoral, “está bien, porque hay que comunicar, sobre todo aquí, el destino de los recursos de los floridenses, para que vean dónde se terminan vertiendo. Es sano para todos, es democrático. Acá nos van a encontrar incentivando estos eventos”.

García fue quien abrió la jornada, sentado en la mesa de oradores junto al director de Descentralización e Inversión Pública de la OPP, Pedro Apezteguía, y el secretario nacional de Deportes, Fernando Cáceres.

El punto en común de los tres, notoriamente, fue no sólo informar lo que se está haciendo y lo que se ha planificado, sino también refrescar obras y ejecución de políticas públicas durante los últimos tres períodos de gobierno, comparando en la mayoría de las oportunidades con los criterios previos a la llegada del Frente Amplio al gobierno nacional. De hecho en la presentación institucional, previa a las disertaciones, se recalcó a la descentralización “como buque insignia de los últimos tres gobiernos”, enfocándose en “el peso de los actores locales en la trama cotidiana de las comunidades”.

“En descentralización –comentó García– lo principal es que la gente se apropie de las políticas públicas. Se ve mucho en el tercer nivel de gobierno, en muchos programas con municipios y con poblaciones que no lo tienen. La descentralización se ha llevado adelante y hay que llevarla adelante aun más en el resto de los aspectos, no sólo en el político; también en educación, salud, deportes y otras áreas”.

“La descentralización no es sólo la transferencia monetaria”, enfatizó, resaltando que para definir qué obras realizar es necesario “conjuntar voluntades”. En este sentido, la remodelación del estadio 10 de Julio de Florida parte de “una decisión de la Intendencia de Florida, aplicando fondos transferidos por la OPP y que tienen que ver con las políticas de la Secretaría Nacional de Deportes. Todo eso a quien beneficia es a la gente”. Citó también como ejemplo que en Tacuarembó la Universidad de la República creó, con el Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria, un polo universitario, y que la intendencia de ese departamento “aplicó fondos nacionales para una residencia estudiantil”. “Son ejemplos de trabajo conjunto entre el gobierno nacional, los departamentales, los municipales y la gente, a favor de lograr los resultados que se necesitan”.

Todas estas ejecuciones, dijo, apuntan a “resolver problemas de inequidad”, ya que esta no sólo está en los ingresos, en el género y en el acceso a la salud, sino que cada uno de estos ámbitos tiene “su cara territorial, con la inequidad que Uruguay tiene”.

Diez polideportivos

Por su parte, Cáceres hizo un repaso histórico de políticas deportivas impulsadas desde el gobierno nacional, señalando un vacío desde el segundo gobierno de José Batlle y Ordóñez hasta el comienzo del siglo XXI. En tal sentido destacó no sólo la creación de un Ministerio de Deporte sino también la planificación en la que comenzó a trabajar Jaime Trobo en la primera gestión de esa cartera. A partir de allí comenzó a enumerar el trabajo del actual gobierno (o de los últimos tres, en realidad) tanto en planificación y legislación como en inversión en infraestructura. De todos modos, indicó que el parque de instalaciones deportivas en Uruguay sigue siendo “insuficiente en relación a los servicios necesarios para nuestra población y para garantizar el deporte como derecho fundamental”. “En términos generales es anacrónico y vetusto, sin tomar en cuenta los cambios en el deporte. En muchas no se puede jugar reglamentariamente a ningún deporte. Además, está mal distribuido”.

Anunció que antes de finalizar 2019 ya se habrán comenzado a construir diez polideportivos, todos fuera del territorio montevideano: Bella Unión, Salto, Paysandú, Rivera, Treinta y Tres, Young, Carmelo, Ciudad del Plata, Toledo y Progreso. La inversión “estará en el entorno de los 20 millones de dólares, a lo cual hay que sumarles importantes inversiones de gestión”, dijo Cáceres, subrayando que se trata de polideportivos educativos con dimensiones de cancha de 40 por 20 metros.