El ex ministro de Economía y Finanzas y futuro director de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto (OPP), Isaac Alfie, afirmó días atrás que el sistema de seguridad social uruguayo está “absolutamente quebrado”, por lo que será preciso adecuarlo a la realidad actual mediante una reforma que deberá incluir una ampliación de la edad jubilatoria, en promedio, de cinco años. Este planteo fue rechazado por el representante de los jubilados en el Banco de Previsión Social (BPS), Sixto Amaro, quien lo tachó de “irresponsable” y “fuera de todo contexto”. Si bien el dirigente de la Organización Nacional de Asociaciones de Jubilados y Pensionistas del Uruguay (ONAJPU) coincidió en la necesidad de instalar una mesa de diálogo sobre la seguridad social, sostuvo que la edad jubilatoria no debe ser el eje de la discusión porque “no resuelve por sí sola ningún tema”.

Las declaraciones de Alfie también fueron cuestionadas por el representante de los trabajadores en el directorio del BPS, Ramón Ruiz, y por el ministro de Trabajo y Seguridad Social, Ernesto Murro, quienes opinaron que limitarse a hablar del déficit en el sistema previsional es simplista y no se ajusta a la realidad. Amaro, por su parte, dijo a la diaria que “es absolutamente falso decir que el sistema de seguridad social está quebrado” y destacó que la asistencia financiera que percibe el BPS en la actualidad es de “apenas 1% del Producto Interno Bruto”, con una representación de 4,4% en la estructura de ingresos de la institución. “Está instalando un debate que no es nuevo y que es ideológico, entre los que ven a la seguridad social como un tema estrictamente económico, incluso para sacar ganancias y rédito financiero, y los que creemos que es un derecho humano fundamental”, reflexionó Amaro, quien señaló a Alfie como un representante de los primeros.

Luego de una reunión con el presidente electo, Luis Lacalle Pou, y la futura ministra de Economía y Finanzas, Azucena Arbeleche, Alfie no descartó que se deba subir la edad jubilatoria, en promedio, cinco años. “¿Por qué cada vez que se habla de una reforma de la seguridad social hay que pensar en ajustar, en recortar derechos?”, reflexionó Amaro. “Nosotros pensamos que no solamente tenemos que afirmar lo que tenemos, sino mejorarlo y discutir el corazón de la reforma de la seguridad social, que es la financiación”, apuntó. En este sentido, señaló que si bien la legislación vigente permite jubilarse con 60 años de edad y 30 de aportes, según los números del BPS, en 2018 la edad promedio con que los trabajadores adquirieron los derechos jubilatorios fue de 63 años. “Se están tirando números sin ninguna responsabilidad para provocar una discusión en la que, de antemano, se trata de desprestigiar al BPS falseando la realidad”, acusó el dirigente de ONAJPU. Amaro defendió la gestión del BPS señalando que 98% de los adultos mayores de este país tienen algún tipo de cobertura social.

Pese a las diferencias en la forma, Amaro coincidió con Alfie en la necesidad de asumir la discusión sobre la reforma de la seguridad social, aunque aseguró que “hay que asumirla con absoluta tranquilidad, porque el financiamiento que percibe el banco es mínimo en relación a lo que percibía hace algunos años”. “Creemos que lo primero que debe convocarse es un diálogo en el que no sólo tienen que estar los técnicos o los legisladores, sino la academia y, por sobre todo, los que participamos activamente en la seguridad social: empresarios, trabajadores y jubilados”, manifestó. Este diálogo, subrayó Amaro, debe incluir a la Caja de Jubilaciones y Pensiones Bancarias, la Caja Notarial, la Caja de Jubilaciones y Pensiones de Profesionales Universitarios y “fundamentalmente” a las cajas Policial y Militar, “que en 2018 tuvieron 160 y 500 millones de dólares de pérdida”, respectivamente. “Entonces, pongamos todos los temas sobre la mesa sin apresurarnos, porque no estamos ante ninguna urgencia, sino con un BPS muy sólido, y en función de ello encontremos soluciones”, concluyó.