De cada tres dólares que Uruguay exportó en 2019, dos corresponden a ventas a China, que ese año fue el destino de 31% de los bienes exportados. En ese escenario, una caída en la economía de ese país asiático, como la que se prevé debido al brote del nuevo coronavirus, puede impactar en la economía uruguaya. Algunos efectos comenzaron a sentirse. Según el último “Informe mensual de comercio exterior” que publica Uruguay XXI, correspondiente a febrero, el coronavirus “está generando un freno al comercio internacional en los primeros dos meses de 2020, no sólo dificultando las cuestiones logísticas” sino “también cuestionando la concentración comercial que adquirió” China.
El informe aclara que todavía es difícil medir el impacto que el virus puede tener en el comercio internacional y en Uruguay en particular. Sin embargo, establece que el sector más afectado es el exportador de alimentos, porque es “el de mayor participación en la matriz exportadora” hacia China. Al igual que Chile y Perú, Uruguay tiene a ese país como el principal destino de sus exportaciones, en su caso desde 2013, señala el informe. Desde aquel año, las exportaciones uruguayas al mercado chino fueron siempre superiores a 20% del total, que abarca a decenas de mercados (en febrero fueron 125).
China es el destino de 78% de la soja que exporta Uruguay, de 61% de la carne bovina, de 51% de la carne ovina, de 51% de la lana y de 47% de los subproductos cárnicos, señala el documento. También se venden a ese país 47% de las piedras preciosas que se exportan, así como 18% del pescado. Para todos esos productos uruguayos China es el principal destino, mientras que se ubica en el segundo puesto para la madera, la celulosa, el cuero y el ganado en pie. Si se toman en cuenta sólo estas 11 categorías de las 42 que establece Uruguay XXI, China alcanza una participación de 50% en las exportaciones.
El informe señala que si bien “el enorme mercado chino ofrece escalas atractivas para los exportadores uruguayos, hay más riesgo de concentrarse únicamente en ese destino y quedar expuesto a vaivenes en ese mercado”. Recuerda que las previsiones de crecimiento económico de China para este año se redujeron más que las de la economía mundial. De acuerdo con la agencia de noticias Reuters cayeron 1,5%, y pasaron de 6% a 4,5% para el primer trimestre de este año. A su vez, el Fondo Monetario Internacional ya corrigió a la baja sus previsiones de crecimiento económico mundial para 2020 por el impacto de la caída en China.
Uruguay XXI afirma en su documento que “si bien América del Sur parece estar relativamente alejada del pánico sanitario generado por la enfermedad”, el “comercio siente los efectos del fenómeno con epicentro en su principal socio comercial”. Recuerda que en 2018 la región exportó a China 122.000 millones de dólares, “superando el comercio intrarregional y las ventas a Estados Unidos”. En cuanto a las importaciones que hace América del Sur, en primer lugar aparecen los productos de la propia región, y en el segundo lugar los de origen chino, con 98.000 millones de dólares.
Comercio alterado
El presidente del Instituto Nacional de Carnes, Federico Stahlman, dijo días atrás, en conferencia de prensa, que el nuevo coronavirus tuvo en China “consecuencias importantes” en las exportaciones de ese sector. Explicó que el virus tiene “un impacto muy negativo en la actividad interna”, incluida la gastronómica, la producción en plantas que utilizan carne como materia prima y la logística portuaria, “todo lo cual afecta el normal funcionamiento de la cadena comercial de carnes”. A su vez, “la actividad bancaria demoró muchos días en reiniciar sus actividades y lo ha hecho de forma parcial, afectando las posibilidades de transferencias al exterior”.
“Por lo tanto, los grandes volúmenes de carne en depósitos portuarios, en proceso de ser desembarcada y en viaje a China, demorarán mucho más de lo esperado en ser absorbidos por las cadenas de abastecimiento internas y el consumo”, agregó.
En diciembre y enero “ocurrió un fuerte proceso de renegociación de una parte de la mercadería, ya en destino, en viaje o aún en existencia en Uruguay a la espera de ser embarcada, que implicó ajuste de valores y diferimiento de pagos”, dijo Stahlman, y agregó que cambiaron también las condiciones para las nuevas exportaciones. “La magnitud de la pérdida económica que esto generará no puede ser determinada a la fecha”, dijo.
Según el informe de Uruguay XXI, “el principal problema hasta ahora ha sido la renegociación de embarques que ya estaban siendo enviados, y la falta de pagos por exportaciones de noviembre y diciembre, lo que ha afectado las previsiones financieras de las empresas exportadoras”, aunque “en las últimas semanas los pagos se han reactivado paulatinamente”.
De todos modos, agrega, las exportaciones uruguayas, incluyendo las zonas francas, cayeron 18,7% en febrero con respecto al mismo mes de 2019 por efecto de la disminución de las exportaciones de productos que se venden a China, como carne, celulosa, lácteos y madera. Si se toma en cuenta el acumulado de enero y febrero, la caída fue de 12,5% respecto del mismo período de 2019.
En cambio, subieron las exportaciones de concentrados de bebidas (28% más que en febrero de 2019 debido a un incremento de las exportaciones a México) y de arroz (22%, gracias a un incremento de las ventas a Perú, Brasil y Senegal).
La caída de las exportaciones a China en febrero (que fue de 49% en relación con febrero de 2019) dejó a ese mercado como segundo destino, superado por Brasil.
En toneladas y dólares
Esto ocurre después de un período de crecimiento de la exportaciones, según señala otro informe, “Las relaciones comerciales Uruguay-China”, elaborado para el período julio-diciembre de 2019 por el Departamento de Negocios Internacionales e Integración de la Universidad Católica del Uruguay. Sin tener en cuenta las zonas francas, las exportaciones en el segundo semestre de 2019 habían crecido 26% con respecto a 2018, mientras que las importaciones cayeron 4% y totalizaron 1.609 millones de dólares.
El documento agrega que la carne fue el principal producto exportado a China en ese período, cuando se exportaron 157.698 toneladas por un valor de más de 685 millones de dólares. Por la cantidad de dinero involucrada, las ventas de este producto tuvieron una participación de 62,6% en el total de las exportaciones, y crecieron 53,5% con respecto al segundo semestre de 2018. Si se evalúa según la cantidad de toneladas, el crecimiento fue de 18%.
Después de la carne, entre los productos más vendidos en el segundo semestre de 2019 aparecen las semillas y los frutos oleaginosos exportados a China, que significaron 277 millones de dólares, 25,3% del monto total, y un incremento de 81,1% en relación con el mismo período de 2018.
Hecho en China
El informe de la Universidad Católica describe qué tipo de producto es el más importado desde China. En primer lugar aparece la categoría “máquinas, aparatos y material eléctrico”. Este sector representa 21% del total y creció 9% desde 2018. Dentro de esa categoría, el producto más importado son los teléfonos celulares.
A continuación aparece la categoría “calderas, máquinas y aparatos mecánicos”, en la que se destacan las computadoras portátiles (con un valor de 13 millones de dólares); la de “productos diversos de la industria química”, con los herbicidas en primer lugar (46 millones de dólares); y “vehículos automóviles”, entre los cuales aparecen las motocicletas como principal producto (12 millones de dólares). Estas cuatro categorías representan 48% de las importaciones de origen chino.
En total, 4.281 empresas uruguayas importaron desde China, 1.037 de ellas por más de 100.000 dólares.
Por otra parte, el informe también repasa algunos de los “desafíos” que enfrentó la economía de China en el segundo semestre de 2019. Antes de que se declarara el brote de coronavirus en Wuhan a fines de diciembre, atravesó la guerra comercial con Estados Unidos y las movilizaciones en Hong Kong a favor de un cambio de régimen político. Finalmente, China y Estados Unidos llegaron a una primera fase de un acuerdo comercial. Sin embargo, señala el informe, la expansión del coronavirus podría afectar también a este pacto.
Desde que se conoció la presencia del virus, afirma el informe, “la actividad comercial en China ha disminuido, muchas empresas han cerrado sus puertas como medidas de prevención, lo que ha afectado la economía del país y seguramente lo hará también con la economía mundial, ya que ha generado impactos en las cadenas de suministro globales”.