Desde las Cooperativas Agrarias Federadas (CAF), organización que nuclea a aproximadamente 10.000 productores [fundamentalmente familiares] de diferentes actividades, surgen cuestionamientos acerca de cómo se implementarán las medidas para la reducción de las emisiones de metano, al tiempo que se observa con preocupación que el Ministerio de Ambiente gane terreno en algunos controles que, según enfatiza Pablo Perdomo, presidente de las CAF, prefieren que continúen en la órbita de la Dirección de los Servicios Agrícolas del MGAP, “que es la que conoce la realidad”.

En su último Consejo Directivo ampliado, las CAF subrayaron además la necesidad de “discutir la flexibilización en la normativa energética, para implementar nuevas alternativas”, ya que “en el campo nos sobra sol y viento”, al tiempo que se manifestó preocupación por un posible aumento de los aportes patronales en la reforma de la seguridad social. También fueron solicitadas modificaciones a la ley general de cooperativas, para que las secciones complementarias de estas no tengan límites de facturación respecto de su actividad principal.

Que siga en el MGAP

“Si a rajatabla vamos a cumplir bajar 30% de la emisión de metano, ¿cómo lo hacemos?”, comentó Perdomo a la diaria, tras señalar que desde la federación sienten que existe “falta de información” así como “poco lugar a la participación” en los procesos de elaboración de documentos que rubrican los ministerios de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP) y de Ambiente. “Lo ideal está perfecto, pero ¿cómo hacemos?”, insistió. En la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (COP26) que se desarrolló este año en Glasgow, Escocia, Uruguay y unos 80 países más firmaron el compromiso de reducir 30% las emisiones globales de metano para 2030.

“Las exigencias vinculadas al cuidado del ambiente, a la forma de producir y al impacto de la producción en general son cada vez mayores. Los productores vivimos y trabajamos en el campo. Criamos a nuestros hijos en el campo. Compartimos la vida con el medioambiente, con la familia. Somos los principales interesados en el cuidado del medioambiente”, había dicho Perdomo la pasada semana en un discurso que tenía previsto ser escuchado por el ministro de Ambiente, Adrián Peña, pero este, por razones de agenda, se tuvo que retirar de la instancia de cierre del Consejo Directivo de las CAF que sesionó en Lanera Piedra Alta, en Florida.

—Se me va el ministro —comentó Perdomo, interrumpiendo su discurso cuando Peña se levantó de la silla para avanzar por un costado de los asistentes hacia la puerta de salida.
—Voy a un evento en...
—Tengo algunas discrepancias con usted, con lo que dijo, pero le enviamos la grabación. Vaya tranquilo, ministro. Vaya despacio...

Unos 15 minutos antes, el titular de Ambiente había llegado a enviar un saludo a los productores asistentes, en el que definió como la más trascendente de las tareas de su cartera “la de alinear la política productiva a la ambiental”, en “un mundo donde la Cumbre de Cambio Climático tuvo más repercusión que la de jefes de Estado en Naciones Unidas, y que es un mundo en el que Uruguay tiene la gran oportunidad de ponerse delante”.

En tal sentido, remarcó, “la incorporación de la dimensión ambiental debe ser centro y preocupación fundamentalmente de los productores. En la medida en que los productores sientan que ahí tenemos una oportunidad de salto cualitativo, lo vamos a conseguir. Uruguay puede ir por esa marca, que ya no será Uruguay natural sino Uruguay sostenible”. Subrayó que junto al MGAP se han logrado avances, sobre la base de que “no puede el ambiente estar disociado de la producción. Son agendas y estrategias convergentes, y así las tenemos que entender y trabajar”.

Mencionó la profundización del programa de acción en la cuenca del Santa Lucía, y en especial la actualización del registro de plaguicidas y la incorporación de la evaluación de riesgo ambiental. “Cuando llegué al ministerio se iba a camino a dos registros porque no existía acuerdo entre la institucionalidad agropecuaria y la ambiental. Eso no puede ser, no puede haber dos registros. Se logró torcer ese camino, y ahora estamos en una hoja de ruta de unos años para estar incorporando esta dimensión y actualizar el registro”.

También hizo referencia a “avances para el monitoreo de todo lo que tiene que ver con plaguicidas”, y al trabajo para “la mediación de la huella ambiental en los sistemas de producción ganadera”, para lo cual se logró “un acuerdo en cuatro variables a medir en los primeros 13 indicadores. El próximo año tenderemos un producto con el que podremos mostrarle al mundo, en clave de seriedad y transparencia, cómo nuestros sistemas de producción ganadera impactan en el ambiente, cómo lo hacemos y cómo pensamos corregir lo que hacemos mal”.

Perdomo dijo después, en su discurso, que las CAF consideran que “las reglamentaciones a los eventos transgénicos y a los controles desde los recursos naturales deben permanecer en la órbita de la Dirección General de los Recursos Agrícolas del MGAP que es la que ya nos conoce. El Ministerio de Ambiente es un ministerio nuevo. Tiene agenda suficiente con la realidad citadina y, por ejemplo, con los vertederos. En la ganadería, en la producción, tenemos la duda del riesgo que se puede llegar a tomar en bajar dichas emisiones para poder cumplir con lo firmado”.

Acerca de lo acordado en la COP26, Perdomo dijo a la diaria que “la preocupación es cómo lo vamos a hacer, por más que se diga que no es vinculante, etcétera”. Añadió que “muchas veces, cuando las cosas están reguladas desde una mentalidad ambientalista, es difícil para los productores poder cumplirlas en un determinado tiempo. Por eso queremos que todas estas cosas se trabajen desde la Dirección de los Servicios Agrícolas del MGAP, que es la que conoce la realidad”.

Flexibilizaciones

La federación plantea que, dada la trascendencia del acceso a la energía, se hace necesario “tener alternativas y tarifas acordes a la necesidad de competitividad del sector agrario y agroindustrial”. “Es necesario discutir la flexibilización en la normativa energética, para implementar nuevas alternativas de energía. En el campo nos sobra sol y viento”, remarcó Perdomo.

Sobre este punto, el presidente de Central Lanera Uruguaya —miembro de las CAF—, dijo que aguardan que se concrete la apertura del mercado de energía eléctrica entre privados, entendiendo que esto permitirá un mejor escenario para la competitividad tanto a nivel local como internacional. En tal sentido manifestó preocupación por lo que definió como posibles “obstáculos a la libertad de elegir al proveedor de energía que está establecida por ley desde hace 25 años”.

Desde las CAF también se realizan planteos acerca de la Ley 18.407 (ley de cooperativas), entendiendo que hace falta una modificación en la norma para “que no haya límites para que crezcan” las secciones complementarias a la actividad principal de la cooperativa, dijo Perdomo a la diaria. Actualmente cada sección tiene un tope de 20% de la facturación total de la cooperativa, y entre todas las secciones no puede superar el 50%. Indicó que hay cooperativas con secciones que “no pueden crecer porque se acercan al límite”, al tiempo que hay cooperativas que toman el camino de las sociedades anónimas en lugar de sección. Remarcó que incluso burocráticamente es más sencillo crear una sociedad anónima simplificada que crear una sección. “Lo que buscamos es que se dé libertad para crecer”, insistió.

Otro tema que preocupa a las CAF es un eventual cambio en los aportes patronales en la reforma de la seguridad social, donde actualmente existe un régimen de subsidios. Según Perdomo, se corre el riesgo de que aumente la informalidad. Esta inquietud fue transmitida a la comisión de expertos y al propio presidente de la República, Luis Lacalle Pou, dijo. “Sobre todo nos preocupa el aporte patronal, el aporte al cónyuge colaborador y el límite en la cantidad de hectáreas, que se pretende bajar. Sabemos que en esta reforma algo habrá que ceder, al estar ante un sistema de seguridad social deficitario”.

“Otra impronta”

Durante su discurso al cierre de la sesión del Consejo Directivo ampliado de CAF, con autoridades del Poder Ejecutivo en sala, Perdomo también habló sobre cambios de actitud del gobierno nacional ante el sector agropecuario. Dijo que se nota fundamentalmente “en la impronta de intercambio, de diálogo, de reuniones; en convocar”. “El ministro de Ganadería recorrió todas las exposiciones del interior, y el BROU ha visitado cooperativas, tratando de solucionar problemas que tienen con el banco, y también estando presente en actividades. Este año he estado cuatro veces cara a cara con el Directorio. Antes parecía imposible”, dijo Perdomo.

Precisamente el Directorio del BROU asistió a la actividad, casi en pleno, y al momento de saludar a los asistentes el presidente de la entidad financiera estatal, Salvador Ferrer, anunció que ya estaba aprobada una línea de crédito especial para que productores de hasta 200 hectáreas puedan adquirir campos con plazos de 20 años. Ferrer enfatizó que se está atendiendo así a un insistente reclamo de gremiales de pequeños y medianos productores.

Perdomo también resaltó la convocatoria a la instalación de la Comisión Honoraria de la Juventud Rural, pero indicó que “han sido poco claras las señales del gobierno acerca de quién va a liderar ese ámbito”.

El presidente de las CAF señaló a la diaria que “las decisiones para avanzar se toman en un ámbito que no está claro quién lo lidera. Primero fue el INJU [Instituto Nacional de la Juventud], después el MGAP, después en alguna oportunidad aparece la OPP [Oficina de Planeamiento y Presupuesto]. Nosotros vamos a las sesiones, van los jóvenes y todo lo demás, pero resulta que no hay un referente que tome las riendas del asunto, que dirija y que se haga responsable. Ahora son varios y todo queda en una nebulosa. Queremos que haya un referente, sobre todo un referente político del tema, porque no queremos que los jóvenes se nos cansen”.