El Capítulo IV de la ley de urgente consideración (LUC) estableció la creación del Instituto Nacional de la Granja (Inagra), y dice que será “de derecho público no estatal”; la ley manda que el Poder Ejecutivo remita la creación del organismo “en un plazo de 180 días y al cabo de un proceso de consulta con las organizaciones representativas de los sectores que componen la cadena respectiva”.

Actualmente el documento está redactado, pero todavía no fue remitido al Parlamento porque el proceso de consulta aún no ha terminado. Una de las mayores discrepancias que ha generado el texto es la eliminación de la Comisión Honoraria de Desarrollo Apícola (CHDA) -creada por la ley 17.115-, que tiene como cometido asesorar al Poder Ejecutivo (PE) en todo lo que tiene que ver con la producción y venta de miel, tanto en el mercado interno, como en el exterior.

Néstor Causa, presidente de la CHDA, en representación del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP), dijo a la diaria que el proyecto viene siendo reclamado desde varias gremiales granjeras desde hace tiempo, y en esta administración se tuvo en cuenta, pero los tiempos no se pudieron cumplir por la pandemia generada por la covid-19.

Causa comentó que uno de los reclamos de las gremiales en general es que el borrador no contempla el financiamiento del instituto, pero dijo que eso está en manos del Ministerio de Economía y Finanzas, “y no hay información al respecto”.

Agregó que, en líneas generales, lo que se intenta es generar un cambio en la actividad granjera con “una mayor ejecutividad” para tener un impacto positivo en el sector.

“En el sector granjero hay sectores que están más enfocados al mercado interno y otros, como el citrus y la miel, que tienen un nivel de exportación importante”, dijo.

En cuanto a la producción apícola, aseguró que se viene trabajando en líneas de acción concretas, pero “no hemos podido avanzar con la velocidad que quisiéramos y creo que dentro del instituto habrá otras herramientas [...] Esto es algo nuevo y uno no tiene la bola de cristal para saber si todo va a ir bien, porque todo está para construirse”, aseguró, y comentó que el borrador del proyecto de ley es muy genérico y trata de abarcar muchas áreas, por lo que “hoy hay cosas que los apicultores y otros productores de la granja quieren ver plasmadas en el documento, pero son etapas posteriores a lo que es la redacción”. Causa dijo que una de las preguntas de los productores de miel es cómo van a funcionar dentro del Inagra: “Hoy hay actores que no están participando, como la Universidad de la República u otras instituciones, todo eso está para escribirse después de que la ley esté implementada”.

Causa entiende que la ley actual que creó la CHDA debería ser derogada porque “no está bueno que haya dos líneas de asesoramiento al PE”.

El plazo para la discusión del texto venció esta semana, pero el MGAP dio unos días más para que los actores involucrados puedan seguir discutiendo, ahora tienen hasta fines de junio, después el texto deberá ser tratado a nivel parlamentario. “Como presidente de la CHDA, y en virtud del reclamo de las gremiales de productores, si bien tuvimos algunos adelantos referidos a los cometidos, el texto se hizo público hace unas semanas y despertó un poco la preocupación en el sector”, comentó Causa.

Además de la eliminación de la Comisión Honoraria, a los productores les preocupa el pasaje de algunas competencias que están en la Dirección General de Servicios Ganaderos que pasarían al instituto. “Hay que dejar claro un tema, que es el que genera la preocupación de los apicultores: en la exportación de miel la cara visible de ese producto a nivel internacional es el MGAP, especialmente Sanidad Animal, esa competencia por más que se quisiera no se puede cambiar porque podría traer aparejados inconvenientes en los mercados”, aseguró.

“La certificación sanitaria va a seguir siendo parte de la Dirección General de Servicios Ganaderos, lo que se está generando es que todo lo que tenga que ver con trazabilidad y habilitación de plantas de extracción de miel, o que tenga que ver con la cadena, pasarían al Inagra, y la Dirección General de Servicios Ganaderos tendría la capacidad de auditar el proceso del instituto. Eso es muy claro: lo lógico es que todo lo que genere el instituto a nivel de territorio en trazabilidad tiene que tener toda la documentación a disposición de Servicios Ganaderos, independientemente de las auditorías extras que ellos puedan generar”, dijo.

Sobre el futuro directorio del Inagra, Causa comentó que la Asociación Apícola Uruguaya, si bien va a compartir un lugar con la Asociación Nacional de Semilleristas de Papa y con la Asociación de Fasoneros de Pollos Unidos, van a tener un lugar en el consejo directivo, algo que para Causa “tiene su grado de importancia porque no sólo los temas apícolas van a ser tratados bajo el ala del Inagra, sino también a nivel del consejo directivo habrá personas vinculadas a la apicultura. Que el lugar sea compartido no implica la ausencia de la apicultura, lo único es que esa silla compartida vale un voto, nada más. El reclamo del sector es una silla única”, el presidente de la CHDA dijo que no ve posibilidades de que eso pueda suceder.

Productores en desacuerdo

Omar Bonilla, integrante de la Comisión Nacional de Fomento Rural (CNFR), explicó a la diaria por qué los productores apícolas no están de acuerdo con la eliminación de la CHDA. Bonilla es productor apícola de Paysandú, forma parte de la Cooperativa Agropecuaria de Responsabilidad Limitada de Apicultores Sanduceros (Calapis), que a su vez es socia de la CNFR.

“En principio se había dicho que esta conformación de la Inagra iba a ser un trabajo en conjunto con las gremiales, el tema es que eso no pasó, nosotros nos enteramos de este borrador hace 15 días. Nos tomó por sorpresa porque hay artículos que tienen que ver con la apicultura que nos preocupan”; uno de esos puntos es la eliminación de la ley que creó la Comisión Honoraria. “Si uno va a la ley, los artículos del primero al sexto, que serían los que se derogarían, son los que le dan la facultad a la CHDA de ser asesora del PE, lo que ayuda al desarrollo del sector”, dijo Bonilla.

“Uruguay vende entre 10.000 y 12.000 toneladas de miel al año, tiene varios mercados y hasta ahora no hemos tenido problemas; tener un control en la órbita estatal a nosotros y a los futuros clientes nos genera confianza”, por lo que los productores no quieren que esto se modifique.

Sobre la CHDA, dijo que vienen gestionando las inquietudes de los productores: “Esta comisión tiene la facultad de asesorar de manera directa al ministro, de dirigirse a los directores de servicios de todo el Estado. Tenemos la facultad de reunirnos con quien consideremos pertinente. Esa herramienta es sumamente válida y eso es lo que hoy se cuestiona. Fueron derechos ganados de productores que nos antecedieron, fue una lucha crear esa ley con las facultades que tiene, y de un momento a otro encontrarnos con su eliminación es chocante. Nos tomó de sorpresa”.

Bonilla resaltó que hay cambios estructurales muy grandes para discutirlos en el poco tiempo que tienen. “Deberíamos consultarlo con todos los apicultores”, afirmó.

Enumeró también una cantidad de trabajos que ha desarrollado la CHDA, como capacitaciones, proyectos para la mejora de la comercialización de la miel para darle un valor agregado y buscar nuevos mercados: “Son trabajos liderados por la CHDA que no son poca cosa y en el futuro Inagra no vemos cómo lo podríamos canalizar y tener la incidencia que tenemos ahora”, argumentó.

El apicultor también dijo que su gremial comparte el lugar con otra y temen que, al ser un cargo rotativo, pierdan fuerza. “Estamos dispuestos a integrar el Inagra, pero no a eliminar la CHDA”, concluyó.

Mieles adulteradas

Según las fuentes consultadas por la diaria, entre el 90% y el 95% de la producción de miel uruguaya se exporta. En 2021 los precios internacionales subieron, pero, según Omar Bonilla, son los precios necesarios para mantener la producción. Lo que sucedió en años anteriores fue que los precios bajaron por la miel adulterada producida en China. A partir de 2010 grandes productores del país asiático, sacando sólo el néctar y no la miel madura, aumentaron el volumen de miel. Lo que hacían era agregarle jarabe de arroz o de maíz, azúcar, agua, sacarosa, glucosa o sirope. Como los países importadores hacen sus propias mezclas, no se podía saber de dónde era la miel que se estaba consumiendo, esto cambió a partir del reclamo de los productores del resto del mundo y de los consumidores, ahora los productos tienen que especificar su procedencia.

Esta estrategia china hizo subir la oferta, lo que bajó los precios. Causa contó que Uruguay en general produce 10 millones de kilos anuales, pero este año la producción fue afectada por la sequía.

“La apicultura no ha parado de producir, hubo un buen cambio para el sector porque desde febrero de 2015 en adelante la miel pasó de estar por encima de los 2 dólares el kilo a 1,10 y eso se mantuvo hasta octubre o noviembre de 2020, cuando volvió a un precio de 2,50 dólares”, dijo.

Uno de los problemas era que los análisis no detectaban las mieles adulteradas, pero los laboratorios empezaron a hacer distintos análisis para identificar los productos puros.

Uno de los principales destinos de la miel uruguaya es Alemania, que hoy está en el entorno de 20%; le siguen Estados Unidos, España y Austria.