El Sindicato de Trabajadores de Coca-Cola (STCC) está en conflicto por el despido de 34 trabajadores (16 de Montevideo y 18 de Salto). Pablo Cabrera, presidente del STCC, dijo a la diaria que están transcurriendo los 45 días de negociación previstos en el acuerdo al que adhirió la Federación de Obreros y Empleados de la Bebida (FOEB). En este lapso ni la empresa puede ejecutar despidos ni los trabajadores tomar medidas.

El miércoles termina el plazo para acordar la situación de los empleados de Montevideo y el 15, para los de Salto. Si la negociación sigue trancada y el jueves 12 de agosto la empresa no deja entrar a los trabajadores despedidos, el sindicato iniciará un paro de siete días con inactividad total. Cabrera dijo que, a pesar de que los tiempos son diferentes en los dos departamentos, esperan llegar a un acuerdo en común.

Este jueves los trabajadores se reunieron con el empresario que es el nuevo dueño del depósito de Salto y no hubo “buenas noticias” porque no están teniendo la posibilidad de “reubicar a los 18 trabajadores de ese departamento”.

Sobre el inicio del conflicto en Salto, Cabrera aclaró que se debe a un cambio en el distribuidor: “El nuevo dueño es con el que estamos teniendo las discusiones para que tome a los trabajadores. Lo que dice es que va a trabajar con gente de su confianza, ahí está la discusión”.

Cabrera declaró al portal del PIT-CNT que Coca-Cola está llevando adelante una reestructura que condiciona a los empleados de la planta de Montevideo.

“Nos plantean que solamente contarán con quienes tengan el legajo totalmente 'limpio', pero parece evidente que gente que lleva 20 o 30 años trabajando en un mismo lugar puede haber tenido alguna falta o sanción. Lo que creemos es que si en su momento esa posible circunstancia no fue correcta, ya se laudó. No puede haber una doble penalización y ahora volver a castigarlos dejándolos sin trabajo”, declaró.

Cabrera aseguró al portal que el paro sería una medida de peso, “pero la circunstancia es grave. Tenemos claro que es una medida contundente, pero si ellos no permiten el ingreso de los compañeros, eso sería una imposición de la empresa que no vamos a dejar pasar”, concluyó.