Al mediodía del lunes, el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP) lanzó un llamado a productores lecheros para participar en un proyecto de gestión sostenible de efluentes en la cuenca del Santa Lucía. “Una cuenca que está bajo presión, que está circundada por suelos muy productivos y muy fértiles”, apuntó Fernando Mattos, titular del MGAP, en el evento de lanzamiento.

El programa, denominado “Sistemas agroecológicos y resilientes en Uruguay”, procura introducir a 200 tambos de la región en prácticas ecológicas, así como en la adopción de tecnologías climáticamente inteligentes, entre otros puntos. La iniciativa es impulsada por el MGAP, en coordinación con el Ministerio de Ambiente y el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, y financiada por el Banco Mundial por medio de un préstamo de 3,5 millones de dólares. Cada productor lechero que se sume al proyecto recibirá entre 14 y 16.000 dólares.

El director de la Unidad de Gestión de Proyectos del MGAP, Javier Aznárez, informó que se trata de una nueva etapa “para atender a productores interesados en el tratamiento de efluentes”. En concreto, señaló que en esta nueva instancia se pretende incorporar a los tambos “que están ubicados en una zona de alto riesgo de impacto ambiental” en el manejo sostenible y responsable de los residuos productivos “con un enfoque integral”.

“Un paso más en la generación de conciencia”

“Con esto estamos preservando la principal fuente de agua potable disponible para Montevideo y la zona metropolitana”, indicó Mattos. Explicó que los tambos que se incorporen al proyecto mejorarán el manejo de los efluentes evitando que nutrientes “que pueden ser elementos contaminantes” desemboquen en el agua de la cuenca del Santa Lucía. “Este proceso puede ser muy virtuoso en la medida en que tengamos la capacidad y la habilidad, desde el sector privado y el sector público, de generar los estímulos necesarios”, añadió.

Esto porque para los productores lecheros el proyecto de gestión sostenible es de carácter voluntario. En tal sentido, el ministro de Ambiente, Adrián Peña, dijo en el evento de lanzamiento que, al no ser “estrictamente una obligación”, desde el gobierno “estamos tratando de generar mecanismos virtuosos para que voluntariamente lo puedan hacer”.

Actualmente hay unos 1.100 tambos en la cuenca del Santa Lucía, de los cuales sólo 400 cuentan con planta de tratamiento de efluentes. “Con este préstamo estaríamos llegando a 200 tambos más, o sea, estaríamos pasando 50% de los tambos”, destacó Peña.

Al igual que Mattos, el titular de Ambiente mencionó que se trata de “la cuenca prioritaria” del país dado que “abastece de agua potable a 60% de la población”. “Es una cuenca con mucha presión, desde muchos puntos de vista, pero indudablemente también desde el punto de vista productivo”, afirmó; y mencionó que si bien existe “un control importante” de los efluentes industriales, gracias a “un esfuerzo importante de los privados”, también existen “algunas cuestiones”, como la contaminación difusa, en la cual “el componente de los tambos es bien importante”.

“La calidad del agua hoy en nuestro país es media y buena, es decir, no tenemos un gran problema. Pero tenemos que estar atentos porque Uruguay ha sido, es y será un país productivo. Este tema es central para nuestro ministerio”, expresó Peña.

Para Mattos, la sostenibilidad de los procesos productivos “es una realidad que el mundo exige” ante la cual “todos tenemos que tomar conciencia”. A su entender, “no se puede continuar el proceso productivo sin tener en consideración el aspecto ambiental”. Por eso mismo, sostuvo, el proyecto de gestión sostenible de efluentes en la cuenca del Santa Lucía “es un paso más en la generación de conciencia”.

En sintonía, Peña destacó que ambos componentes, el productivo y el ambiental, “no están enfrentados” sino que “son complementarios”. Por otra parte, pese a que definió como “muy importante” la posibilidad de que 200 nuevos productores lecheros se sumen al manejo sostenible de su trabajo, señaló que “Uruguay tiene más de 3.000 tambos, y tenemos que llegar a tratar bien los efluentes de los más de 3.000 tambos”.

“Permanente y cada vez más demandante”

En tanto, Celia Ortega, representante del Banco Mundial en Uruguay, también presente en el evento, afirmó que hubo una “reducción de la llegada de nutrientes a las principales corrientes de agua” de la cuenca del Santa Lucía a partir de la incorporación de los primeros 400 tambos al programa de gestión sostenible impulsado por el MGAP.

Recordó que una década atrás, “cuando los tambos vertían el estiércol sin tratamiento en la cuenca del Santa Lucía”, sí existían “motivos para preocuparnos” porque “evidentemente eso afectaba a la población uruguaya”. Pero ahora “es una gran satisfacción decir que ya no estamos para nada ahí”, señaló. Con todo, advirtió que “el objetivo de promover la sostenibilidad de la producción agropecuaria en Uruguay es permanente y cada vez más demandante”.