El Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS) presentó lineamientos para cerrar un convenio entre los trabajadores que integran el Sindicato de Trabajadores del Transporte Lácteo (STTL) y Transporte de Carga Nacional e Internacional (TRALE). Como no hubo acuerdo entre las partes luego de meses de negociación, se procedió a la votación de las pautas previstas y se cerró por decreto la 10º ronda de negociación colectiva.

En el subgrupo 13–Grupo 07, capítulo “Transporte de leche a granel”, el acuerdo cerrado es desde el 1° de julio de 2023 al 30 de junio de 2025. Los ajustes salariales son en cuatro fechas: 1° de julio pasado, 1° de enero y 1° de julio del 2024 respectivamente y el 1° de enero del 2025. El primer ajuste, que corresponde al 1° de julio pasado, es de 2,7% por concepto de inflación esperada. El ajuste mayor es el del 1° de enero próximo, con un 4,40%.

Los empresarios y el Poder Ejecutivo votaron a favor, pero los trabajadores votaron en contra de las pautas del gobierno.

Pasados algunos días de la firma del acuerdo por votación en los Consejos de Salarios, el Sindicato de Transporte (STTL) dio a conocer este martes una declaración que da respuesta al texto emitido por los empresarios el pasado viernes 22. El gremio se encuentra en asamblea permanente desde hace dos semanas.

Los trabajadores hacen mención a la falta de acuerdo con las autoridades del sector en el Ministerio de Trabajo. En esa línea, anunciaron “la adopción de medidas en el marco de la libertad sindical. Las nuevas medidas gremiales tendrán el fin de seguir impulsando nuestras justas reivindicaciones, las cuales no han sido suficientemente atendidas por la contraparte”.

En la asamblea del sindicato se decidió que se incrementarán las medidas a partir del próximo lunes 1° de enero de 2024 en todo el sector. “Esto implica, a modo de ejemplo, que se llevarán las muestras de leche recolectadas a través del modo de trazabilidad manual”, dice el comunicado de los trabajadores, y agrega que la asamblea facultó al plenario de delegados “a resolver una serie de asambleas con retorno a base, ante una práctica de descuentos abusivos que sufren nuestros salarios, por tareas que ni siquiera nos corresponde realizar, y que además jamás se reconocieron salarialmente”.

“Hay mucha precariedad”

Santiago Ponce, presidente del STTL, dijo a la diaria este martes que el conflicto sigue. Con referencia al comunicado de TRALE, afirmó que “entendemos que es más de lo mismo. Es una agresión el dar a entender cuántos somos o no, que estamos agrupados y no organizados, sabiendo que tenemos personería jurídica. Eso es entrar en la chiquita, y a nosotros no nos reditúa en nada. Sabemos lo que somos, y estamos plantados donde estamos plantados”.

El dirigente manifestó que “los empresarios piden agregar e instalar toda la tecnología posible en el sector”, mientras los trabajadores “conducen camiones que integran una flota deprimente que ni tiene aire acondicionado, o la falta de un lugar para estacionar en la planta localizada en la localidad de Rodríguez (San José), que lleva invertidos más de 300 millones de dólares. Hay mucha precariedad”.

También reconoció que los trabajadores no realizan la prueba de alcohol, y acusó a TRALE y Conaprole de continuar “flexibilizando los controles. Se firmó por las pautas del Poder Ejecutivo, y los trabajadores estamos convencidos de que ese no es el camino”.

Con respecto a cómo está siendo entregada la leche en las plantas, explicó que el producto “está siendo entregado sin el control correspondiente en los tambos, es decir, lo que está llegando lo que se cargó sin previa revisión como se había habitualmente. Para los trabajadores, el control que se hace es nulo. Una leche con un nivel de acidez alto, cuando es mezclada con la leche que si está en buen estado, ahí ya no se puede detectar a través de la prueba de alcohol. Por lo tanto, hay leche que realmente no sabemos si está en condiciones de ingresar al mercado o no. Ellos se hacen cargo de que toda la materia prima que ingresa lo hace sin el control necesario. Y Conaprole está detrás de eso”.

Ponce recalcó que con esta situación “no se podría cumplir con las exigencias y requisitos para realizar importaciones”, y recordó que lo que sucede afecta principalmente a Conaprole, por tener prácticamente el 80% del mercado. En menor medida, señaló, esto incide también en algunos productos de la marca Claldy.

Los empresarios se expresaron

Posterior a la firma del acuerdo, TRALE había emitido la pasada semana un comunicado en el que expresa que “durante los más de cuatro meses que llevó la ronda, el STTL dificultó las instancias de negociación sin realizar propuestas viables, ni aceptar ninguna de las más de 10 propuestas presentadas por el sector empresarial. A su vez, desde hace unos días lleva adelante medidas sindicales que afectan el servicio del transporte de productos lácteos y ha realizado a través de diferentes medios manifestaciones relativas la ronda de negociación y el control técnico de la leche transportada”.

El sector empresarial agrega que “las tareas ajenas a la conducción que realiza el chofer de transporte de lácteos han sido reconocidas desde el reinicio de las negociaciones en Consejos de Salarios (1985). Esto se ha visto reflejado en múltiples convenios y partidas adicionales otorgadas, así como en la descripción de tareas, en documento borrador firmado en forma tripartita, base de la negociación desde el año 2016 en adelante”.

“Las pruebas de alcohol y térmica (previstas en la descripción de tareas) que los trabajadores hoy no realizan como medida sindical, han sido acatadas por un grupo minoritario, que tan solo alcanza el 25% de los trabajadores, aún así conllevan grandes perjuicios e inconvenientes a las empresas recolectoras. En definitiva, estas medidas, que obedecen a la falta de criterio de un grupo de trabajadores y solo pueden tener como consecuencia dañar al sector, no han impactado en el servicio de recolección ni en el control de la calidad de la leche que llega a las plantas de Conaprole”, expresa en el comunicado difundido el viernes 22.