Este jueves, la empresa de supergás Acodike S.A. emitió un comunicado en el que al final resume que “siempre fue y será una empresa que negocia con su sindicato dentro de las posibilidades” que da el mercado y la realidad económica en la que está inmersa, pero que no está dispuesta “a ser víctimas de la prepotencia de algunas personas que anteponen intereses particulares a los de la organización”.

El conflicto entre la empresa y la Asociación Laboral de Funcionarios de Acodike Supergás (Alfas) tuvo este miércoles una nueva instancia, cuando la Comisión de Legislación del Trabajo y Seguridad Social de la Cámara de Diputados, recibió a representantes de Alfas y al ministro de Industria, Energía y Minería (MIEM), Omar Paganini, y al presidente de Ancap, Alejandro Stipanicic.

Acodike agrega en el mensaje que este jueves “procedió a sancionar a tres de sus empleados por la ocupación realizada” el martes. “El sindicato está obstinado en sostener que la ocupación es una extensión al derecho de huelga. Esto no es así. Desde la sanción de la Ley 19.889 [ley de urgente consideración (LUC)] la cual en su artículo 392 garantiza expresamente el derecho de huelga y el de trabajo de los no huelguistas. Cuando un trabajador ‘ocupa’, y lo realiza fuera de su horario de trabajo es con el claro objetivo de que otros trabajadores no puedan trabajar. Evidentemente esto es absolutamente ilegal por lo que la propia ley estableció un procedimiento de desalojo por la policía”, considera Acodike.

Para la empresa de envasado y distribución de supergás, las ocupaciones que viene “sufriendo” son medidas “organizadas entre unos pocos trabajadores que buscan a través de estas medidas ilegales afectar a la empresa y a la inmensa mayoría de trabajadores que no adhieren a las medidas”.

“Esta situación nos ha obligado a ejercer la potestad disciplinaria a los efectos de disuadir en la adopción de medidas gremiales ilegales. No se trata de persecución sindical, sino de un claro abuso de derecho del sindicato”, añade el comunicado. Según la empresa, Alfas “se ha encargado de desinformar en cada uno de sus comunicados pues califica de ‘persecución sindical’ cuando un trabajador es sancionado por ‘ocupar’ la empresa”.

Acodike también señala que esta medida gremial “tampoco es aceptada” por la Organización Internacional del Trabajo “lo cual ampara plenamente” el accionar de la empresa.

Por otro lado, expresa que en “la decena de ocupaciones” que ha “padecido”, “algunas de ellas fueron realizadas por personas que fueron extrabajadores y también por personas ajenas a la empresa”. “Ante esta situación se denunció al fiscal de turno estas circunstancias puesto que se trataría de posibles ilícitos de Violencia Privada y Justicia por Propia Mano. Sin perjuicio de que lo que más nos preocupó es que la persona totalmente ajena a la empresa portaba celular, lo cual es extremadamente peligroso en el lugar donde habitualmente desarrollan la ocupación. Juntaron cubiertas para ser quemadas cuando entiendan necesario y dibujaron una bomba en un pizarrón con el letrero ‘se viene el estallido’. Esto nos preocupó sobremanera por los más de 100 trabajadores que estamos en la planta. El fiscal ordenó el retiro inmediato de las cubiertas de autos del frente de la planta. El sindicato desobedece flagrantemente esta orden. La seguridad de la planta estaba en manos de personas ajenas a la empresa y sin conocimientos mínimos de seguridad, lo cual fue comprendido por el fiscal que oportunamente ordenó la presencia de la policía”, relata el comunicado de Acodike.

Finalmente, Acodike señala que Alfas acusa a la empresa “de aplicar una política de miedo con su personal”, lo cual es negado “enfáticamente”. “Son afirmaciones tendientes a generar una imagen falsa donde la empresa ‘oprime’ a los pobres trabajadores. Esto está muy alejado de la realidad ya que nuestra empresa ha desarrollado siempre claros ámbitos de negociación reconocidos en el sector con trabajadores afiliados y no afiliados al sindicato [...] Alfas es una organización con muchos años de existencia. Sus actuales dirigentes están preocupados por sus respectivas ambiciones personales, dejando de lado las reales cuestiones que hacen a la empresa y sus trabajadores”, sostiene Acodike.