El Sindicato Único de Trabajadores de las Radios del Estado (Sutre) comunicó este miércoles que estará “en situación de asamblea permanente”, a la espera “de las conversaciones que sirvan para desentrañar la situación” constatada en la mudanza “del estudio de Radio Uruguay (CX26) a las instalaciones (aún en obra) en contenedores sobre los techos del Canal 5”.

Para el Sutre, “no están dadas las condiciones para realizar la mudanza de la emisora de forma efectiva”, por lo que “hasta tanto no se puedan garantizar las mismas (o mejores) condiciones técnicas y de trabajo en los nuevos estudios que se están construyendo”, consideran “inviable el desempeño” de sus tareas “en el nuevo local”.

Según el comunicado del sindicato, el 14 de mayo recibieron “de parte de la Dirección de RNU el primer anuncio oficial del traslado del estudio” de la radio a Canal 5, y mencionan que actualmente “Radiodifusión Nacional de Uruguay posee el más grande y mejor complejo de radios del país, con cuatro estudios de aire, dos de grabaciones y uno auxiliar”.

“Más allá del traslado hacia una infraestructura cuantitativa y cualitativamente inferior, observamos con preocupación que no están dadas las condiciones para albergar adecuadamente tanto a las personas encargadas de la salida al aire como a las que trabajan en producción; de hecho, no se ha mencionado nada sobre el área destinada para tal fin en esta primera instancia”, agrega el comunicado de Sutre.

El sindicato menciona que ha constatado “diversos problemas edilicios”, como “falta de estabilidad de los pisos, persistencia de agua por filtraciones, vibraciones en las estructuras ocasionadas por el tránsito de personas en las instalaciones” y carencia de “la indispensable aislación sonora (el ruido de una lluvia intensa se escucha claramente)”.

El Sutre sostiene que “el carácter improvisado del proyecto tampoco ha previsto los problemas de operativa que sin dudas surgirán al tener las emisoras en diferentes puntos de la ciudad”. “Esto, sumado a que, al ser un espacio aún en obras, no existe un protocolo de seguridad”, agrega.

“La opinión pública debe saber que este proyecto, que ha costado” 600.000 dólares “se ha financiado con los recursos propios” del Servicio de Comunicación Audiovisual Nacional (Secan), “generando carencias presupuestales para asegurar el correcto funcionamiento de los medios”, añade el sindicato, que pone como ejemplos la “falta de mantenimiento en el actual edificio, [que] la repetidora en Paysandú no está operativa desde hace más de un año y el transmisor principal de Radio Cultura ha cumplido su vida útil y actualmente emite al 10% de su potencia habitual”.

El comunicado finaliza señalando que “los trabajadores de los medios públicos” han “estado comprometidos desde siempre con asegurar la calidad del servicio, a pesar de las carencias presupuestales y los vaivenes propios de los cambios de gobierno”. “Por tal motivo nos ponemos a las órdenes para colaborar en la búsqueda de soluciones a los problemas antes mencionados, de forma de que sea satisfactorio para todas las partes”, concluyen.