Unos 200 trabajadores de Montevideo y de otros puntos del país que integran la Asociación de Trabajadores de la Seguridad Social (ATSS) se manifestaron este miércoles en el hall central del edificio sede del Banco de Previsión Social (BPS) en contra de la gestión del directorio del organismo y, al mismo tiempo, para reiterar reclamos presentados durante la actual administración.
El integrante del Consejo Directivo de ATTS Gonzalo Moreira comentó a la diaria que se trató de “una jornada de cierre de lo que han sido estos cinco años”. Por eso entonaron una canción “de retirada a este directorio que culmina sus funciones”, que consideran que es “el peor directorio político en la historia del BPS”, “por la falta de diálogo y la violación de la ley de negociación colectiva”. “Se levantaron de la mesa de negociaciones en setiembre del año pasado, no habilitando ningún tipo de diálogo con el sindicato y los trabajadores”, agregó.
Consultado acerca de si hubo alguna reacción por parte del directorio del BPS, comentó que “después de cantar una canción junto a una murga que se llama Julepe, subimos hasta el quinto piso y solicitamos dejar un mensaje al presidente del BPS, Alfredo Cabrera, y lo que respondió la persona que fue a dejar el mensaje fue que Cabrera estaba reunido”.
Agregó: “En parte de la movilización nos acompañó Carlos Clavijo, director del BPS en representación de los trabajadores, y él nos confirmó que la reunión de directorio ya había finalizado. La manifestación fue justo hoy también porque se llevó adelante la última sesión del directorio actual”.
Acerca de la situación en materia de recursos humanos, afirmó que están “atravesando desde 2015 una serie de recortes de personal; primero fue tres por dos, que significa que cada tres que se fueron, ingresaron dos, y desde 2020 el nuevo gobierno acentuó aún más la falta de personal, recortando un tres por uno, de tres que se retiraban del organismo, ingresó una sola persona”.
Moreira dijo que como consecuencia de esa reducción de personal “se generó un caos total y un problema real en las capacidades de atención del BPS, que además se agravó por cambios en las modalidades de atención”.
Explicó además que, “paralelamente, los funcionarios hemos recibido órdenes directas gerenciales de no atender al público y de enviar las tramitaciones por la vía web, violando lo que es el reglamento de procedimiento administrativo que nos rige como funcionarios del BPS. Ante esa realidad, lo conocido en este último quinquenio son los atrasos y las demoras en la atención del público”, lo que provocó en algunos trámites llegar a dar plazos de hasta un año y medio para otorgar jubilaciones.
“Hay 10.000 expedientes jubilatorios y de pensiones a la espera de estudio porque no hay persona para hacerlo y porque la dinámica de esta nueva modalidad de atención generó una burocracia digital, por la que los expedientes pasan meses hasta que pueden ser atendidos por un funcionario. Y eso es gente que no accede a los derechos. El trabajo del BPS es garantizar que las personas accedan a sus derechos”, añadió Moreira.