Los jóvenes en Uruguay atraviesan un escenario complejo: según información del Instituto Cuesta Duarte, se desprende que más de la mitad de las personas que ganan menos de 25.000 pesos por mes –el total actualizado a 2023 son 548.000 uruguayos que perciben remuneraciones inferiores a 25.000 pesos– son jóvenes.

En el marco del Día Internacional de los Trabajadores, la diaria habló con jóvenes sindicalistas de diversas ramas de actividad para conocer su visión y sus perspectivas acerca del sindicalismo en el siglo XXI y los cambios en el mundo del trabajo.

Desde las aulas

La presidenta de la Asociación de Docentes de Educación Secundaria (ADES) de Montevideo, Camila Menchaca, integrante del Departamento de Jóvenes del PIT-CNT, comentó que en la interna de este ámbito de la central sindical evaluaron en varias oportunidades que “existen ciertas dificultades para el acercamiento al mundo sindical” de los jóvenes, por “las características propias del empleo”. En esa línea, argumentó que “la gente joven tiende a ingresar a trabajar en situación precaria”, en algunos casos sin hacer aportes a la seguridad social. “No pueden efectivamente integrarse a ningún sindicato” [porque] existe un miedo generalizado a lo que tiene que ver con el despido vinculado a la filiación sindical”, sentenció.

Menchaca reconoció que desde las aulas y posteriormente en el ingreso a la actividad sindical de parte de los y las docentes de la educación, la incorporación a los sindicatos ocurre “un poquito más tarde” que en “otros sectores laborales”. Esto se relaciona con la propia formación profesional, por lo que los docentes transitan por institutos de formación en educación antes de comenzar a “dar clases”.

Otro factor que dificulta el acceso de la juventud a la actividad sindical son “los contratos a prueba”, punto sobre el que “hay que trabajar”. Por otra parte, la dirigente de ADES, planteó que desde el sindicato consideran importante “la necesidad de trabajar un poco más para incorporar a las y los trabajadores jóvenes al mundo sindical, su afiliación [y] su participación efectiva”, con el objetivo de “abrir espacios de formación vinculados” con la temática.

Consultada acerca de si observa cambios en la actividad sindical respecto de la del siglo pasado, Menchaca dijo que en la actualidad “ha cambiado el rol del sindicalismo, de la política, incluso del trabajo como ordenador de la vida”. En esa línea, expresó que “vivimos en un mundo mucho más dinámico, conectado a través de redes sociales, medios virtuales, que claramente modifican no sólo nuestra estructura de vida, sino nuestra estructura militante. Estamos hablando de que [en] la huelga general [de 1973 contra el golpe de Estado] se fue informando persona a persona e iba llegando la información a las distintas fábricas y las fábricas se iban ocupando. Nosotros hoy tenemos otros mecanismos de comunicación que generan otro tipo de dinámicas”.

Otro factor de contraste con relación al movimiento sindical del siglo XX, vinculado a lo anterior, son “las reuniones virtuales” que cobraron fuerza producto de la pandemia por covid-19, que afectó las dinámicas presenciales de socialización.

“Estamos viviendo en una época en la que nuestras condiciones de vida son mucho más aceleradas, tenemos distintas actividades, el trabajo no pasa a ser nuestro lugar de vida, por lo tanto tenemos más cantidad de tiempos de transporte y todo eso afecta directamente la posibilidad del desarrollo militante y del vínculo con las distintas organizaciones. En particular, los y las compañeras trabajan en múltiples liceos, lo que evidentemente no genera un sentido de pertenencia y dificulta en algunos momentos lo que tiene que ver con la participación gremial y sindical”, ejemplificó Menchaca.

“El movimiento sindical se ha posicionado”

Por su parte, Mathías Demarco, responsable del Departamento de Jóvenes de la Federación Uruguaya de Empleados del Comercio y Servicios (Fuecys), afirmó que “el movimiento sindical en su conjunto debería poner mayor énfasis en la juventud”, con una “selección de referentes” que “participen en los espacios”.

Consultado sobre si percibe una relación entre el sindicalismo y la política partidaria, Demarco resaltó que “la independencia del movimiento sindical es más que probada” y subrayó que a “los espacios [de participación] no vas como un militante político, sino como un militante sindical”.

Acerca del contexto donde se desenvuelve la actividad sindical, Demarco expresó que, “sabiendo las coyunturas nacionales e internacionales en las que estamos viviendo, el movimiento sindical está discutiendo cuestiones que hacen a la vida del país y estamos a nada de un congreso que seguramente va a definir las grandes líneas del movimiento sindical y cuáles van a ser los aportes que vamos a tener como clase organizada. Seguramente va a haber cuestiones que vienen de la mano de lo que ha sido la revolución de la inteligencia artificial [IA]”.

Sobre los cambios vinculados a la IA, la salud mental de los jóvenes, el vínculo entre empleo y formación académica, entre otros temas, se realizó el 7 de abril un encuentro entre jóvenes sindicalistas y los partidos políticos con representación parlamentaria joven, que abarcó al Frente Amplio, al Partido Nacional y al Partido Colorado. También participó en el encuentro la directora del Instituto Nacional de la Juventud (INJU), Eugenia Godoy.

Demarco, que participó en ese encuentro, mencionó que entre los ejes centrales estuvo “la propuesta de la licencia por estudio para el ámbito privado [para] igualarla con el ámbito público”, que en total corresponde a unos 20 días de licencia por estudio para cada trabajador. Mencionó que también estuvo sobre la mesa la remuneración de pasantías a estudiantes, ya que no todas son pagas.

Por otra parte, dijo que actualmente en el INJU trabajarán en coordinación con el Parlamento para la creación de 12.000 nuevos puestos de trabajo para jóvenes, que se suman a los del programa Yo Estudio y Trabajo.

“Hacer un camino”

En tanto, el presidente de la Federación de Funcionarios de OSE, Carlos Larrosa, señaló que, a pesar de que “uno siempre aspira a que haya más compañeros y compañeras jóvenes participando en las actividades sindicales”, por su experiencia reconoció que “la participación de los jóvenes viene en aumento” y observó que percibe en el ambiente “un entusiasmo con nuevas ideas” y que los jóvenes son “partícipes de los cambios y los logros del movimiento sindical”.

En lo que refiere a la toma de decisiones dentro del sindicalismo, Larrosa afirmó que “uno va haciendo base” y agregó la necesidad de “hacer un camino” para después “tener el respaldo de tus compañeros”. Asimismo, el dirigente dijo que “militando desde la humildad, desde las buenas acciones y con compromiso, en esos lugares se puede ganar”.

En sintonía con lo anterior, aseguró que el sindicalismo en Uruguay “tiene una historia muy rica”, ya que abarca “150 años de organización” y de “lucha”. Larrosa remarcó que el movimiento sindical “siempre estuvo del lado del pueblo” y agregó: “Es una expresión más, no es la única, obviamente, pero es una expresión del pueblo uruguayo. Que haya habido gobiernos progresistas en nuestro país habla también de ese avance de nuestro pueblo hacia un futuro mejor”.