El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, exigió públicamente a los ministros de su gobierno que no realicen el anuncio de ninguna medida sin haberlo comunicado y acordado antes con la Casa Civil, órgano que funciona como una Jefatura de Gabinete, donde se centraliza la información proveniente de todos los ministerios.

El actual jefe de la Casa Civil es Rui Costa, integrante del Partido de los Trabajadores (PT) y exgobernador del estado de Bahía, quien es una persona de estrecha confianza del mandatario.

Las declaraciones de Lula fueron planteadas en una reunión con 19 ministros que integran el área social del gobierno, realizada en el Palacio de Planalto en Brasilia, transmitida por TV Brasil.

“Es importante que ningún ministro o ministra anuncie públicamente ninguna política sin haber sido consensuada con la Casa Civil, que es quien posibilita que la propuesta salga del gobierno”, exigió Lula. El presidente agregó: “No queremos propuestas de ministros. Todas las propuestas deben ser propuestas del gobierno”.

En la reunión, Lula pidió, empleando un tono duro e irónico, que “todas y cada una de las posiciones, cualquier genialidad que alguien pueda tener, es importante que antes de anunciarla tenga una reunión con la Casa Civil”.

Según el líder del PT de 77 años, algunos jefes de cartera habrían anticipado medidas que aún no están totalmente definidas, lo que puede generar malos entendidos y promesas que posteriormente no se pueden cumplir. En ese momento, Lula no se refirió públicamente a qué medidas, pero prometió enumerar los errores puertas adentro, en la reunión reservada con los ministros, según informó la revista Carta Capital.

“No podemos correr el riesgo de anunciar algo que no sucederá. Mi sugerencia es que nadie anuncie nada, absolutamente nada que sea nuevo sin pasar por la Casa Civil”, agregó.

Según indicó Lula a los ministros, antes de decir de manera pública lo que pretenden hacer en la gestión, es necesario que haya dinero para financiar la iniciativa. “Quería que tuvieran la seguridad de que, desde el punto de vista de la Presidencia y de la Casa Civil, tendrán todo el apoyo (pactando con [Fernando] Haddad y Simone [Tebet], quienes son las personas que cuidan la caja del gobierno), para que no nos equivoquemos, no prometamos lo que no podemos cumplir”, destacó el mandatario.

Haddad es el actual ministro de Hacienda y Tebet –una de las principales aliadas de Lula ajena a la coalición de gobierno– es la titular de la cartera de Planificación y Presupuesto.

Medios brasileños destacaron el particular tono cáustico del discurso público de Lula en la reunión, y si bien el presidente evitó dar nombres propios, la revista Veja informó que estaba destinado a Márcio França, ministro de Puertos y Aeropuertos, quien recientemente anunció el programa Vuela Brasil, que ofrece descuentos en pasajes aéreos. La idea de este plan es vender 12 millones de pasajes aéreos por año.

França es integrante del Partido Socialista Brasileño y un hombre de confianza del vicepresidente Geraldo Alckmin, quien lo designó en varios cargos relevantes durante sus mandatos en el estado de San Pablo.

Según lo que informó Veja en su publicación, el Ministerio de Turismo no fue notificado con antelación sobre el anuncio de França, lo que llevó a la cartera a esperar más detalles sobre la propuesta en el correr de los próximos días.

Si la implementación del programa es viable, el ministro cree que Vuela Brasil podría entrar en funcionamiento en el segundo semestre de este año, utilizando 5% de la capacidad ociosa de las aeronaves que hay en el país. Este porcentaje se incrementará paulatinamente cada semestre, llegando a 20% en el cuarto semestre de vigencia de la implementación del plan.

Cuando su gobierno lleva dos meses y medio, Lula está teniendo dificultades para impulsar algunas de sus iniciativas, debido a la heterogeneidad de sectores que integran el gobierno, los cuales, por otra parte, son indispensables para tener mayoría en el Congreso.

Uno de los jerarcas con los que el gobierno ha tenido más problemas en estos 75 días es Roberto Campos Neto, presidente del Banco Central, que funciona como un órgano autónomo dentro del Estado. El bolsonarista Campos Neto fue criticado en reiteradas ocasiones desde el PT por impulsar políticas recesivas que atentan contra el crecimiento económico impulsado desde el Ejecutivo. La presidenta del PT a nivel nacional, la diputada federal por el estado de Paraná, Gleisi Hoffmann, viene siendo una de las más duras opositoras a Campos Neto y, en un acto partidario esta semana, dijo que si el presidente del Banco Central “tuviera decencia y vergüenza debería agarrar su sombrero e irse”.