La ministra de Economía y Finanzas, Azucena Arbeleche, que a partir de noviembre comenzó a presidir el Comité de Desarrollo del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional, fue moderadora el miércoles en el panel “Movilización de financiamiento para países emergentes y de desarrollo”, de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (COP26) que tiene lugar en Glasgow, Escocia.
Allí afirmó que “los países desarrollados deben esforzarse por cumplir con el compromiso de desplegar los recursos prometidos, incluyendo donaciones a los países en desarrollo para ayudar a alcanzar las metas de cambio climático”. Las declaraciones de la ministra de Economía hacen referencia al compromiso de 2009, por el cual los países industriales se comprometieron a otorgar un financiamiento conjunto de 100.000 millones de dólares por año a los países más vulnerables para afrontar las consecuencias de la crisis climática. Tenían como plazo el año 2020 para llegar a la cifra total. Sin embargo, la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) ya informó que la cifra “seguirá estando muy por debajo de su objetivo”.
Dijo que como presidenta del Comité de Desarrollo va a impulsar “incentivos” e “innovación” financiera para premiar políticas sustentables. Destacó que una forma de hacerlo es “vincular el costo del crédito de los países con su éxito en el cumplimiento de objetivos climáticos incluidos en Acuerdo de París”. “Los países que cumplan con sus compromisos y muestren un buen desempeño ambiental deberían pagar tasas de interés más bajas, liberando así recursos para metas más ambiciosas”, desarrolló.
En este sentido, Arbeleche manifestó que el gobierno uruguayo está trabajando en un “bono soberano” que va a incorporar “criterios ambientales” basados en las Contribuciones Nacionales Determinadas (NDC, por su sigla en inglés), que tienen como objetivo atender lo establecido en el Acuerdo de París. Van a plantear que los préstamos de los organismos multilaterales también incorporen este tipo de “métricas ambientales”.
“Los mercados emergentes y los países desarrollados necesitarán billones de dólares en inversión adicional anual durante décadas para desarrollar energías verdes e infraestructura climática resiliente. Sin embargo, en la búsqueda de trayectorias de crecimiento sostenibles, los países enfrentarán finanzas públicas constreñidas por el mundo que emergió luego de la pandemia del covid-19”, planteó.
El miércoles Arbeleche tuvo reuniones con la subsecretaria del Ministerio de Economía de Reino Unido, Helen Whately, y con la directora general de la Organización Mundial de Comercio, Ngozi Okonjo-Iweala.